Primer resquicio de esperanza para la familia de Saimir Sula , el joven albanés de 31 años fallecido en España en 2020 que, tras practicársele la autopsia, fue repatriado a su país sin el corazón . Saimir falleció en el Hospital del Mar de Barcelona , donde ingresó en mayo de ese año con un cuadro compatible de Covid-19, cuando, tras dar negativo a la infección, intentó abandonar las instalaciones y un equipo de seguridad del centro le redujo y se lo impidió. Su hermana Majlinda siempre ha creído que la muerte le sobrevino como consecuencia de la «contención agresiva que le practicaron, aunque no ha podido demostrarlo.Tras cuatro años de peregrinaje administrativo y judicial para aclarar las circunstancias de la muerte del joven y por qué su cadáver fue devuelto a su país sin el órgano, la familia sigue sin respuestas. El caso abrió un conflicto diplomático entre España y Albania cuando la Fiscalía de Tirana inició un procedimiento penal por supuesto tráfico de órganos. En junio de 2023, a raíz de la reclamación del gobierno albanés, el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses de Barcelona entregó a una comisión de expertos del país balcánico un corazón, al que aún no le han practicado la prueba de ADN para determinar si es el de Saimir, según denuncia la familia. Tras varios portazos de la justicia española, la familia optó por elevar el caso a Europa y ahora el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha aceptado investigar los hechos. En una respuesta, a la que ha tenido acceso ABC, el TEDH comunica al letrado Carlos Sardinero , de la Asociación el Defensor del Paciente, que ha asesorado a la familia en todo el proceso, que «el caso será sometido a examen del Tribunal tan pronto como sea posible» y le anuncia que «el Tribunal podrá solicitarle información a lo largo del procedimiento».Noticias relacionadas reportaje No El corazón de Sajmir vuelve a Albania tres años después de su muerte Esther Armora estandar No ¿Dónde está el corazón de Saimir? Albania acusa a España de tráfico de órganos Esther ArmoraLa hermana de Saimir ha expresado a ABC su «satisfacción» por la respuesta del tribunal europeo, aunque teme que, pese a todo, la muerte de su hermano «siga sin aclararse». «Nunca tiraré la toalla. Lucharé hasta el final para poder dormir tranquila. Se lo debo a mi hermano », afirma. Majlinda sospecha que Saimir murió el 10 de mayo de 2020 en el Hospital del Mar como consecuencia de la «contención que le realizaron los agentes de seguridad del centro». Nunca se aclaró. Pese a pedirlo insistentemente, la familia tampoco obtuvo nunca información sobre por qué se extrajo el corazón al cadáver de Saimir si no era donante ni sobre la trazabilidad del órgano. «La autopsia no pone en ninguna parte que se extrajera el órgano, sólo muestras de algunos tejidos», señala el abogado Carlos Sardiner o . Consultada por este diario, la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) asegura que en España solo ha habido dos intentos de tráfico de órganos pero no se ha detectado ningún caso, y subraya que el «sistema actual ofrece máximas garantías». Por su parte, desde la Organización Catalana de Trasplantes (Ocatt) alegan que prefieren no opinar porque el asunto no les compete. La «pesadilla» de la familia de Saimir comenzó en 2020 cuando, al repatriar a Albania el cuerpo del joven, vieron que le faltaba el corazón. Los familiares reclamaron insistentemente los resultados del primer análisis forense realizado en Barcelona, y el 27 de mayo de 2021 se les envió el informe histopatológico del supuesto órgano. Las fechas no coincidían . Según consta en el documento, consultado por ABC, la autopsia se realizó el 22 de abril, 17 días antes de la muerte. Las sospechas de los familiares de que «algo raro había sucedido con la muerte de Saimir» aumentaron. Para esclarecer las circunstancias del fallecimiento de su hermano, Majlinda acudió a la Audiencia Provincial de Barcelona , que tras revisar el caso archivó la causa. El juez consideró que no había pruebas de que la contención que se realizó