BlueSky ha surgido como la alternativa de moda a X (antes Twitter), tras los polémicos cambios implementados por Elon Musk en la red social del pajarito. Las relajadas políticas de moderación han disparado la polarización, llevando a muchas empresas a preguntarse: ¿merece la pena apostar por esta nueva plataforma más controlada?Para Marcos Blanco, profesor de ESIC University, las empresas deben tener claros tres factores antes de decidir entre Bluesky y X. Señala que, en primer lugar, la estrategia de marketing es clave: Bluesky permite interacciones más auténticas sin la saturación publicitaria de X, pero carece de herramientas de segmentación y alcance masivo. Añade que, en segundo lugar, los valores de la marca son determinantes. Según Blanco, la privacidad y la transparencia que promueve Bluesky lo convierten en una opción ética frente a X, cuya moderación más laxa podría perjudicar la imagen corporativa. Por último, destaca la importancia de la audiencia: mientras Bluesky tiene usuarios jóvenes y ‘techies’, X ofrece cifras globales masivas. Todo depende, concluye Blanco, de los objetivos de cada empresa.Noticia Relacionada Desinformación en Internet estandar No Cuanto más te indigne una noticia más fácil será que la difundas en redes, incluso sin haberla leído José Ramón Navarro-Pareja Un estudio de varias universidades estadounidenses demuestra que la indignación es el motor de la desinformación en internetIrina Madrilley, responsable de social media en Rocket Digital, considera que BlueSky ofrece una ventaja clave gracias a su transparencia y un algoritmo que prioriza contenidos relevantes para los usuarios. Sin embargo, advierte que las empresas deben apostar por publicaciones atractivas y entretenidas, ya que el uso meramente informativo podría saturar la plataforma y desincentivar a los usuarios.«Ahora es un excelente momento para que las empresas comiencen a explorar Bluesky. La plataforma ofrece un entorno con menor competencia, lo que permite a las marcas experimentar con diferentes tipos de contenido, entender el tono y lenguaje preferido por los usuarios, y optimizar su presencia desde una etapa temprana. Al hacerlo, pueden alimentar el algoritmo con contenido relevante y construir una comunidad sólida antes de que se produzca una migración masiva desde X», dice Madrilley.Momento claveEsther González, profesora de EAE Business School, también considera que este es un momento clave para experimentar con Bluesky. La plataforma, con 20 millones de usuarios, ofrece ventajas como mayor visibilidad para los primeros en adoptarla, aunque su base sigue siendo menor que redes consolidadas, dice. Por su parte, recomienda una estrategia híbrida: mantener presencia en plataformas establecidas mientras se explora Bluesky con recursos controlados, evaluando su impacto real. Innovar es esencial, pero debe hacerse con planificación estratégica y seguimiento constante para garantizar que el esfuerzo sea proporcional a los beneficios obtenidos. Juan Luis Moreno, partner & managing director de The Valley, coincide en que Bluesky es una oportunidad para empresas que buscan innovar en un entorno digital emergente y menos saturado. Bluesky tiene unos 20 millones de usuarios, mientras que X tiene entre 400 y 500 millones.La falta de herramientas de segmentación y alcance masivo juega en contra de BlueskyLa migración de usuarios de X a Bluesky responde a problemas que han erosionado la confianza de muchos usuarios en la plataforma de Musk. Entre las principales quejas destaca el aumento de desinformación y discursos de odio, según afirman los usuarios descontentos, agravados por políticas de moderación más laxas y un enfoque algorítmico percibido por algunos como intrusivo y manipulador. A esto se suma críticas y preocupación por el uso de datos personales y la falta de transparencia en las decisiones corporativas de X. En cambio, BlueSky, impulsada por Jack Dorsey, ofrece un modelo descentralizado que prioriza la personalización y el control del usuario sobre su experiencia. Esta filosofía ha captado la atención de aquellos que buscan alternativas más éticas y comunidades menos polarizadas. Además, la reciente reelección de Trump y el