Europa mira al cielo con orgullo. Este próximo lunes, 16 de diciembre, Bruselas será testigo del nacimiento de IRIS2 , un programa completamente europeo para garantizar la autonomía estratégica en las comunicaciones gubernamentales y de defensa por satélite .Se trata de un sector donde las grandes potencias mundiales juegan sus propias cartas, tanto a nivel público como privado. En este sentido, el multimillonario Elon Musk sigue pisando fuerte con Starlink , al igual que Amazon con Kuiper . No obstante, se trata de proyectos que no compiten de manera directa con la propuesta europea.Noticia Relacionada ESPECIAL I+D+I estandar Si Andalucía se quiere poner en órbita: nacen Alpha y Andalusat Noelia Ruiz El sector prevé un crecimiento exponencial del ‘new space’. Esta región cuenta con más de 50 grupos de investigación trabajando en espacio y ‘startups’ como OBA están proponiendo soluciones innovadorasY todo arrancará de manera oficial con la firma en Bruselas el contrato de la adjudicación para el desarrollo de SpaceRISE , un consorcio formado por la española Hispasat , Eutelsat y SES junto con otros miembros, y que está valorado en cerca de 10.000 millones de euros. La financiación se lleva a cabo entre aportaciones de la Unión Europea, la Agencia Espacial Europea y las propias empresas.Técnicamente, IRIS2 se define como un sistema pionero de conectividad multiórbita . Este proyecto representa un paso crucial hacia el establecimiento de una infraestructura de comunicaciones segura, resiliente y autónoma para Europa, con un estado operativo pleno previsto para principios de la década de 2030.En este contexto, ABC ha podido conversar con el presidente de Hispasat, Pedro Duque , que explica que la gran novedad es que se trata de «un sistema de alta seguridad y baja latencia, pero en cualquier punto del mundo». El exministro recuerda que «ahora mismo tenemos ambas cosas, pero en ciudades, y en entornos rurales también se está avanzando. Pero lo revolucionario es extenderlo a todo el mundo, y sobre todo a sitios donde no hay, pero que fuera necesario por cuestiones de seguridad, o que se requiera para otros usos».Fuerza europeaEl otro gran cambio de paradigma tiene que ver con la soberanía digital. Duque asegura que el camino es « construir con tecnología europea está enmarcado en la estrategia de Europa con fabricación propia ». Este proyecto refleja el esfuerzo que se está haciendo para transmitir la seguridad de que los sistemas están controlados por las leyes comunitarias, y que todos los procesos previos cuentan con controles que no dependen de terceros.Esta situación, insiste Duque, «es un gran cambio desde el punto de vista de la actitud de Europa hacia las nuevas tecnologías, es un impulso para no perder el paso». Además, hay otra pata esencial: la defensa. La mejora en las comunicaciones de alta velocidad podrían ser necesarias en esta materia, y eso es algo de lo que ahora no se dispone con tecnología propia. Sobre cómo se ha financiado el proyecto —de manera público-privada—, y por qué es la mejor opción, el presidente de Hispasat estima que es positivo que «los poderes públicos se basen en las eficiencias privadas . Si los entes privados invierten, se tienen que afanar en conseguir rentabilidad, y si estos consiguen rentabilidad, lo público consigue mayor eficiencia en su desempeño».Sobre lo que significa esto para nuestro país, Duque señala que «de tres miembros, uno sea español, y con ganas de invertir, y de contribuir, supone que es un ejemplo más de que España debe perder el complejo de inferioridad». En este sentido, el también astronauta recuerda que «la economía va bien, y hay que utilizarlo para cerrar la brecha con otros países, y contribuir en Europa para que también se reduzca la distancia con otras regiones».Auge espacialLa rivalidad no será pequeña, aunque no haya una competencia directa. El denominado proyecto Kuiper es la iniciativa de Amazon para proporcionar internet rápido y asequible a comunidades de todo el mundo que actualmente no cuentan con servicios tradicionales de internet y comunicaciones. Para lograr este objetivo, Amazon desplegará miles de satélites de órbita terrestre baja.También está Starlink , que tiene detrás al dueño de X, y que se autodenomina «la primera y más grande constelación satelital del mundo que usa una órbita terrestre baja para ofrecer internet de banda ancha». Ambas tendrán competencia europea.
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