Sobre los hombros de Olmo Hernán recae la responsabilidad de hacer crecer a los deportes de invierno en España. Llegó a la Federación en 2014 como director general, y cuatro años más tarde asumió también el mando de la parcela deportiva. En ese trayecto destacan los éxitos del snowboard, sobre todo las medallas olímpicas de Regino Hernández y Queralt Castellet , pero se sigue echando de menos una mayor relevancia en la disciplina reina, el esquí alpino. A poco más de un año de los Juegos de Cortina d’Ampezzo, este granadino de 45 años, da pistas sobre el estado de salud de la nieve española.Noticia Relacionada estandar No Lindsey Vonn anuncia su regreso después de cinco años retirada: «Volver a esquiar sin dolor ha sido un viaje increíble» J. A. P. La estadounidense, de 40 años, se fija la meta de estar en los Juegos de Cortina d’Ampezzo tras reconstruirse la rodilla derecha-Ahora que la Federación celebra sus 90 años. ¿En qué momento están los deportes de invierno en España?-Son 90 años de mucho esfuerzo, de varias generaciones con distintos sube y baja a nivel de resultados deportivos, pero siempre en crecimiento. Ahora vivimos uno de los mejores momentos de la historia, porque hay un proyecto muy sólido, con varios deportistas jóvenes llegando a cotas de rendimiento que antes no se habían visto.-En un año preolímpico, ¿dónde se pone el foco?-Ahora estamos en periodo de clasificación y 2025 es año de mundiales en todas las disciplinas. Queremos que los deportistas que vayan a los Juegos tengan opciones de estar en los primeros puestos, por lo que toda nuestra inversión es para que puedan competir en todas las Copas del Mundo y así llegar con una expedición más amplia y competitiva.-El esquí alpino es el gran referente y los aficionados añoran los éxitos del pasado. ¿Es pedir un imposible?-Absolutamente no, y para eso estamos trabajando. Nuestro grupo más amplio de deportistas está en esquí alpino. Sin embargo, también es donde los países centroeuropeos invierten más y donde hay más seguimiento y apuesta económica. Además, las edades de rendimiento en el esquí alpino son más adultas: los mejores resultados llegan entre los 25 y los 30 años. El trabajo que empezamos hace unos años se recoge con el tiempo. Ahora mismo estamos satisfechos con deportistas como Quim Salarich, Juan del Campo y Albert Ortega, aunque aún les falta rematar y están trabajando para lograrlo. Y tenemos un grupo joven inédito en España de entre 18 y 22 años entre los que está Ander Mintegui, subcampeón del mundo júnior en Súper Gigante. Ander ha demostrado que el sistema español puede formar deportistas competitivos al más alto nivel. Es posible destacar en deportes de invierno desde España.-¿Y el esquí femenino?-Ahí tenemos más retos. No ha surgido aún un gran talento que siga los pasos de María José Rienda o Carolina Ruiz. Hay una alta caída de practicantes jóvenes, algo común a nivel internacional, y las lesiones son un problema recurrente entre las chicas. Estamos trabajando en programas específicos para atraer y formar a más deportistas femeninas.-Qué faltaría, ¿más dinero?-No nos gusta lamentarnos. A todas las federaciones les gustaría tener más recursos. Haríamos más cosas, está claro. Pero tenemos que estar satisfechos con el crecimiento que ha habido en los últimos años, que ha sido muy potente. Obviamente, competimos contra países que tienen un presupuesto muy superior al nuestro. Suiza, Italia, Noruega o Austria manejan setenta y ochenta millones anuales y nosotros estamos en seis. Es decir, son diez veces más. Pero no nos lamentamos por ello; intentamos optimizar los recursos y apostar por deportistas con talento, tecnificando los procesos y utilizando la tecnología y la ciencia para tomar mejores decisiones.-¿Qué significaría para España organizar unos Juegos Olímpicos?-Sería un impulso enorme en promoción, inversión y base deportiva. Aunque no es imprescindible, los Juegos generarían un gran impacto local y reactivarían las economías de zonas de montaña. De momento no ha podido ser y nos centramos en eventos más viables, como las Copas del Mundo.-¿Y qué piensan en la Federación de que las guerras políticas echaran por tierra la candidatura de Pirineos 2030?-Lo vivimos un poco desde la grada, pero es una pena. Creo que en España muchas veces vamos por impulsos y sería mejor planificar a nivel estratégico. Perdimos una gran oportunidad, y aunque desconozco los pormenores políticos, está claro que faltó capacidad para llegar a acuerdos. No es algo exclusivo del deporte.-¿Es el snowboard el caladero donde están las medallas del futuro?-Nos ha dado muchas alegrías. Y disciplinas como el freestyle y el freeride están creciendo rápidamente. Pero seguimos trabajando para equilibrar el rendimiento en otras disciplinas como el esquí de fondo y el esquí alpino. -Queralt Castellet ha vuelto a competir este fin de semana después de casi un año de ausencia. ¿Cómo está?-Casi al 100%. Ha tenido una recuperación larga después de una lesión grave (una caída en diciembre de 2023 le provocó un neumotórax y la fractura de seis costillas) pero ha trabajado duro, entrenando en Australia y Suiza y está lista para asegurar su plaza en los Juegos.-¿Es difícil coordinar y planificar con un grupo de deportistas desperdigados por el mundo?-Esa es quizá nuestra mayor dificultad, algo que desde fuera cuesta entender. Nuestros deportistas pasan el 80% del tiempo fuera de casa, 200 días de media, lo que implica un gran gasto en viajes y alojamientos. Además, cada uno necesita estructuras específicas. Un esquiador de slalom no requiere lo mismo que un snowboarder. Por eso, nuestro modelo está muy atomizado, con pequeños grupos de dos o tres deportistas acompañados de entrenadores específicos. Tenemos una base en los Dolomitas y también colaboramos con países como Argentina, Chile o Noruega para compartir recursos y ahorrar costes. Intentamos ser creativos.-Su Federación crece en ingresos propios, pero sigue dependiendo en exceso de la subvención del CSD…-Sí. Nuestro plan estratégico incluye reducir esa dependencia, porque además las subvenciones tienen carácter finalista y no se pueden dedicar a inversiones distintas a las previstas. Hemos creado un área comercial y de marketing para diversificar las fuentes de ingresos a través de seguros para federados, paquetes de viajes, formación para técnicos… Nuestro objetivo es aumentar los recursos propios para tener más autonomía y flexibilidad en la asignación presupuestaria.
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