La sorpresa fue tan mayúscula como las glorias que amasó don Felipe II por tierra y mar… ¡y porque no existían las fuerzas aéreas! El 2 de agosto de 1595, Su Graciosa Majestad británica vio cómo cuatro galeras con bandera imperial depositaban sobre las costas de Penzance, al suroeste de la Pérfida Albión, tres compañías de arcabuceros. Unos cuatro centenares de soldados de los temibles –porque sí, lo eran– Tercios españoles con un objetivo claro: sembrar el caos en territorio enemigo. Y vaya si lo lograron. «Permanecieron cuatro días, hasta el 5 de agosto, aprovechando para destruir y desmantelar todas las defensas artilleras de la zona».El que habla a la grabadora de ABC es el coronel en la reserva Manuel Casas Santero , del Instituto de Historia y Cultura Militar . Tiene claro que esta operación supuso un golpe en la mesa para los Tercios españoles, aunque también que fue un hito que no se volvió a repetir. Es imposible tener todo. «Representa la última incursión de una unidad militar terrestre en suelo inglés, cosa que no ha vuelto a ocurrir, ni aun de forma efímera», explica el militar. Por ello –por su importancia, vaya– la llamada batalla de Cornualles es una de la docena de contiendas y mapas que el Ejército de Tierra ha incluido en su nuevo calendario de 2025: ‘De Pavía a Breda (1525-1625). 100 años de preeminencia militar de los tercios españoles en Europa’.Noticia Relacionada En 1741 estandar No El genio olvidado tras Blas de Lezo que también aplastó a la flota inglesa Manuel P. Villatoro El ingeniero Carlos Desnaux ayudó a mejorar las defensas de Cartagena de Indias y, para algunos historiadores, fue el verdadero artífice de la derrota de Vernon«La de Cornualles es una operación muy poco conocida. Juan del Águila, al mando de sus tropas, destacó a un grupo de hombres para acosar en las costas de Inglaterra al enemigo. Es una de las muchas batallas en la que los Tercios demostraron su superioridad militar», afirma Ricardo Sánchez. Sabe de lo que habla, pues, como dibujante y artista, ha sido el encargado de representar para este calendario del Ejército de Tierra los episodios más destacados de las legiones romanas de la Monarquía Hispánica. Desde Pavía , en la que el arcabuz imperial aplastó a la caballería pesada gala, hasta el sitio de Breda, finalizado en 1625, pasando por Malta o Túnez.El calendario ha sido elaborado al amparo de la Fundación Museo del Ejército y de la mano de la empresa privada Dragón Colección –filial de Risco Negro–. «Bajo este copyright hemos hecho mapas tan populares como el del Imperio español, el de Cartagena de Indias o el del Camino español. Son objetos vistosos que buscan dar a conocer la historia que llevamos en la piel», explica Sánchez, al frente de la compañía. En sus palabras, ‘De Pavía a Breda (1525-1625)’ es uno de los tres calendarios que presentan este año. «Lo hemos elaborado en primicia para el Ejército de Tierra, pero también hemos sacado al mercado otros dos. El primero, sobre la huella española de ultramar : la estancia en México, los dragones de cuera… El segundo, sobre duendes ; con él conmemoramos el aniversario de la publicación del libro ‘Los duendes’, de Jesús Callejo», suscribe.Portada del calendario RICARDO SÁNCHEZEl que hoy nos ocupa, dice Sánchez, «describe el paso de una era en la que no existían los Tercios, pero sí había una organización muy similar, a los tiempos en los que se perfeccionó el sistema de combate de estas unidades». Las imágenes, la mayoría de ellas inéditas, son acompañadas con textos informativos elaborados por el mismo Casas. «Todo arranca con una primera ilustración de la que me siento particularmente orgulloso. En ella queda patente el carácter de aquellos soldados que resistieron a miles de enemigos en enclaves como Castelnuovo , donde un puñado de españoles defendieron una fortaleza frente a un mínimo de 50.000 contrarios», añade.Siete preguntas al Coronel en la reserva Manuel Casas Santero1-¿Qué importancia albergan los Tercios para el Ejército español?Los Tercios son un referente para los unidades militares españolas actuales. Son un ejemplo de abnegación, disciplina y compañerismo que debe seguir desde el individuo aislado a la gran unidad. Un ejemplo de esto lo podemos ver en el poema de Calderón de la Barca que todos los militares aprendemos desde los primeros días de ingreso en el Ejército. El poema está incluido en la obra de teatro ‘Para vencer Amor, querer vencerle’, donde Calderón nos presenta una preciosa retahíla de virtudes militares que adornaban a los soldados de los Tercios: la obediencia, la lealtad, el valor, el crédito, la constancia, la humildad… Son, entre otras, las virtudes que los soldados actuales intentamos seguir.2-¿Qué valor tuvieron a nivel histórico estas unidades durante el siglo que abarca el calendario?Utilizaría dos calificativos: fundamental y definitivo. Los Tercios tuvieron un valor fundamental porque, aunque formaban parte de un ejército multinacional (italianos, alemanes, valones, irlandeses…), constituían el nervio central de ese ejército. Se les asignaban las misiones más arriesgadas, difíciles y, sobre todo, de mayor garantía de éxito para el mando. También tenían un valor definitivo, porque su actuación en las batallas solía conducir a la victoria final.3-Una de las contiendas más desconocidas que recogen es la batalla de Cornualles. ¿Considera osada esta incursión contra Inglaterra tras el desastre de la Grande y Felicísima Armada?Efectivamente, Cornualles no es en sí una batalla, se incluye en la operación que llevó a cabo el Tercio de don Juan del Águila (ilustre abulense de la localidad de El Barraco) internándose en Brest en apoyo de los católicos franceses. Se ha incluido en el calendario porque representa la incursión de una unidad militar terrestre en suelo inglés, cosa que no ha vuelto a ocurrir, ni aun de forma efímera.Lámina dedicada a la Batalla de Breda RICARDO SÁNCHEZ4-¿Qué oficial y qué soldados la protagonizaron?El comandante de la fuerza fue el capitán Carlos de Amésquita, que contó con tres compañías de arcabuceros españoles y cuatro naves para trasladarlos desde las costas del Noroeste francés hasta el Sur de Inglaterra, concretamente a Cornualles. Allí permanecieron cuatro días, del 2 al 5 de agosto, aprovechando para destruir y desmantelar todas las defensas artilleras de la zona, así como haciendo huir a todo el contingente ingles allí desplegado. Arrasaron las poblaciones de Newlyn, Paul, Mousehole y Penzance, según nos cuenta don Justino Jiménez Candil en su libro ‘Juan del Águila’. Esta operación se podría entender como preparatoria para otra posterior que profundizara en territorio británico, que no se llegó a realizar. El 5 de agosto inició el regreso la pequeña escuadra de Amésquita, encontrándose en la ruta una fuerza naval inglesa muy superior. El capitán español decidió atravesar la muralla de barcos enemigos a la mayor velocidad posible consiguiéndolo debido a la sorpresa que supuso su atrevida acción. Finalmente, la fuerza española llegó al puerto de Blavet con dos naves muy dañadas y tan solo veinte muertos.5-¿Cómo fue el enfrentamiento contra Godolphin y su milicia?La verdad es que las tropas españolas tuvieron muy poca oposición militar por parte inglesa. Había en la zona un contingente de unos 1.000 individuos que formaban la llamada Milicia Local, al mando de sir Francis Godolphin. A pesar de la superioridad numérica, esta milicia tenía pocas posibilidades de victoria en un hipotético enfrentamiento contra los arcabuceros españoles. La superioridad militar de estos últimos era abrumadora, así que la tropa de sir Francis se disolvió antes de presentar batalla. No obstante, el valeroso (e insensato) Godolphin pretendió acometer él solo contra los españoles tras la defección de sus hombres; afortunadamente para él algunos familiares y amigos consiguieron disuadirle de esa suicida intención.6-Una batalla que se haya quedado fuera del calendario, y le gustaría haber puesto.La verdad es que se podrían hacer tres o cuatro calendarios similares con otras batallas. Se han elegido éstas porque parecen las más importantes o tienen alguna característica especial. Por ejemplo, hablando de Cornualles, se podría haber presentado la batalla de Brest y el Fuerte del León con el Tercio de Juan del Águila dicho anteriormente. También podríamos hablar del ‘Annus Miravilis’ de 1625, con la Recuperación de Salvador de Bahía de manos holandesas, la Defensa de Cádiz contra los ingleses y el Socorro de Génova contra el cerco del ejército franco-saboyano.Lámina dedicada a la batalla de Lepanto RICARDO SÁNCHEZEstas batallas se representan en sendos cuadros expuestos en el Museo Nacional del Prado; comparten sala con el maravilloso cuadro de ‘La Rendición de Breda’ o ‘Las Lanzas’, de Diego Velázquez . Batalla de Mook, Rendición de Juliers, Batalla de Fleures… Y si ampliáramos el marco temporal (de 1525 a 1625) la lista sería interminable: Ceriñola, Garellano, Bicocca antes de Pavía, Nördliger, Socorro de Buda, después de Breda por ejemplo. Si tuviera que elegir una para ponerla en el calendario, elegiría la Recuperación de Salvador de Bahía de don Fadrique de Toledo por representar un gran empeño español y portugués para robustecer la unión de ambas coronas llevada a cabo en 1580. Lo difícil sería elegir la que sale del mismo. Da pena que el año solo tenga 12 meses.7-¿Cuál es su batalla preferida?Pavía. Esta batalla cambia el rumbo de la Historia de Europa, da carta de naturaleza a la hegemonía de la Monarquía Hispánica y permite la conexión entre sus posesiones del sur y el centro de Europa. Por otra parte, cambia los principios del Arte de la Guerra de la época: preponderancia de la Infantería sobre la Caballería Pesada, actuación decisiva de las armas de fuego individuales, coordinación entre armas de fuego y picas… Da pie a lo que hoy llamamos ‘Revolución Militar Moderna’.
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