Juan Lobato, que este miércoles dimitió como secretario general del Partido Socialista de Madrid, temió que Moncloa no sólo lo había utilizado en el caso del novio de Isabel Díaz Ayuso sino también que lo intentaron engañar. Eso y la apertura de la investigación por revelación de secretos que ha llegado hasta el fiscal general del Estado, fueron los motivos que lo impulsaron a comparecer en una notaría de Madrid la primera semana de noviembre. «Estamos convencidos de que fue una trampa que le pusieron», dijeron este miércoles a ABC fuentes próximas a Lobato. «Si eso estallaba de algún modo, era su imagen con el mail en la mano la que saldría», añaden.Pilar Sánchez Acera , mano derecha de Óscar López, el entonces director de Gabinete de Pedro Sánchez, contactó con el líder de los socialistas madrileños a las 8 de la mañana del pasado 14 de marzo. Como desveló ABC, le envió unos mensajes de WhatsApp entre los que se encontraba el correo electrónico donde el letrado de Alberto González Amador reconocía al fiscal del caso la comisión de dos delitos fiscales por parte de su representado.Noticia Relacionada estandar Si Líderes autonómicos como Tudanca y otros dirigentes lamentan su marcha Mariano Alonso En el PP pasan de puntillas por el adiós del líder del PSOE en Madrid y señalan hacia el fiscal generalLobato preguntó a su compañera Sánchez Acera por el origen del documento, ya que sospechó que podía provenir de la Fiscalía. Ella, según las fuentes consultadas , no le dio una respuesta clara y Lobato le dijo que prefería no mostrarlo ese mismo día en la Asamblea de Madrid. Ella le informó de que lo iba a filtrar a la prensa y así el entonces portavoz socialista en la Asamblea se podía sentir libre usándolo. El documento Efectivamente, el documento sujeto a secreto salió publicado a las 09:06 de la mañana en ‘ elplural.com ‘, un medio afín al PSOE, y Lobato lo esgrimió ante Ayuso más de una hora después, pasadas las 10 de la mañana. Atados los cabos y con la investigación judicial en marcha, Juan Lobato decidió ir a la notaría unos días después del registro del despacho del fiscal general del Estado y la incautación de su móvil y ordenador. Según fuentes próximas al político recién dimitido , fue su entorno familiar más próximo quien le aconsejó protocolizar las pruebas ante notario. Ya en la notaría, Lobato aportó sus mensajes de WhatsApp, donde figura la hora y fecha de recepción. Se incluyeron en el acta junto al pantallazo de ‘elpural.com’ donde se ve el mismo documento que él había recibido de Moncloa y la hora de publicación: las 09:06, esto es, una hora después de que se lo enviara Pilar Sánchez Acera. La noche anterior y primera hora del 14 de marzo algunos medios habían publicado entrecomillados del correo de la confesión, pero ninguno había reproducido el documento. De ahí que las horas sean fundamentales. Como adelantó a este diario el pasado domingo y dijo públicamente el lunes, Juan Lobato se fue de la notaría sin llevarse copia del acta. Se limitó a dejarla allí por precaución.TestigoSi no lo ha hecho ya, Juan Lobato tendrá que ir a la notaría a solicitar una copia simple, ya que el Tribunal Supremo no sólo lo ha citado a declarar este viernes como testigo, sino que también le ha requerido para que aporte el acta. Se entiende que el juez instructor, Ángel Hurtado, que investiga tanto a Álvaro García Ortiz como a la fiscal jefe provincial, Pilar Rodríguez, por revelación de secretos, estudiará el documento antes de interrogar al testigo.Por otro lado, una de las acusaciones populares, la que ejerce Manos Limpias, ya ha solicitado que Pilar Sánchez Acera sea citada también como testigo, aunque el juez aún no ha resuelto esta petición . Lo lógico es que lo haga después de ver el acta y oír a Juan Lobato. El político ha denunciado ser víctima de un «linchamiento» desde su propio partido: «Yo no creo en la destrucción del adversario , en la aniquilación del que discrepa y del que piensa diferente».
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