La Unión Europea ha dicho basta. A raíz de la llegada de la pandemia, el comercio electrónico ha experimentado un auge nunca antes visto. Las autoridades aduaneras de la Unión, con centro neurálgico en el puerto de Rotterdam, se ven incapaces de lidiar con los diez millones de paquetes diarios que llegan a las fronteras de la Unión Europea. La gran mayoría provienen de China, un país con gigantes del comercio electrónico como Aliexpress, Temu o Shein , que nutren de productos de todo tipo de millones de ciudadanos en todo el mundo.Sin embargo, estas compañías en ocasiones priorizan la cantidad antes que la calidad, escatimando en controles de seguridad de sus productos. La Unión Europea, que cuenta con una de las legislaciones en materia de seguridad más exhaustivas del mundo, debe tener mucho cuidado a la hora de recibir estos productos. No son pocos los casos de intoxicaciones , problemas de salud o complicaciones que nacen a raíz de productos importados de China . La Unión debe controlarlos. Y no puede.Competencia desleal e inseguridadEsta situación genera dos problemáticas que impactan gravemente en el tejido productivo de la Unión. En primer lugar, en materia de competencia . Los empresarios europeos ya han expresado en varias ocasiones su indignación con la situación que envuelve al comercio electrónico en Europa. El Sindicato Neutral de Autónomos , una agrupación de empresarios belgas, ha advertido que la realidad actual amenaza gravemente «la competencia leal de las empresas locales». Aducen que la Unión les somete a estándares de seguridad altísimos para producir dentro de sus fronteras, pero cuando se trata de controlar los productos externos, su propia saturación permite vía libre.Noticia Relacionada estandar Si La patronal juguetera pone el foco en Temu o Shein: «El 80% de los juguetes de los marketplaces no son seguros» Xavier Vilaltella El fraude en plataformas como Temu o Miravia golpea a un sector golpeado ya por la caída de la natalidadDel mismo modo, denuncian que las empresas de venta en línea, en especial las de origen chino, llevan a cabo una suerte de « ingeniería logística» . A través de recortar en costes, en ocasiones laborales o de seguridad, logran ajustar los precios de sus productos a menos de 150 euros. Este es el umbral bajo el que las importaciones se encuentran libres de aranceles, por lo que es mucho más sencillo que estos productos entren a la Unión. La Comisión de Mercado Interior (IMCO) de la Unión ya ha anunciado su intención de eliminar dicho umbral, con vistas a endurecer la política fiscal de la UE sobre los productos importados, principalmente, de Asia.Otra de las preocupaciones del descontrol logístico de la Unión Europea pasa por la seguridad de sus ciudadanos. A pesar de que la legislación comunitaria en esta materia es la más exigente del mundo, de poco sirven tantos controles. A la hora de la verdad, cuando las autoridades tienen que revisar los paquetes, se ven desbordados. Es un coladero, puesto que muchos bultos pasan sin poder ser revisados de forma exhaustiva, echando por tierra todo el trabajo legislativo europeo en materia de seguridad. El SNA ya alertó de que se han descubierto hasta cinco millones de productos prohibidos y peligrosos de Temu , que presentan sustancias tóxicas o defectos de fabricación que podrían constituir un peligro para los consumidores.El curso de la cuestiónPlanteada la problemática, es hora de hablar de las soluciones. Pablo Arias , eurodiputado del Grupo Popular Europeo, explica a ABC los planes de la Comunidad Europea para solucionar el caos aduanero que impera en la actualidad. La Comisión Europea ya presentó, en mayo de 2023, la propuesta de un reglamento para regular esta cuestión. Los reglamentos son normas comunitarias con eficacia directa, y su cumplimiento es obligatorio para todos los estados miembros.En esta propuesta, la Unión planteaba la creación de una autoridad aduanera europea , así como la actualización del Código Aduanero , que data de 2013 y ha quedado obsoleto debido al galopante avance del mercado electrónico en más de una década. El Parlamento Europeo, por su parte, tiene como tarea debatir y enriquecer la propuesta de la Comisión. Los ministros de Economía de los estados miembros se han reunido y comparecido en el Parlamento para enmendar la propuesta de la Comisión.A las propuestas del organismo se añade otra incorporación: la creación de un centro de datos de la Unión , que al mismo tiempo sustituirá a la infraestructura informática de los estados miembros. Consistirá en una plataforma digital, enriquecida con inteligencia artificial y aprendizaje automático, que permita a las empresas gestionar la información de los productos y las cadenas de suministros de forma ágil. Los ministros han identificado la necesidad de abordar el tema con celeridad, puesto que según sus estimaciones supondría un ahorro para todos los estados miembro de 2.500 millones de euros anuales .Concluidos los debates en el Parlamento Europeo, el próximo paso burocrático corresponde al Consejo . Cuando la propuesta ya ha sido enmendada, es momento de organizar los trílogos, negociaciones entre Parlamento, Consejo y Comisión, con el fin de rubricar e ultimar el reglamento. La presidencia del Consejo de la Unión Europea es rotatoria, y cambiará a partir de 2025, con Hungría dejando paso a Polonia como país dominante en la institución. Los polacos han identificado la reforma aduanera como la máxima prioridad de la Unión durante su mandato.¿Sobre quién recae la inspección?Otro de los puntos clave en las negociaciones con el Consejo será dilucidar quién es el responsable de la revisión de las mercancías. Existen varias propuestas acerca de sobre quién debería recaer dicha responsabilidad. En caso de que se propusiese que se inspeccionara en origen, la responsabilidad recaería sobre China . La UE no quiere señalar a nadie, no se trata de designar culpables, sino de establecer una estrategia de cooperación para tratar de garantizar la seguridad de los ciudadanos de la Unión Europea. No es una cuestión de proteccionismo, por lo que se espera colaboración por parte de todos los agentes implicados.Si todo sigue según lo previsto, bajo la nueva presidencia polaca del Consejo, los trílogos deberían haber terminado de cara al 1 de julio de 2025. El reglamento entraría en vigor a los 20 días de su publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea . Aún es muy pronto para hablar de fechas, pero en Bruselas se prevén dos escenarios: en enero de 2026 entraría en vigor una parte del reglamento, mientras que la siguiente se estima que entrase en vigor en marzo o abril. A pesar de que estas fechas son las propuestas por el Parlamento, durante las negociaciones con el Consejo pueden modificarse. Sin embargo, todos los representantes europeos concuerdan: hay que regular esta cuestión, por el bien de la Unión Europea.
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