La cultura japonesa suele enganchar a muchos y quienes se adentran en ella se suelen sorprender con la figura de las geishas , unas mujeres que se dedican a las artes y el entretenimiento . Aunque muchos se lo imaginan como un ‘look’ tradicional y poco más, lo cierto es que ser geisha es una profesión que históricamente era muy popular y que a día de hoy, aunque con números muy bajos, todavía existe.Precisamente la influencer Judith Tiral quiso entrevistar recientemente en su canal de Youtube a Kanae , una japonesa que lleva desde los noventa trabajando como geisha. En el vídeo, que ya acumula casi 292.000 visualizaciones, la jóvenes hablaron sobre qué hace y deja de hacer y sobre las curiosidades y mitos que rodean su profesión.Así, Kanae desveló cuándo empezó con esta dedicación y cómo se tomaron sus padres su camino profesional , cómo se formó y cómo era su preparación y también explicó la realidad sobre quienes creen que algunas de sus funciones tienen que ver con la seducción. Además, la nipona habló de su aspecto tan característico.Años de formaciónAsí, preguntada por la entrevistadora influencer, Kanae dejó claro que había dos tipos de vestimenta un tanto distinta, aunque a simple vista los extranjeros no sepan diferenciarlo. Y es que las ‘hanyoku’, o lo que es lo mismo aprendices de geisha, llevan kimonos distintos a los de las profesionales, con mangas más largas y con el ‘obi, esa especie de faja, atada distinta. Además, también van con ornamentos florales para « parecer más jóvenes y para gustar más» y llevan peinados distintos, como expuso. Las ‘hanyoku’, como remarcó la experta, suelen prepararse durante dos o tres años como mínimoAdemás, Kanae explicó el por qué de su característico maquillaje blanco, que se ponen tanto en cara como cuello con pinceles (no con polvos). Su uso tiene una simple y lógica explicación. «El maquillaje es así porque antes no existía la luz eléctrica y se vivía todo a la luz tenue que daban las velas», remarca la japonesa.Noticias Relacionadas estandar No Un trabajador de un gimnasio de Hospitalet increpa a un cliente por su forma de vestir: «No se puede venir así» Marina Ortiz estandar No No llegaba al mínimo de alumnos Inscriben a cuatro ovejas en un colegio para evitar el cierre de un aulaAsí, la joven se limita a relatar que «el color más bonito que se veía era el blanco» y que por ese motivo el maquillaje se ponía de ese color. Igualmente, durante la entrevista aparece el hecho de que las geishas, tanto aprendices como profesionales, lleven los labios pintados de rojo carmín .
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