La Santa Misa, el Concierto de Año Nuevo y los saltos de esquí desde Garmisch-Partenkirchen. Durante medio siglo, esta fue la infalible parrilla con la que TVE amenizaba el despertar resacoso de millones de españoles en el primer día del año. Fue así desde 1962, año de la primera emisión, hasta 2011, cuando la cadena estatal renunció a comprar los derechos de la competición deportiva y puso fin a parte de ese vínculo emocional. Pocos eventos se asociaban tanto y tan bien a un lugar y a un momento concretos. En su época, los saltos llegaron a congregar a casi un millón de personas frente al televisor.Noticia Relacionada Esquí Alpino estandar No Cyprien Sarrazin, evacuado en helicóptero al hospital tras sufrir una dura caída a 125 km/h El francés estaba disputando una ronda de entrenamiento en Bormio (Italia) para la Copa del Mundo de descensoEurosport tomó entonces el relevo, y la tradición de ver a ‘hombres-pájaro’ lanzándose por una rampa para volar más de un centenar de metros sigue vigente, aunque ahora con un público más reducido. Fieles de los saltos y de los deportes de invierno que no fallan a la cita.La prueba de Garmisch-Partenkirchen es la más emblemática por la fecha en que se disputa, pero es solo una de las cuatro que conforman el Torneo de los Cuatro Trampolines, el evento más importante de los saltos de esquí. Una especie de Grand Slam dentro de la Copa del Mundo que se celebra en apenas una semana. La estación alemana de Oberstdorf inauguró ayer el torneo con la primera prueba, a la que seguirán las de Garmisch, también en Alemania, y las dos que se celebran en Austria: Innsbruck (4 de enero) y Bischofshofen (6 de enero). Ese estreno, con 50.000 aficionados en las gradas, lo ganó Stefan Kraft, quien aspira a convertirse en el cuarto hombre en la historia en ganar las cuatro pruebas en una misma temporada. Hasta ahora, solo lo han conseguido el alemán Sven Hannawald (2002), el polaco Kamil Stoch (2018) y el japonés Ryoyu Kobayashi (2019).Kraft, el alemán Paschke y el propio Kobayashi, dominador de la especialidad en los últimos años, han tomado el relevo de nombres míticos que llegaron a ser reconocibles para el público general a través de las retransmisiones en TVE. Matti Nykänen, Toni Nieminen y Janne Ahonen, quienes formaban el grupo de los ‘finlandeses voladores’, el alemán Dieter Thoma, su compatriota Jens Weissflog y el austriaco Andreas Goldberger fueron ganando adeptos con cada uno de sus saltos.Incluso, en alguna ocasión, se veía a un español. Tomás Cano, Jesús Lobo, Ángel Joaquinet… Bernat Solà fue el último de ellos en competir, en 1990. Pocos años después, en 1996, la Federación Española dejó en cero el presupuesto para los saltos y desmontó la pequeña estructura que había creado.Desde hace casi tres décadas no hay saltadores españoles, y los trampolines que se construyeron en Astún, La Molina o Vall de Núria permanecen abandonados. El único vínculo español con esta disciplina es ahora a través de la televisión, y cada vez de forma más limitada.
Leave a Reply