La Cuarta división juvenil andaluza ha vivido este sábado un episodio bochornoso en el partido disputado en El Espiel entre el Atlético Espeleño y el Figueroa, ambos equipos cordobeses. El colegiado del encuentro, Emilio González , tuvo que marcharse del partido, una vez acabado este, sin poder redactar el acta arbitral, aconsejado por la Policía Local para evitar nuevos incidentes.Durante el partido, el árbitro sufrió un intento de agresión por parte del entrenador local, Jorge Pinilla Santos. Este fue amonestado por discutir de manera vehemente una decisión de Emilio González , pero la amarilla no solo no calmó su enfado, sino que lo aumentó hasta el punto de perder los papeles. A la vez que el colegiado le enseñaba la segunda amarilla y luego la roja, soltó un balonazo contra él y, a continuación, intentó propinarle un cabezazo, pero Emilio González estuvo rápido de reflejos y se lo quitó de encima con un empujón. Luego, el entrenador local saltó la valla de la zona de gradas, cogió una botella de agua situada al lado de su banquillo y amagó con lanzársela al colegiado, pero finalmente no lo hizo. Todo ello provocó la llamada de Emilio González a la Policía local y el incidente acabó ahí. Sin acta, de momento, pero tampoco sin sangre, afortunadamente.
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