Un principio de la política tributaria sostiene que en ausencia de cambios regulatorios o de condicionantes externos la evolución de la recaudación debe aproximarse al comportamiento del PIB nominal y, sin duda, a la evolución de las rentas del trabajo o de las ganancias de las empresas en los casos del IRPF y del Impuesto de Sociedades.En el año 2023, sin embargo, ese principio no se cumplió y la última memoria de la Agencia Tributaria, publicada este sábado, ayuda a entender por qué, singularmente en el caso de la recaudación por IRPF y por Sociedades.Progresividad en fríoLos datos publicados por la Agencia Tributaria revelan que ese año los ingresos por retenciones sobre rentas del trabajo se incrementaron un 11%, muy por encima de lo que lo hicieron las rentas del trabajo (7%) y la masa salarial (7,6%), que incorpora el efecto del incremento del empleo.Noticia Relacionada estandar Si La histórica subida de las pensiones de 2022 y 2023 deja 5.000 millones extra en las arcas de Hacienda Bruno Pérez La parte de la nómina de los pensionistas que retiene el fisco en aplicación del IRPF se dispara un 20% en apenas dos años en un alza sin precedentes¿Cómo se explica que las retenciones sobre los salarios crecieran más de lo que lo hicieron estos ? Se explica en la Memoria de la Agencia. «El resto del crecimiento de las retenciones del trabajo provino de la subida del tipo efectivo (del IRPF), consecuencia de los incrementos salariales y de las pensiones. Se estima que el tipo sobre los salarios creció alrededor del 2% y el tipo sobre las pensiones por encima del 7%». En otras palabras, que los salarios pagaron de media un 2% más de IRPF en 2023 sin necesidad de que el Gobierno decretara subida alguna de los tipos del impuesto, en tanto que las pensiones pagaron nada menos que un 7% más por Renta, aún cuando ni un caso ni en el otro hubo una ganancia real de poder adquisitivo.Es el efecto de la ya famosa progresividad en frío, que permite mejorar los ingresos fiscales por la mera inercia de la subida nominal de los salarios que incrementa las retenciones e incluso impulsa a los contribuyentes a tramos más caros del IRPF sin que existan ganancias reales de poder adquisitivo pero sí penalización fiscal .En el documento, Hacienda admite incluso que esta subida bajo cuerda del IRPF habría sido aún mayor si no se hubiera aligerado con la rebaja de la retenciones por rendimientos del trabajo a las rentas inferiores a 21.000 euros decretada por el Gobierno, que aligeró en 1.626 millones de euros las cargas fiscales de ese segmento de contribuyentes, y por las medidas adoptadas por las comunidades autónomas para atenuar el impacto de la inflación, que igualmente aligeraron la factura fiscal de los contribuyentes beneficiados en unos 1.700 millones.Presión a las empresasAlgo similar pasó con las empresas, especialmente con las grandes, en el Impuesto de Sociedades. Mientras que los beneficios de las empresas crecieron un 10% en 2023 , los ingresos brutos del impuesto lo hicieron un 12,1%, también por encima de lo que habría correspondido por la evolución de los beneficios empresariales en el año.La Agencia admite que «parte del crecimiento se debió al cambio normativo que entró en vigor a comienzos de 2023» y que restringió a la mitad las pérdidas de filiales que se podían imputar a la base imponible del grupo en el año en curso, una medida que el Gobierno acaba de decidir prorrogar para los ejercicios de 2024 y 2025 .
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