Saber que Alvise Pérez, antes Luis, no milita en las filas taurinas ha sido todo un alivio para los aficionados. A los que se pasan los bulos por la taleguilla y se colocan al hilo cuando les cantan la verdades del barquero mejor tenerlos al otro lado del burladero. Lejos, muy lejos. Un espectáculo que derrama purezas y verdades no merece demagogos ni hipócritas. Alvise, el mismo que pareció pasárselo en grande en un tentadero en ‘Las Majadillas’, la finca sevillana donde pastan los Toros de La Plata, ahora vota en contra de las ayudas a esos ganaderos después de ronear en las redes sociales de la fiesta que se había pegado. «Un año más agradecer a mi compadre D. Pedro Trapote, (la coma es gentileza de la casa), clave en mi vida personal y profesional, y su mujer, nuestra querida Begoña, (otra coma gentileza de la casa), por invitarnos a su tradicional Tentadero del Martes de Feria en su maravillosa finca #lasmajadillas», escribía en su perfil. Y agradecía a Paquirri y su grupo por «llevarnos siempre en el corazón» y a su «querido» Oliva Soto «por enseñarme el duende que lleva en su sangre gitana y torera». ¡Torera!El mismo que disfrutaba del campo bravo ahora le pega un puyazo a los que viven del toro. «He votado no a subvencionar el espectáculo del toro de lidia», anunció en las redes sociales el eurodiputado. «Ni un solo euro público a ninguna actividad de ocio basada en la crueldad animal», decía. Vaya, se acabó la fiesta: Alvise, antes Luis, anda más cerca del Pacma que del mundo rural. Y más cerca aún del populismo de Podemos. Enhorabuena a ambos partidos: Dios los cría y ellos se juntan.A los cabales del mundo taurino no les ha pillado por sorpresa: la ignorancia siempre fue de la mano de la difamación y la hipocresía. Nada nuevo bajo el sol que no se sepa diferenciar entre campo y espectáculo (aunque sin espectáculo no hay campo, como no hay encierro sin corrida) para votar en contra de las ayudas de la PAC. Con eurodiputados tan alejados del sentir español y del apoyo a su dehesa, mejor distancias largas… ¡Puerta!
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