al joven albanés le causara la muerte, y se negó también a realizar la prueba de ADN al corazón del joven, tal y como solicitaron los abogados de la familia. En su último auto, de 21 de marzo de 2023 y consultado por este diario, la Audiencia Provincial de Barcelona mantiene que «en el informe médico de 15 de junio de 2022 se concluye que las asistencias médicas realizadas al finado se ajustaron a la normopraxis médica tanto en el estudio y tratamiento del cuadro febril por el que acudió a urgencias, como en el tratamiento de la agitación psicomotora y en el tratamiento por la parada respiratoria sufrida». Reconoce, no obstante, que la contención aplicada fue « causa intermedia con influencia de otras causas».Informe preliminarAsimismo, en un informe preliminar, con carácter provisional, el Instituto de Medicina Legal estableció, según denuncia el abogado, que Saimir «presentó cuadro de agitación y requirió contención mecánica antes de morir, por lo que no descarto que este aumento de necesidades metabólicas haya sido un desencadenante del resultado final». Fuentes del Hospital del Mar consultadas por ABC remiten al archivo de la causa, que descarta las maniobras de contención como motivo de la muerte y aseguran que en el hospital no se le realizó la autopsia.Sin embargo, las autoridades de Albania decidieron reactivar el proceso a través de la Fiscalía del Tribunal de Primera Instancia de Tirana y reclamaron respuestas al Gobierno de España. La Fiscalía de la capital de Albania registró un procedimiento penal por un presunto delito de compraventa ilegal de órganos previsto en el art. 89 del Código Penal Albano. Dirigió, asimismo, una comisión rogatoria solicitando auxilio judicial a las autoridades judiciales españolas, en dos oficios que se hicieron en febrero de 2021 y en abril de 2022. En los dos procedimientos se pedía que se remitiera el corazón a Albania o, en caso de que no fuera posible, se le practicara una prueba de ADN. Tras un periplo judicial de cuatro años, la familia agotó los recursos, sin lograr que los tribunales españoles estimaran los derechos fundamentales afectados. También llamaron a la puerta del Tribunal Constitucional (TC) pero este no consideró que el asunto tuviera trascendencia constitucional.El verano de 2023, tal y como avanzó este diario en su edición del 15 de julio de ese año, una comisión de expertos del país de los Balcanes se desplazó a Barcelona para custodiar el corazón – supuestamente del joven– hasta su país natal con el fin de, atendiendo a la demanda de su hermana, Majlinda Sula, poder practicarle una prueba de ADN que certifique, por un lado, si el órgano es suyo, y también las causas que condujeron a Saimir a la muerte.Sin prueba de ADNSegún certifica la familia, cuando el corazón llegó a Albania no pudieron realizarle la prueba de ADN por «falta de medios técnicos». « No han podido separar el corazón de la formalina, químico utilizado para la conservación de órganos y tejidos, porque técnicamente no pueden y eso ha hecho que sea imposible realizar la prueba», denunció entonces la hermana. Ante la imposibilidad de practicarle la prueba, la familia reclamó a las autoridades albanesas que enviaran una muestra del corazón a otros laboratorios europeos costeando el procedimiento ellos pero el país balcánico se negó «sin dar más explicaciones». Ante este nuevo ‘portazo’ institucional, los familiares de Saimir optaron por trasladar el caso «y también el órgano» a Estrasburgo y elevar el caso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos como última opción después de que el Tribunal Constitucional (TC) desestimara el recurso de amparo de la familia. «El Constitucional no lo ha avalado no porque no exista vulneración de derechos fundamentales sino porque ésta no tiene trascendencia constitucional que es muy diferente», indicó la familia. Ahora, el tribunal europeo se interesa por el caso y ha aceptado investigar los hechos. La familia es consciente de que es su última baza para aclarar la muerte Saimir.
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