La crisis económica y social de la Francia pobre y agrícola ha acelerado el tráfico y consumo de drogas , que ha crecido en un 67 % en 28.000 de los 35.000 pueblos /alcaldías de Francia.Con 68.000 habitantes, Francia es el país con más pueblos / alcaldías de Europa. Sin embargo, el 54,1 % de esos pueblos tienen menos de 500 habitantes. El 80 % de los franceses viven en pueblos de menos de 10.000 habitantes. En esa Francia profunda, agrícola, los agricultores bien implantados en el mercado mundial, tienen economías muy saneadas y florecientes. Por el contrario, los pequeños y más modestos agricultores viven angustiados, votan a la extrema derecha y sus tierras se están convirtiendo en «territorio drogata».Según estudio oficial de la Gendarmería nacional (GN), filtrado al matutino conservador ‘Le Figaro’, la distribución y el consumo de drogas ha crecido en un 67 % en los últimos cinco años, cuando comenzó a manifestarse la gran crisis política nacional. En la Francia pobre y rural han aparecido entre 800.000 y 900.000 consumidores diarios de cannabis, marihuana, hachís, «coca» y «chocolate».Noticia Relacionada estandar Si Moody’s anuncia «malas perspectivas» para Francia Juan Pedro Quiñonero El país galo ha degradado su credibilidad financiera, ahondada por la inestabilidad política y el estado de sus cuentasRachida Laoufi-Saber, vicepresidente de la Asociación de alcaldes rurales de Francia (AARF), comenta ese proceso histórico de este modo: «Buena parte de la droga consumida en nuestros campos está comprada y vendida por jóvenes que organizan y participan en fiestas populares, donde policías y gendarmes no están muy presentes. Sin embargo, buena parte de ese drama, esa calamidad, ese drama social, es el crecimiento del consumo de drogas entre hombres y mujeres de condición muy modesta, víctimas de la pobreza y la precariedad, que están descomponiendo nuestros territorios y arruinando muchas vidas». Laoufi-Saber agrega: «Más allá del aspecto »recreativo« del consumo de drogas, entre los jóvenes, ese drama está creciendo entre los jóvenes hijos de familias precarias, mal o nada escolarizados, que han perdido todo tipo de referencias morales».Redes sociales y nuevos recursos de comunicaciones, teléfonos, WhatsApp, TikTok, Snapchat, han contribuido a la «democratización» y expansión de la distribución y el consumo de drogas, que pueden crecer de manera importantes en lugares en otro tipo aislados e inhóspitos.Pequeños pueblos sin alcalde, o alcalde compartido con otros municipios, granjas en mal estado, vehículos abandonados, incluso pequeños iglesias sin párrocos, se han convertidos en centros de venta y distribución de drogas. Basta con un teléfono para atender a una clientela muy diversa, en la periferia de pequeños o medianos municipios.Olivier Kim, oficial de la Gendarmería Nacional (GN), comenta la metamorfosis del tráfico de drogas, en la Francia pobre y rural, de este modo: «Los traficantes, varios millares, en toda Francia, venden sus mercancías realizando »promociones« y »operaciones de marketing« que se inspiran en la gran distribución comercial. Basta con un teléfono y una lista de amigos y clientes para aumentar las ventas con temible eficacia».Según un informe policial filtrado a ‘Le Figaro’, millares de antiguas granjas y pequeñas explotaciones agrícolas, víctimas de la crisis, se han «reconvertido» en la producción de «coca». La gendarmería habría descubierto más de 100.000 metros cuadrados de antiguas pequeñas granjas, abandonadas o vendidas para la producción más o menos «artesanal» de «chocolate».Consciente de la gravedad de un problema creciente, en el corazón de la Francia histórica y rural, el gobierno en funciones, a primeros de año, creó un mando especial con varios millares de militares, gendarmes y policías especializados. La crisis política sin precedentes que vive Francia, desde el mes de julio pasado, añade un factor indirecto al problema del incremento de la producción y consumo rural de drogas: los cambios e incertidumbre ministeriales diluyen parcialmente la lucha contra esa plaga nefanda y sin precedentes.
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