La rocambolesca y por momentos esperpéntica sesión de la Comisión de Hacienda del Congreso el pasado lunes, que terminó con una votación casi a la una de la madrugada tras una negociación ‘in extremis’ con ERC y Bildu , fue sólo el partido de ida de una eliminatoria dura y bronca, y de resultado incierto. El Gobierno logró dejar abierto el encuentro de vuelta, que se juega este jueves en un campo de mayor envergadura, el pleno del Congreso. Pero no tiene, ni mucho menos, asegurado el pase a la siguiente ronda. La votación del paquete sobre impuestos impulsado por la vicepresidenta primera y titular de Hacienda, María Jesús Montero , que la oposición tacha de «infierno fiscal» y del que dependen, entre otras cosas, más de 7.000 millones de euros de fondos europeos, supone toda una encrucijada para la actual legislatura. También en términos de recaudación para el Estado (unos 4.000 millones de euros al año dejarían de ingresarse, según los cálculos de Hacienda) y por tanto, «de tener un colchón sobre el que hacer políticas sociales, que es para lo que estamos aquí», explican fuentes de la coalición. Una situación que la número dos de Pedro Sánchez , de cuya gestión dependerá el éxito o fracaso que se viva este jueves en la Cámara Baja, afronta con la incertidumbre de saber que depende de lo que decida votar Podemos , escindidos hace tiempo sus cuatro diputados de Sumar y en abierta guerra contra los de Yolanda Díaz. En su mano está que el proyecto, que parte de la transposición de la directiva europea que fija un tipo impositivo mínimo del 15% a las multinacionales y que abarca otras medidas, como el aumento hasta el 30% en el IRPF a los rendimientos de capital que superen los 300.000 euros, salga adelante. O, visto de otra manera, que la legislatura no entre en un colapso que pueda parecer definitivo. Con ERC y Bildu se acordó ya de madrugada prorrogar un año el controvertido impuesto a las energéticas, del que están en contra el PNV y Junts , mediante un decreto que Podemos se apresuró a calificar de «papel mojado» y que incluiría como contrapartida la exención de ese gravamen para las compañías que hagan determinadas inversiones verdes. «Tu vicepresidenta tiene que darnos garantías» , le trasladó un representante de los independentistas escorados a la izquierda a un estrecho colaborador de Montero el mismo lunes, tras terminar a altas horas la comisión parlamentaria de marras. Desde Junts, curiosamente más conciliador y cercano al Gobierno los últimos días que en toda la legislatura, se considera que las excepciones al impuesto energético lo suprimirán de facto. Casi por primera vez, el voto de los de Carles Puigdemont es de los pocos que el Gobierno puede dar este jueves por seguro antes incluso de que se inicie la sesión parlamentaria. Noticia Relacionada Presidencias del Supremo estandar Si El informe del CGPJ sobre paridad descarta la imposición de las candidatas de Bolaños Nati VillanuevaFuentes de Hacienda trasladan cierto desconcierto ante la posibilidad de que este jueves caiga ese paquete fiscal negociado durante largo tiempo, primero entre el PSOE y Sumar y luego con los aliados parlamentarios. « Hemos conseguido que Junts acepte la subida a las rentas del capital, qué más podemos hacer », aseguran con tono casi de resignación, incidiendo en la dificultad de armonizar las posturas de dos tipos de socios que si en algo son claramente antagónicos es en la materia fiscal. Junts y PNV, por ejemplo, lograron detener la subida prevista del IVA a los propietarios de pisos turísticos (una realidad particularmente sensible y palpable en Barcelona), rechazando la propuesta de Sumar de gravarlos con un 21% y la presión del grupo catalán logró también un alivio a las micropymes, que con la reforma verían reducido su tipo fiscal del 23 al 17% en cinco años, siempre que facturen menos de un millón de euros. En cuanto al impuesto a la banca, otra de las madres del cordero, se tumbó en la comisión una enmienda transaccional que lo hacía más duro para las entidades financieras de mayor tamaño, pero se volverá a votar este jueves el redactado original para prorrogar ese tributo, como quiere el PSOE, al margen de la excepcionalidad con la que se aprobó fruto de la guerra en Ucrania. Podemos decide Recaudación en peligro De no salir adelante la reforma que se salvó ‘in extremis’ en la Comisión de Hacienda, peligrarían más de 7.000 millones de fondos europeos y una recaudación de 4.000 millones al año con la que La Moncloa cuenta para sus políticas sociales. Dudas sobre la decisión de Podemos En el seno de la coalición y entre los socios de la misma cunden las dudas sobre la decisión que tomará Podemos. Algunos piensan que tendrían muy difícil justificar un no mientras que otros ven en los de Ione Belarra voluntad de romper. Montero se la juega La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, afronta una de las votaciones más decisivas de su carrera política. Negocia a dos bandas, con ERC y Bildu por un lado, y con PNV y Junts por otro, y ambos le piden garantías. Sobre lo que sucederá finalmente nadie se atreve a arriesgar pronósticos. Y entre las fuentes consultadas tanto del Gobierno como de los aliados parlamentarios hay quienes verbalizan las dos posibilidades. Que Podemos termine votando a favor, porque «tendrían muy difícil justificar su no» , o que decida apretar el botón de destrucción de la legislatura, porque «su estrategia es corrosiva y parecen estar en el cuanto peor, mejor». Hay quien lo explica, desde uno de los dos partidos que integran la coalición, con un símil sentimental: «Parece que dudan entre dejar al novio plantado en el altar o unas semanas antes», en referencia a si esperarían a tumbar los presupuestos o la ruptura se produciría previamente, este jueves mismo incluso. El Gobierno insiste en proclamar que esta situación se puede ver con «ojos de normalidad», como dijo su portavoz, Pilar Alegría . Pero ‘sotto voce’ se admite que la geometría variable que funcionó la pasada legislatura –unas reformas con ERC y Bildu, otras con Ciudadanos, por ejemplo– ya no es operativa.
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