rol de Musk en debates políticos han acelerado esta migración. Aunque Bluesky tiene menos usuarios que X o Threads, permite a las marcas posicionarse como pioneras, construir comunidades leales y explorar estrategias digitales en un ecosistema más ético. Su enfoque en la descentralización, a través del protocolo AT (‘authtenticated transfer protocol’), ofrece mayor control sobre datos y personalización, un atractivo diferencial. Moreno subraya que este momento es clave para empresas interesadas en liderar la innovación y conectar con audiencias tecnológicas y comprometidas. Blanco, de ESIC, explica que BlueSky y X presentan diferencias clave en audiencias y filosofía. X, con 400-500 millones de usuarios, es óptimo para campañas masivas, mientras BlueSky, con 20 millones, se enfoca en nichos específicos. BlueSky atrae ‘early adopters’ y ‘heavy users’ interesados en autenticidad, personalización y privacidad, logrando un ‘engagement’ más exclusivo, dice. Su enfoque descentralizado permite a las marcas personalizar algoritmos y ‘feeds’, creando experiencias adaptadas. Por el contrario, X, con un algoritmo centralizado optimizado para alcance y viralidad, es más útil para campañas de gran escala, indica. En definitiva, X es ideal para visibilidad global, mientras BlueSky destaca para conectar con comunidades específicas, éticas y comprometidas, ofreciendo un entorno más controlado y transparente que muchas marcas valoran en la actualidad.Maxence Marius, director general de Eskimoz en España, destaca que las empresas deben evaluar si BlueSky se alinea con su demografía y objetivos estratégicos. Aunque atrae a usuarios interesados en descentralización, carece de herramientas avanzadas como publicidad y verificación de cuentas, lo que puede dificultar la autenticidad y credibilidad de los perfiles de marca, así como la falta de herramientas publicitarias avanzadas, dice.Nacho de Pinedo, CEO Digitalent Group y fundador de ISDI Escuela de Negocios, señala que BlueSky destaca en el ecosistema social por su enfoque en la descentralización y el control del usuario, gracias al AT Protocol. Creada por Jack Dorsey, busca ser un refugio frente a la polarización y desinformación de X. Frente a Threads y Mastodon, atrae a un nicho técnico y creativo que valora la personalización, asegura.Sin fórmulasEn un contexto polarizado, De Pinedo, explica que la estrategia depende de los objetivos de comunicación y el público objetivo. Para una cobertura a corto plazo, sugiere priorizar redes con mayor número de usuarios o diversificar presupuestos entre varias plataformas. Sin embargo, si la meta es construir relaciones sólidas con un público específico a largo plazo, recomienda concentrar esfuerzos en la plataforma más adecuada. Por ejemplo, BlueSky, que está atrayendo a la comunidad artística, ofrece funcionalidades ideales para generar notoriedad, oportunidades de contratación y espacios de co-creación, convirtiéndose en una opción estratégica para ese segmento, dice.En cuanto a los retos, Moreno, de The Valley, identifica que BlueSky debe alcanzar una masa crítica de usuarios para atraer la inversión de empresas y creadores de contenido. Además, destaca la necesidad de captar audiencias menos técnicas y comunicar mejor los beneficios de la descentralización, dice. También enfrenta el desafío de demostrar sostenibilidad financiera, articulando su rentabilidad para anunciantes. Por último, subraya la importancia de diferenciarse de competidores como Mastodon y Threads, aprovechando su personalización de algoritmos, privacidad y control de datos como ventajas competitivas.Sobre la decisión de posicionarse en un mercado emergente, Marius, de Eskimoz, subraya que adoptar BlueSky refleja innovación y compromiso ético frente a la toxicidad percibida en X. Sin embargo, advierte que estas decisiones pueden polarizar, interpretándose como un posicionamiento ideológico o estratégico. Las empresas deben comunicar claramente sus valores, ya que la percepción pública dependerá de cómo gestionen su presencia digital y el equilibrio entre innovación y riesgo en plataformas emergentes como BlueSky, Mastodon o Threads.
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