La empresa andaluza que utiliza robots capaces de atender llamadas como si fuesen personas

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La empresa andaluza que utiliza robots capaces de atender llamadas como si fuesen personas

Sonora Intelligente es una de las tantas empresas que trabajan con Inteligencia Artificial (IA), pero tienen una peculiaridad que ninguna otra lleva a cabo: utiliza robots que son capaces de responder como si fueran personas . Esta sociedad nació el pasado agosto de la mano de Alejandro Guerrero, Francisco Carnicero y Pablo Chiquero, tres conocidos del pueblo donde se sitúa su sede, La Rinconada (Sevilla).El primero de ellos fue al que se le «encendió la bombilla». Así lo explica el propio Alejandro, que confiesa que este proyecto «nace de una noche en la que no podía dormir». Este andaluz lleva más de ocho años trabajando como ingeniero en desarrollo de aplicaciones web. Como persona «emprendedora», que siempre tiene la necesidad de estar «formándose», decidió implementar una IA que pueda «interactuar con las personas» . Esta empresa dispone de una herramienta que, en una conversación de dos personas, «sabe diferenciar quién es el que habla» , lo que refleja el «alcance» de la misma.Francisco Carnicero aparece en escena gracias a su experiencia en sistemas de venta. Reconoce que cuando le presentaron la idea pensó en «el típico contestador automático que te va pidiendo que pulses un número según lo que necesitas», pero la propuesta de esta firma no tiene nada que ver con eso porque, de pronto, «un robot está hablando contigo y no te das cuenta». Esta idea es «única porque es capaz de reaccionar y comprender el contexto de la llamada», explica. Actualmente, esta entidad trabaja con 20 empresas aproximadamente. Sus fundadores revelan que están en «negociaciones con un banco importante a nivel nacional y con compañías de energía que venden luz». Esta herramienta tiene la posibilidad de conectarse con aplicaciones de otras empresas. Ahí está una de sus fortalezas, según cuentan. De esa manera suprimen «el tiempo de espera» porque «a nuestro robot le da igual el número de llamadas que haya », es capaz de «responder a todas a la vez» .Con el auge de la IA es habitual el debate sobre si le quita puestos de trabajo a los humanos. «Nosotros no perjudicamos a nadie, todo lo contrario», explican. Aportan el ejemplo de que un teleoperador, «gracias a nuestra herramienta» solo atiende a las personas que están dispuestas en contratar algún servicio. Esto sucede porque «el robot es el encargado de hacer filtro» y todas las que no se encuentran interesadas las «descarta».Evita tareas repetitivasGuerrero cree que «llegará un punto en que una IA salga y sea capaz de hacer el trabajo más rápido y eficiente que un ser humano», pero «no es nuestro caso». Explican que ellos facilitan «una herramienta que ayuda a los empleados a organizarse, a suprimir tareas repetitivas y monótonas». Ese tiempo lo pueden emplear en otro ámbito que les sea más «necesario».Revelan el caso de un empleado de una inmobiliaria con la que trabajan que, gracias a la herramienta, «ha batido récords de ventas» y será el que «más comisiones se lleve» . La explicación que dan estos ingenieros es que «el cliente llama, poniendo sus requisitos para la compra de un piso. La IA hace el filtro con todas las condiciones y le pasa toda esta información al trabajador, que se encuentra con una tarea mucho más fácil porque sabe lo que demanda el cliente y «no pierde en tiempo en las labores que puede hacer la tecnología».Como objetivos de aquí a seis meses pretenden «duplicar el número de clientes». No hablan del dinero que han logrado generar, pero aseguran que «mucho más de lo que imaginábamos y mucho menos de lo que nos planteamos para este 2025».Convencidos de que los clientes de las empresas agradecerían que se implemente esta herramienta, porque con ella «el tiempo de espera desaparece y te atiende de manera instantánea» . Carnicero explica que la tecnología «siempre te va a hablar de buen humor, nunca contesta mal». Aportan el supuesto de que «si el cliente le hace una pregunta a muy rebuscada a una persona, seguramente tarde en contestar o no sepa hacerlo, pero la IA sí es capaz». Además, ejemplifican el caso contrario: «Si el robot no tiene la capacidad de resolver la duda que se plantea, le puede pasar la llamada a un humano». Asimismo, añaden que esta tecnología «tiene conocimientos para rebatir, detecta si el cliente está contento y puede intentar convencerlo de algún descuento u oferta». El procedimiento que se le han enseñado al robot «es idéntico al que se le explica a un a persona». Pese a todo esto, creen que habrá personas que de primeras rechacen este avance y prefieran hablar con un trabajador humano, pero «cuando se enteren de que el tiempo de espera es de 15 minutos seguramente cambien de opinión» .

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