Los primeros dinosaurios aparecieron hace al menos 230 millones de años. Eran animales bípedos relativamente pequeños que pasaban más o menos desapercibidos en ecosistemas repletos de otras formas de reptiles. Tuvieron que transcurrir 30 millones de años, en el comienzo del período Jurásico, hasta que esas criaturas poco excepcionales se convirtieran en los grandes reyes de la Tierra. Durante ese tiempo, aumentaron de tamaño y se diversificaron, mientras que otros reptiles y la mayoría de los grandes anfibios desaparecían. Los científicos saben mucho sobre las vidas y la extinción de los dinosaurios hace 66 millones de años, pero cómo consiguieron dominar el planeta es un enigma sin resolver que ha generado una gran controversia y muchas teorías. ¿Eran más ágiles y eficientes por su locomoción sobre dos patas? ¿Se produjo un cambio climático provocado por una gran catástrofe y ellos estaban mejor adaptados? Investigadores de la Universidad de Uppsala (Suecia) se han enfangado bien para intentar arrojar luz sobre el misterio. Han analizado una muestra de 500 bromalitos de dinosaurios, fósiles de material del sistema digestivo como heces, vómitos y desechos intestinales. Cosas que a nadie le apetece mirar pero que son un auténtico tesoro paleontológico. Los investigadores encontraron las valiosas muestras de hasta 30 cm de longitud en yacimientos de Polonia. Fueron dejadas por dinosaurios, tanto depredadores como herbívoros, y otros animales como peces, anfibios y reptiles de hace entre 230 y 200 millones de años. «Los coprolitos (heces fosilizadas) contenían una gran cantidad de restos de alimentos no digeridos, desde pequeños insectos (incluidos escarabajos) hasta peces, huesos, dientes y plantas semienterrados. Esto nos permitió reconstruir dietas y redes alimentarias del pasado», apunta a este periódico Martin Qvarnström, coautor del estudio que publica este miércoles la revista ‘Nature’. Noticia Relacionada En los alpes italianos estandar No Una excursionista descubre por accidente un mundo perdido de hace 280 millones de años Patricia Biosca Mientras caminaba con su marido, se percató de que había huellas en las rocas que resultaron ser de un reptil prehistórico. Al investigar más a fondo la zona, se han hallado restos de todo un ecosistema tropicalLos restos vegetales en los coprolitos de los herbívoros «nos permitieron ver por primera vez qué comían estos dinosaurios primitivos y de qué partes de las plantas se alimentaban», explica Grzegorz Niedzwiedzki, coautor del estudio. Curiosamente, algunas de esas plantas no se encontraban en el lugar donde aparecieron los fósiles, lo que indican que, probablemente, «los dinosaurios se alimentaban en un lugar diferente».¿Carbón contra las toxinas?Otro descubrimiento «interesante y muy misterioso» fue el hallazgo de trozos de carbón en los coprolitos. «¿Los dinosaurios comían carbón de plantas quemadas? Quizás servía para desintoxicar el contenido estomacal. Los helechos, cuyos restos están en los coprolitos, pueden ser tóxicos, y el carbón podría haber neutralizado estas toxinas. ¡Esto es una hipótesis! Quizás en el futuro estudiaremos esto más a fondo», cuenta Niedzwiedzki. Según Qvarnström, las muestras indican que los dinosaurios no surgieron de la noche a la mañana, sino que necesitaron «millones de años de vivir a la sombra de otros animales para finalmente y de manera gradual convertirse en dominantes». Parte de su éxito, explica, radica en su adaptabilidad en las primeras etapas de su historia evolutiva. «Los dinosaurios parecen haber sido generalistas en las primeras etapas de su evolución, de lo que se beneficiaron a medida que el cambio climático perturbaba su entorno», señala.«Algunos comían insectos y otros trituraban huesos como las hienas modernas para acceder a la médula ósea. Los primeros herbívoros comían todas las plantas que podían encontrar y, ocasionalmente, ingerían carbón para desintoxicar sus estómagos. Los primeros pasos de la evolución de los dinosaurios parece haber sido una época de ‘prueba y error’ que, al final, resultó haber funcionado bien», resume el investigador.Dinosaurios herbívoros comen helechos en un ecosistema del Jurásico temprano Marcin AmbrozikLo que hay que hacer para no extinguirseLos dinosaurios se apoderaron de los nichos ecológicos en la cuenca polaca ya al final del Triásico. «El cambio climático probablemente allanó el camino para su éxito, pero creo que su anatomía, fisiología y plasticidad ecológica también jugaron un papel», puntualiza Niedzwiedzki.El investigador no duda de que los coprolitos «son un auténtico tesoro de conocimiento sobre los dinosaurios. Durante años, estos fósiles estuvieron un tanto marginados, pero ahora sabemos que nos contarán la vida (de estos animales). No sólo qué comían, sino también cuál era su fisiología, qué parásitos tenían, y los restos vegetales de los coprolitos nos dicen dónde, en qué entorno, se alimentaban los herbívoros».MÁS INFORMACIÓN noticia Si Así se secó el Mediterráneo hace 5,5 millones de años noticia Si Hallan un pajarillo de la era de los dinosaurios con un cerebro nunca vistoLos investigadores creen que su estudio también puede servir para comprender el futuro, ya que al estudiar la rotación de la fauna y el efecto del cambio climático en el pasado, «se obtiene una comprensión más profunda de cómo los animales se adaptan y sobreviven en tiempos difíciles». En definitiva, «lo que hay que hacer para no extinguirse», agrega Niedźwiedzki, «es comer muchas plantas. La razón detrás de su éxito evolutivo es un verdadero amor por los brotes verdes y frescos».
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