Este viernes se cumplen exactamente cinco meses de la llegada a la Casa Rosada del presidente argentino Javier Milei . Pero lejos está el país de las celebraciones: con una crisis galopante y un fuerte descontento social, el Gobierno ha hecho frente este jueves a la segunda huelga general desde su arribo a la cima del poder albiceleste, el pasado 10 de diciembre. El cese de actividades promovido por los gremios ha tenido como objetivo protestar contra la política de ajuste implementada por la gestión actual y las reformas laborales que busca poner en marcha el oficialismo.A diferencia de la primera huelga general, realizada el pasado 24 de enero en Argentina , esta vez el cese de actividades no ha ido acompañado de una gran movilización, sino que ha estado enfocado en un parón genera en diversos sectores. Entre ellos, gran parte del transporte, la salud, la educación y la actividad bancaria . En otros países, como Francia, se han llevado a cabo manifestaciones en apoyo a la huelga.Desde primera hora del jueves los argentinos han podido advertir grandes diferencias con respecto a una jornada laboral habitual. La huelga anunciada y convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT) se ha hecho sentir en las calles ya que, si bien han sido varios los comercios que han decidido permanecer abiertos pese a la medida de fuerza –porque la crisis actual los obliga-, los clientes escaseaban y se notó con fuerza la baja actividad. Además de la CGT, han adherido otros gremios tales como la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), los metalúrgicos (UOM) y los empleados de la construcción (UOCRA). Sin posibilidad de utilizar el metro, con todos los bancos cerrados y hospitales atendiendo solamente urgencias, la jornada del jueves ha funcionado casi al nivel de un día festivo. Dado el contexto de fuerte crisis actual, muchos dueños de comercios se han visto obligados a abrir sus puertas, sin mucho éxito en cuanto a tránsito de clientes.Noticia Relacionada estandar No La batalla de Milei contra la inflación: Argentina pone en circulación billetes de 10.000 pesos para hacer frente a los datos del kirchnerismoPor otro lado, el freno en la actividad aérea ha acabado con más de 700 vuelos cancelados y aeropuertos completamente vacíos . A lo largo de toda la jornada tampoco ha habido trenes y solo funcionaron algunas líneas de autobuses.Dos resultadosLa medida de fuerza implementada por gran parte de los movimientos sindicales argentinos ha tenido resultados distintos según el sector de la sociedad que lo observe. Fuentes del oficialismo han intentado con todas sus fuerzas subestimar el peso de la huelga, asegurando su sinsentido e insistiendo en fu falta de efectividad. Horas antes de la medida, el presidente Javier Milei había publicado en sus redes sociales una imagen de sí mismo con una pancarta que contenía la frase ‘Yo no paro’ –no hago huelga-. Apenas comenzada la huelga, el mandatario publicó una enigmática frase en la que comparaba la actualidad política con los faraones. «Nota de color… ¿Saben cómo se dice Faraón en hebreo? Les cuento… Paro a buen entendedor pocas palabras bastan…», escribió.También dio su opinión sobre la medida de fuerza la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien buscó disminuir el peso de la huelga al referirse a la misma como «el paro de la debilidad». Además, la funcionaria advirtió: «Que se dejen de joder y vayan a trabajar» . Sin embargo, los organizadores de protesta no solo se han mostrado satisfechos con los resultados obtenidos por la huelga, sino que aspiran a repetir pronto la medida y advierten que la próxima vez esta tendrá una duración de 36 horas. «Ha sido un paro contundente a lo largo y ancho del país, el Gobierno debe tomar nota de la expresión de los trabajadores para reconfigurar su política de ajuste», han asegurado en una rueda de prensa al finalizar la jornada.Resistencia en el CongresoMás allá de las idas y vueltas discursivos entre el Gobierno argentino y los sindicalistas, en esta semana también ha sido importante la actividad del Congreso. La ‘ley Ómnibus’ impulsada desde el oficialismo ha comenzado a tratarse en comisiones en el Senado y, por el momento, pareciera no tener la rápida aprobación que el Gobierno argentino esperaba y la votación en esta cámara se dilata cada día más.A la vez que los medios locales informaban sobre la evolución de la huelga en las calles, en el Congreso permanece aún bloqueado el proyecto de ley y es allí donde en estos días el oficialismo está viendo el eco de la resistencia que este jueves también se ha hecho notar en las calles donde reinó el silencio.
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