«Me tiré tres meses que me levantaba gritando con pesadillas»: TVE paga los platos rotos de ‘MasterChef’

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«Me tiré tres meses que me levantaba gritando con pesadillas»: TVE paga los platos rotos de ‘MasterChef’

‘MasterChef’ podría haber durado un telediario. Una única edición. Dos millones de personas vieron el miércoles 10 de abril de 2013 el estreno de este concurso de talento, adaptación del formato británico , en busca del mejor cocinero ‘amateur’. Un 11% de cuota de pantalla. Eran datos insuficientes para la época y para tratarse de la gran apuesta de la temporada de TVE para el horario de máxima audiencia de La 1. Una semana después, la audiencia bajó. Un 10%. Pero al tercer día resucitó. Los responsables de programación movieron ‘MasterChef’ al martes noche tras un partido de fútbol de la Liga de Campeones. Hubo efecto arrastre: casi tres millones de espectadores y un 15,5% de ‘share’. Y remontada: la audiencia fue subiendo como la espuma y tres meses después, más de 5,5 millones de personas vieron en pleno verano una final que ganó el camarero Juan Manuel Sánchez. 100.000 euros se llevó.Desde entonces, RTVE y la productora Shine Iberia han realizado doce ediciones de la versión original con anónimos, ocho de la versión con famosos ( la novena , con un altísimo presupuesto de 8,3 millones de euros, está a punto de grabarse para su emisión en otoño) y diez de la versión con niños (hay firmada una undécima para Navidad). Súmenle los especiales navideños y las ediciones con aspirantes sénior. ‘MasterChef Celebrity’ , ‘MasterChef Junior’ , ‘MasterChef Abuelos’ … Su renovación, de cara a 2025, depende del tensionado Consejo de Administración de RTVE y, en principio, tendrá lugar tras el verano. Ha habido empacho de un formato que, en términos de audiencia, siempre ha salvado los muebles del primer canal de TVE incluso en sus momentos más bajos. En 2023, en un intento frustrado del expresidente de la Corporación por racionalizar su horario, la edición de anónimos contó con 25 entregas, dos por semana (lunes y martes). Los jueces dijeron: una y no más Santo Tomás.Puede que casi ‘nadie’ viera La 1 a lo largo del día, pero ‘MasterChef’ era una cita semanal ineludible cada primavera después de Semana Santa. Hasta ahora. Pues la duodécima edición, tras cinco entregas, acumula en directo 958.000 espectadores de media y un 13% de cuota de pantalla. La última, emitida de manera excepcional el miércoles, reunió a 721.000 seguidores (9,8% de ‘share’). Empezó en torno a las once de la noche y terminó casi a las dos de la madrugada. He ahí los datos y una de las quejas recurrentes por parte del público: la duración de cada gala (tres horas) y el horario intempestivo, lo que obliga a sus seguidores a verla al día siguiente. O a lo largo de la semana. He ahí los otros datos: ‘MasterChef’ es el programa de televisión más visto en diferido .Fuentes de RTVE aseguran que el éxito (de audiencia) de ‘MasterChef’ , tanto en la versión de anónimos como en la de famosos, se sustenta en dos cosas: la duración hiperlarga y el nivel de confrontación muy alto. No les queda otra: la competencia de las cadenas privadas es cada vez más alta y la audiencia en lineal, más baja.’MasterChef’, un ‘reality’ culinario’Peccata minuta’, pues si hay un reproche hacia el formato es la progresiva deriva hacia otro género, el ‘reality show’ , y la actitud de los aspirantes y de sus jueces, Jordi Cruz , Pepe Rodríguez y Samantha Vallejo-Nágera , que hacen las veces de presentadores tras la marcha de Eva González en 2018. Diez mil euros cobra cada uno por entrega. De los tres cocineros, la diana de casi todas las críticas es Jordi Cruz , protagonista, o antagonista…, de la última polémica por su actitud con una de los dieciséis aspirantes ( ‘terraplanista’ inclusive ) de la duodécima edición.Tamara, una