Jonathan Milan no encuentra rival en las ‘volatas’ del Giro de Italia. El gigante del Lidl sumó una victoria más, la tercera, en el largo e insípido trayecto que llevó a los ciclistas desde Riccione a Cento, preludio de la semana grande en la carrera. Milan, portador del maillot ‘ciclamino’, superó en un largo esprint al resto de candidatos, entre ellos el colombiano de Movistar Fernando Gaviria, que probó suerte atacando desde lejos. Como el resto, sucumbió ante el nervio y el empuje del ganador.[Narración: así hemos contado la 13ª etapa]Entre el pelotón había ganas de tomar fuerzas para lo que viene, que es mucho. La contrarreloj de este sábado a orillas del Lago Garda dará paso al tríptico alpino, con un primer final en alto este mismo domingo y el siempre temible paso por el Mortirolo. No era cuestión, por tanto, de gastar fuerzas innecesarias. Así lo entendieron Tadej Pogacar y el resto de candidatos a la general, si es que hay alguno más allá del esloveno. Bastante tuvieron con evitar el peligro en el único atisbo de emoción en la etapa, un corte en el pelotón que provocó cierta alarma a falta de 60 kilómetros. El viento lateral hizo de las suyas en la vasta llanura de Emilia-Romaña y un abanico dejó por delante a unos cincuenta corredores. No estaba entre ellos Jonathan Milan, que se quedó en el grupo secundario y le tocó remar de lo lindo para no perder la estela. Pese al desgaste que le suponía, el líder de la regularidad no dudó en ponerse a tirar para conectar con los de delante, donde los Ineos forzaban la máquina. Tardó aproximadamente veinte kilómetros, en los que mantuvo la distancia siempre en torno a los diez segundos. Cumplido el objetivo, tomó un nuevo aliento para confirmar ese tercer triunfo, primer corredor que lo logró al esprint desde que lo hiciera el francés Arnaud Démare en 2022.
Leave a Reply