Junts no quiere una foto. O no solo una foto. Y en el PSOE y el Gobierno lo saben. De primera mano. Así lo confirmaron ayer fuentes del partido de Carles Puigdemont, preguntadas por este diario si había habido algún cambio en la relación con Pedro Sánchez a raíz de la información publicada este jueves por ABC , en la que se apuntaba que el fugado de la Justicia española desde 2017 y socio de los socialistas en el Congreso había rechazado verse con el presidente del Gobierno en el Parlamento Europeo, hace unas semanas, sin que, además, se llevase a cabo una reunión para tratar temas concretos.«El PSOE nunca propuso una reunión. Propusieron un encuentro de salutación y que los fotógrafos lo capturasen. Se rechazó porque Puigdemont quiere una reunión de trabajo. La foto es secundaria», dijeron desde Junts, confirmando, así, que la oferta de Sánchez había existido, pero que, al menos desde el punto de vista de los de Puigdemont, consideraron que era solo fachada y, en cierta manera, una trampa para tratar de vender un acercamiento que, a día de hoy, sigue frío.Parte del día a día de la política española se centra en agasajar al líder de Junts, que sigue con una causa judicial abierta en España. Así, el triángulo político formado por el Gobierno, Junts y el P P acapara los focos y amenaza con convertirse en protagonista principal de los primeros meses de 2025. Sobre todo, por las exigencias de Puigdemont a Sánchez, que el lunes pasado aseguraba que no tendría ningún problema en reunirse con el prófugo y que «probablemente» lo hará, a pesar de recibir calabazas hace unos días, como desveló ABC ayer.Noticia Relacionada estandar Si Sánchez completa el blanqueamiento de Puigdemont con el anuncio de una próxima cita Mariano Alonso El presidente solemniza en su balance del año la próxima foto con el prófugo y líder de Junts fuera de España«Sánchez dijo el otro día que por supuesto que se reunirá con Puigdemont en Waterloo o donde sea. Y si Puigdemont le pide a Sánchez que para mantenerse en el Gobierno se ponga a bailar una jota, pues no le quedará más narices que bailar una jota. Es evidente que Sánchez está cediendo absolutamente a todo con tal de mantenerse en el poder y lo estamos viendo continuamente. Si el prófugo le pide que vaya a Waterloo, Sánchez irá. Si le pide que deje el Falcon y que vaya andando en romería, a Sánchez, que está en modo supervivencia, no le quedará más remedio que ir andando a Waterloo», expuso ayer Ester Muñoz, vicesecretaria de Educación y Sanidad del PP y portavoz antes del último Comité de Dirección del año. La diputada popular tiene claro que «2025 será el año de la foto del presidente del Gobierno con un prófugo de la Justicia», porque «al final, quien manda en esa relación es Puigdemont y quien manda sobre los intereses de los españoles es también el señor Puigdemont». «Y eso es algo que llevamos denunciando en el PP desde que comenzó la legislatura, cuando dijimos que los intereses de España no se negociarían aquí sino con un prófugo de la justicia como está ocurriendo». Muñoz se quejó de que Sánchez no legisle, ante su debilidad para hacerlo, y que tampoco deje que la oposición lo haga . «Hay quince proposiciones de ley aprobadas en el Senado y están paralizadas en la Mesa del Congreso a la espera de que la señora Armengol deje de secuestrarlas. Probablemente lo haga porque el Gobierno tiene miedo de que las podamos aprobar y que la oposición escriba en el BOE como hicimos la semana pasada con las enmiendas al pacto fiscal con las que ahorramos 6.500 millones a los españoles», señaló la vicesecretaria del PP, quien anunció que tras las navidades presentarán su propuesta de ley de vivienda , un asunto «que como dijo el Rey es una gran preocupación para los españoles». Para esa ley, como para el resto de las iniciativas que los populares ya tienen en cartera para los próximos meses, el PP tratará de atraer a su terreno a Junts , en un intento por romper la débil alianza que todavía sostiene a Sánchez en la Moncloa.Por su parte, Vox no es optimista para los próximos meses e insiste en un aviso que Santiago Abascal ha lanzado ya en varias ocasiones: «Lo peor de Sánchez está por llegar» . Fuentes de la calle Bambú recuerdan que 2024 acaba con un aluvión de escándalos protagonizados por el exministro Ábalos, su asesor Koldo García o el comisionista Víctor de Aldama; y al frente de todos ellos «el número uno», Sánchez. «Si no ha tenido problema en aprobar el cupo separatista, indultar y amnistiar a los golpistas, no va a tener ningún problema en arrastrarse de nuevo y reunirse con un golpista y un prófugo de la Justicia como es Puigdemont», auguraron ayer desde la cúpula de Vox.Por ello, adelantaron que su estrategia seguirá firme durante el próximo curso político. «Con este gobierno solo cabe la oposición total en las calles, los tribunales y las instituciones», señalaron convencidos de que cada día que pasa Sánchez en la Moncloa es «nocivo para la unidad, la igualdad y la prosperidad de los españoles».
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