treintañera rusa formada en finanzas, comunicó en plena grabación que se marchaba tras varios desencuentros con los presentes. No se veía en la final. Pepe Rodríguez le pidió una explicación. «No me siento a gusto. Tampoco estoy dando todo lo que me gustaría y constantemente estoy nerviosa, siento presión… Entiendo que es un programa», dijo. «Yo, por este motivo, no te haría ninguna pregunta. Sólo te diría: ‘Muy bien. Chao’. Le has quitado una oportunidad a gente, claro que sí», le espetó Jordi Cruz . La aspirante aseguró sentirse frustrada y no querer continuar en tal dinámica: «No estoy bien, no estoy bien. Es más importante estar bien que decepcionaros a vosotros». Samantha Vallejo-Nágera recordó que Tamara ya había dejado claro que, ante todo, estaba su bienestar y el de sus familiares. La última palabra la tuvo Jordi Cruz : «Muy bien, chao. Su delantal. Su puerta». Y el ‘show’ continuó. «Aquí no ha pasado absolutamente nada», zanjó el chef.Se equivocaba Jordi Cruz . Al día siguiente de su emisión, la ministra de Sanidad, Mónica García compartió el vídeo en X (Twitter) y escribió: «No, priorizar el bienestar emocional sobre los ritmos de vida frenéticos no es egoísmo, sino una decisión valiente». Y este viernes a última hora, la Corporación retiró dicha entrega de RTVE Play, el servicio de vídeo bajo demanda, y de las redes sociales, se disculpó por un contenido «que no debió suceder» y reiteró su compromiso con la salud mental: «La dirección ha reforzado los controles internos para evitar episodios similares».Lo habitual es que cada entrega de ‘MasterChef’ se entregue a TVE con ocho, nueve o diez días de antelación. Lo ve la productora ejecutiva del formato por parte de TVE. Lo ve la directora de Entretenimiento, Miriam García Corrales. Lo ve la directora de Originales de RTVE, Ana María Bordas . Y hasta hace unas semanas, el último de esta cadena era el cesado director de contenido generales, Jose Pablo López . Fuentes de RTVE aseguran que la Corporación pidió la supresión del momento entre Jordi Cruz y Tamara. Fuentes de RTVE creen que ‘MasterChef’ es un formato que necesita una puesta al día, un reciclaje a distintos niveles, y no sólo en cuanto al ‘casting’.Del ‘León come gamba’ al ‘Pájaro muerto en lo alto de un plato’Pero no era la primera vez. Ya en la tercera edición de ‘MasterChef’ (2015), el jurado expulsó a Alberto Sempere, estudiante de Medicina de 18 años, por un plato al que bautizó como ‘ León come gamba’ . «Es un insulto a mi inteligencia, un insulto al jurado y un insulto a 15.000 personas que se han quedado por el camino en el ‘casting’», dijo Pepe Rodríguez. «Esto es una marranada y una mofa a mi oficio. Ningún niño del ‘Junior’ ha tenido narices de hacer un plato tan bobo como este», añadió Jordi Cruz , que posteriormente se disculpó. Ídem con el ‘pájaro muerto’ de la combativa Saray Carrillo, aspirante –trans– de la octava edición (2020). Esta vez las disculpas de los jueces fueron hacia la audiencia por haberla seleccionado. Tras su expulsión, aseguró que ella no se había presentado al ‘casting’, sino que la productora le había contactado (un proceder habitual, todo sea dicho).Se nota mucho a qué aspirante creen que le pueden sacar rédito y le dan un trato mejor que al que no Pablo Pérez Aspirante de ‘MasterChef 3’Pablo Pérez , aspirante de ‘MasterChef 3’ (2015), cree que el programa ha priorizado cada vez más «el espectáculo, la broma fácil…». «Yo viví bastantes situaciones desagradables en mi edición», asegura en conversación telefónica con ABC. El ahora teniente de 36 años (se presentó con 27; había trabajado en una asesoría y daba clases de artes marciales) no tiene ninguna mala palabra sobre los jueces ni sus compañeros de edición; sí sobre la productora, a la que acusa de favoritismo: «Se nota mucho a qué aspirante creen que le pueden sacar rédito y le dan un trato mejor que al que no». «Se reían de mí por el tema de las artes marciales. A mí me llamaron ‘el llorón de MasterChef ‘. Eso llegó a ser un tema de burla. ¿De verdad, la forma de exteriorizar los nervios y la presión derramando lágrimas es algo malo?», lamenta.