Representantes del PSOE y de Junts se reunieron este viernes en Ginebra (Suiza) para acercar posiciones y limar los desencuentros que mantienen en vilo al Ejecutivo de Pedro Sánchez, después de que Carles Puigdemont alertase de que la relación entre ambos partidos no iba según lo previsto en el acuerdo de investidura de 2023 y exigiera al líder socialista que presentase una moción de confianza en el Congreso .Según avanzó ‘El Periódico’ y confirmaron a Ep, al encuentro en el país helvético se desplazaron el mismo Puigdemont, Jordi Turull y Míriam Nogueras por parte de Junts y de las filas socialistas Santos Cerdán , secretario de Organización, y Juan Francisco Serrano. En ambos casos, los interlocutores habituales en este tipo de encuentros, desde que se configuraron el año pasado.Después que el presidente de Junts, el lunes, advirtiera a Sánchez de que, desde su punto de vista, los socialistas no están cumpliendo los pactos del llamado «acuerdo de Bruselas» , por ser la ciudad en la que se firmó el documento que permitió a Sánchez mantenerse en la Moncloa tras las elecciones generales, este viernes, los dirigentes del PSOE se reunieron con la cúpula de Junts en Suiza, en el marco de las negociaciones que mantienen abiertas desde 2023 y que, en teoría, se llevan a cabo bajo la supervisión de un mediador internacional. Los encuentros se producen cada mes.Noticia Relacionada estandar Si Junts lleva la reforma para impedir el proyecto de Hard Rock al Consejo de Garantías Estatutarias Daniel Tercero Los populares consiguen aprobar en el Parlament, con Junts y la abstención del PSC y Vox, una moción que pide agilizar el desarrollo empresarial del complejo de ocioDe momento, no trascendió los asuntos concretos de la reunión de este viernes en Suiza, que ambas formaciones tratan de que sean en secreto y sin explicar, posteriormente, los temas discutidos. Desde el inicio de estos cara a cara, tanto desde el PSOE como desde Junts , se ha defendido que solo darían publicidad a los acuerdos obtenidos, pero no a los tratados. Sobre la mesa, sin embargo, están sin duda las reivindicaciones de los independentistas (que la ley de Amnistía afecte a Puigdemont, todavía encausado por el Tribunal Supremo; que el catalán se convierta en lengua oficial en la Unión Europea como el inglés o el español, por ejemplo, petición que el Gobierno ya ha tramitado y considera vital en sus reuniones comunitarias; la transferencia integral de la gestión de la inmigración a la Generalitat y, seguramente, entre otras, las últimas exigencias en materia de RTVE , que como avanzó ABC se concretan, entre otras cosas, en que La 2 en Cataluña sea íntegramente en catalán) y, también, las nuevas peticiones de los socialistas que, básicamente, consisten en conocer el precio a pagar para que los siete diputados de Junts en el Congreso apoyen los presupuestos generales del Estado para 2025. Un objetivo que persigue Sánchez y que los independentistas todavía no han aceptado ni sentarse a negociar, alegando que el PSOE no ha cumplido con los acuerdos firmados para la investidura.Mantener vivo el pactoAunque la petición de que Sánchez se someta a una cuestión de confianza tiene pocos visos de prosperar, ya que el PSOE y Sumar controlan la mayoría en la Mesa del Congreso y los letrados, como adelantó este diario, recomiendan no admitir a trámite la propuesta de Junts, los independentistas esperan que el Gobierno dé muestras de querer mantener vivo el acuerdo de 2023 que permitió a Sánchez retener la Moncloa.Puigdemont -en la misma línea que ERC- quiere que el Ejecutivo socialista cumpla con los pactos firmados antes de asumir nuevos para la aprobación de las cuentas de 2025, qu e el Gobierno todavía no ha presentado en la Cámara Baja.La reunión en Suiza, eso sí, no se ha producido un día cualquiera y sin valor e impacto mediático. Mientras PSOE y Junts se reunían en el país helvético , Sánchez y los presidentes autonómicos trataban en la XXVII Conferencia de Presidentes de Santander asuntos de gran importancia (financiación regional, acceso a la vivienda, gestión de la inmigración y gasto en sanidad). Un foro multilateral, reglado y regulado, que acabó sin acuerdo, mientras el Ejecutivo mantenía un espacio bilateral, sin especificaciones legales, fuera de España.
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