La banda sonora la puso la ‘Revolución’ de Amaral en bucle y los cuatro ‘teloneros’ de la ministra vocalista del acto en La Zaida no se olvidaron de «revolucionar» y espolear el fuego amigo. Pero cuando Pilar Alegría tomó la palabra en su pueblo natal, este 20 de diciembre casi al filo del mediodía, prefirió lanzar guiños hacia sus predecesores políticos, destensar los entuertos internos en el PSOE aragonés y dirigir los dardos contra el «gran adversario político», el presidente aragonés Jorge Azcón, a quien devolverá -aseguró- al lugar «donde debería estar, la oposición». La ministra dijo estar segura de que vendrán ahora los «insultos y las infamias» , pero no aclaró si los espera del PP o de los dirigentes críticos con la gestión de Pedro Sánchez dentro de las huestes de su partido en Aragón.Noticia Relacionada estandar Si La asesora de Moncloa dice al juez que Begoña Gómez ordenó nombrarla Carmen Lucas-Torres La asesora de Presidencia ha declarado como testigo que fue nombrada para llevar la agenda de la esposa del presidente y sus actos institucionalesEn cualquier caso, se le notan a Alegría las ganas que tiene de revalidar su triunfo en 2027 frente al barón popular, por aquello de que en la liza por el Ayuntamiento de Zaragoza en 2019, la socialista venció, pero una coalición de derechas (Cs, Vox y PP) le arrebataron el Consistorio de la capital maña y dio el bastón de mando al propio Azcón. Ahora la batalla se repetiría en el hipotético escenario pintado por Alegría dentro de tres años, la próxima cita electoral de municipales y autonómicas. Y en el caso -siempre- de que no haya primarias a partir de este 27 de enero en el PSOE de Aragón o de que, si las hubiera, ella fuera quien cosechase más avales. No habla de las primariasEn su intervención de este sábado, Alegría no ha hecho referencia a esa batalla interna por suceder a Javier Lambán al frente de la Secretaría General del PSOE autonómico —que el de Ejea de los Caballeros ocupa desde 2012— y reconoció las ganancias para la región que atrajeron los presidentes socialistas Marcelino Iglesias y el propio Lambán . «Azcón está viviendo de las rentas, pero todo llega y ha chocado con hueso duro», apeló la ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes. «Voy a por todas. Este proyecto no va a excluir a nadie», arengó ante unos 300 militantes y alcaldes socialistas que arroparon a la portavoz del Ejecutivo. Hubo pocas alusiones en clave nacional. Solo el agradecimiento personal a quien la colocase como delegada del Gobierno de Aragón en 2020 y la nombrase luego portavoz de Ferraz, ministra de Educación en 2021 y portavoz del Gobierno seguidamente en 2023. Al presidente Sánchez le agradeció su confianza y la «oportunidad» de luchar por su tierra, porque, apreció Alegría, «da igual que las decisiones se tomen desde La Moncloa o desde Pignatelli [sede de la Diputación General de Aragón]», lo crucial «es luchar por combatir las desigualdades, la violencia de género, blindar la sanidad pública, garantizar servicios de calidad también en el rural y estimular la justicia social». Eso solo lo garantiza, a su juicio, el compromiso del PSOE. El proyecto con el que da un paso al frente se llama ‘AlegríaXAragón’. Las magdalenas de la ministraTomándose alguna licencia personal por estar en «su hogar y con sus amores», la dirigente de 47 años contó que el día anterior, cuando convocó a la militancia al pabellón de La Zaida para anunciar su candidatura a la Secretaría General del PSOE aragonés, muchos la llamaron por teléfono y le preguntaron: «Pilar, ¿por qué en La Zaida?». Alegría indicó que apostó por su pueblo porque «representa una forma de hacer política». El alcalde local, Celso Vallespín, relató, a su vez, que cuando va a Bruselas todo el mundo habla de La Zaida como ‘el pueblo de la ministra’ y le piden las «magdalenas de la panadería de Carlos y Mario» que la ministra tomaba en su niñez. Alegría reivindicó sus raíces aragonesas y «el trabajo y el esfuerzo» inculcado por sus padres, Adoración y Alfredo, a sus tres hijos. Al acto se quiso que asistieran regidores de las tres federaciones provinciales para intentar evidenciar cierta unión, pese a los evidentes desencuentros que existen con las familias socialistas en Zaragoza y Teruel, ambas muy críticas con directrices impartidas desde Ferraz. Solo la federación oscense apoya abiertamente y sin fisuras a Alegría. Fueron los primeros ediles de Esplús (Huesca), Borja (Zaragoza) y Andorra (Teruel), quienes sí han aludido a las guerras intestinas que mantienen lambanistas y sanchistas en esta autonomía y fueron ellos quienes pidieron aparcar sus diferencias y arrimar el hombro en torno a una «única candidatura cohesionada con el Gobierno de la nación», la de Alegría. En su turno, la titular de Educación cargó además contra «el adversario político, que no está dentro, sino fuera», en alusión al PP.Mientras, los diputados y dirigentes lambanistas han guardado silencio en las últimas horas respecto a una candidatura impuesta por Sánchez y está por verse si presentarán sus propias opciones a las primarias que tienen que desembocar, en el 18º congreso federal del PSOE autonómico que se celebre el próximo mes de marzo. El actual secretario general, Javier Lambán, ha rechazado en las últimas semanas que sea Ferraz quien imponga el destino de la federación autonómica.Alegría sigue los pasos de Salvador Illa para Cataluña, Óscar López para Madrid o Diana Morant en la Comunidad Valenciana, al dictado de Sánchez para colocar a sus ministros en federaciones clave y recuperar el poder territorial que se tiñó de «azul PP» en los últimos comicios de 2023.
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