La mágica noche de los Reyes Magos hace soñar a pequeños y mayores. El día 6 de enero se convierte en toda una fiesta anual que perpetúa la ilusión y las ganas de volver a ser niño por un día. Y algo así le ocurrió a un joven sevillano que recibió una sorpresa inesperada en su salón de la mano de sus Majestades. Melchor, Gaspar y Baltasar le trajeron un regalo cuanto menos sorprendente, pero sobre todo, muy querido por todos los sevillanos. Como sacado de una máquina del tiempo, un balancín de Curro de la Expo’92 amanecía esa mañana en su domicilio. «Dicen sus majestades que me he portado bien…» señalaba en su perfil de redes sociales este joven. Javier Montaño Bellido (@javimonb) cuenta con más de 24.000 visualizaciones en el post de la red social X que se refiere a este regalo tan especial y algún que otro comentario de otro joven pidiéndole otro Curro a los Reyes Magos. Y no es para menos, pues se trata de un codiciado objeto de coleccionista que todo fanático de la Exposición Universal de 1992 desearía poseer. Tal vez por la nostalgia o por el cariño que cualquier sevillano le puede tener a este personaje que dejó huella en la ciudad. Estos balancines de la mascota de la Expo se hicieron muy populares en la época: «Hola, soy Curro, ¿quieres un paseo conmi?» , cantaba el pájaro con patas de elefante y pico y cresta de colores para animar a los niños a subirse a él. Muchos de ellos descansan en un almacén de Alcalá de Guadaíra en la Autovía Sevilla-Utrera al que puede acceder aquel que lo desee para hacerse con uno. Romano Antigüedades son los encargados de gestionar estos Curros, pero también tienen botellas de Coca-Cola y matrículas de la Expo’92.
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