«La semana de mi expulsión yo era consciente de que no podía más. No dormí casi esa semana. Llegaba allí, veía todas las cámaras, la presión de no querer hacer el ridículo delante de millones de personas aunque no las veas…», recuerda. En aquella edición, grababan de lunes a viernes, exteriores inclusive. Se levantaban a las siete de la mañana y regresaban a las ocho de la tarde. Había tensión. Había ‘mal’ ambiente. Había tristeza.Pregunta: ¿Eran situaciones límite?Respuesta: Seguro que hay gente que lo llevó mejor que yo. No fui el que mejor lo llevó. Carlos [Maldonado] se lo pasó bastante bien, pero sufrió bastante presión. A mí me superó. Me tiré dos o tres meses que yo me levantaba a medianoche, gritando con pesadillas; no me había pasado en la vida. Ni antes ni después me ha vuelto a pasar. Y soy militar.Pregunta: Entiendo que teníais ayuda psicológica, ¿no?Respuesta: Negativo. Teníamos una persona, nuestra ‘nanny’, alguien que nos llevaba para estar organizados.Pregunta: ¿Mereció la pena?Respuesta: Sí, por supuesto. Me ayudó en cuanto a la gestión de la presión por el tiempo. He sacado lecciones, amigos; conocer a personalidades mundiales, cocinar en el Pico del Teide… Yo ahora sólo veo gritos, gritos. Tú ves un programa de mi edición y no hay una discusión ni la mitad de la mitad que se dio en el último programa.Si la versión con anónimos se ha visto cada año salpicada de polémicas, la de famosos no se ha quedado atrás. El actor Jesús Castro , que también tuvo sus más y sus menos con Jordi Cruz , aseguró que ‘MasterChef’ era un ‘Gran Hermano’ con cacerolas. Patricia Conde también se rebeló ante el espectáculo y acusó a la productora de manipulación.Pero si hay un punto y aparte en la historia de ‘MasterChef’ es el suicidio de Verónica Forqué en diciembre de 2021 varios meses después de participar en la versión ‘celebrity’, donde se hizo patente su frágil estado de salud. Hasta Jorge Javier Vázquez, desde su púlpito de ‘Sálvame’ (Telecinco), se pronunció en primavera de 2021: «Me gustaría que muchas personas que han ido a trabajar a ‘ MasterChef ‘, conocidas, explicaran cuál ha sido su experiencia y en qué situaciones límite se les ha colocado para que luego den juego en el programa. Si todos hablaran de cómo es la vida detrás de las cámaras… Yo, que he hablado con mucha gente sincera que te dice: ¿Programa blanco? ¡Tururú!».La respuesta de Shine Iberia, la productora de ‘MasterChef’«El respeto y el bienestar emocional de todas las personas que participan en MasterChef es nuestra absoluta prioridad. Garantizamos la grabación en un entorno seguro, y por ello un equipo psicológico está a disposición de todos los concursantes antes, durante y después de la emisión del programa, entre otras medidas.En esta edición, MasterChef ha reforzado su compromiso total con la salud mental visibilizando la historia de David, un concursante que afirmó haber tenido problemas de esta índole en su pasado. Tanto él, como Tamara y el resto de concursantes del programa, son monitorizados 24 horas al día por este equipo de psicólogos.Tamara expresó en varias ocasiones, en programas anteriores, que no quería dedicarse a la gastronomía. Este fue el motivo de su abandono. Para sus compañeros y jurado fue un momento duro, dada su pasión personal hacia el mundo de la gastronomía y su absoluta dedicación, y les costó entender esta decisión, como verbalizaron.En cualquier caso, toda situación es un aprendizaje del que tomamos nota. Además, agradecemos el debate surgido, ya que nos enriquece como sociedad y nos permite seguir avanzando».

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