‘Juegos reunidos’: las ‘siete semejanzas’ de Madoz y Brossa en Prats Nogueras Blanchard

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‘Juegos reunidos’: las ‘siete semejanzas’ de Madoz y Brossa en Prats Nogueras Blanchard

En la exposición ‘Juegos reunidos’, organizada por la galería Prats Nogueras Blanchard en su sede de Barcelona , Chema Madoz y Joan Brossa confluyen en un diálogo que trasciende generaciones y disciplinas artísticas. Aquí, fotografía y poesía-objeto se entrelazan para formar un universo analógico donde lo cotidiano se convierte en extraordinario, lo concreto en abstracto, y lo visual en poético. Ambos artistas, maestros de la transformación, comparten una sensibilidad hacia los objetos comunes, revelando su potencial como generadores de significados ocultos e ideas inesperadas. Madoz, con su dominio de la foto en blanco y negro, y Brossa, con sus poemas-objeto, no solo manipulan la realidad, sino que construye nuevas narrativas que invitan a descubrir correspondencias insospechadas.Noticias relacionadas estandar Si CRÍTICA DE: ‘On Growing Sane in Insane Places’, en la galería The Ryder: Un escenario de juego empedrado Carlos Delgado Mayordomo estandar Si Crítica de: ‘La huella de Jesús de la Sota’, en la galería José de la Mano: Composición y herencia Javier Rubio NomblotTanto Brossa como Madoz emplean la transformación como mecanismo central en su obra. El primero lo hace a través de la manipulación física de objetos, como en ‘Despullament’ (1991), donde una mecedora sin asiento cubierta de hojas secas evoca tanto ausencia como melancolía, mientras que el segundo utiliza la foto para crear imágenes que reinterpretan la realidad, como en su serie de ruedas cuadradas o paraguas invertidos. La transformación, en este contexto, no solo reside en el objeto mismo, sino también en la mirada del espectador. Como apunta Antonio Monegal, tanto Madoz como Brossa «no invocan solo lo que la cosa es, sino lo que la cosa significa». Este enfoque convierte cada pieza en un ejercicio de descubrimiento, desafiando al público a reconsiderar la utilidad, el simbolismo y las asociaciones tradicionales de los objetos.La exposición organiza las obras de ambos artistas en torno a temas compartidos: paisajes imposibles, herramientas fragmentadas o inútiles, y el juego como método de creación. Por ejemplo, ‘Pluja’ (1973), de Brossa, un libro con páginas en blanco mojadas y secadas, dialoga con imágenes minimalistas de Madoz en las que gotas de agua y rocas adquieren dimensiones cósmicas. Hallazgos. En las imágenes, obras de Chema Madoz y Joan Brossa presentes en la exposición barcelonesa MADOZ / BROSSAEstas correspondencias trascienden la yuxtaposición visual. Cada obra se convierte en un nodo en una red de significados, uniendo mundos aparentemente dispares en un todo poético. El título de la exposición, ‘Juegos reunidos’, alude no solo a la idea de jugar con objetos, sino también al acto de reunir perspectivas divergentes bajo una visión compartida.El diálogo entre Madoz y Brossa no está exento de tensiones. Mientras que las obras delcatalán tienden hacia lo irónico y lo provocador, las del madrileño exploran un lirismo visual más contenido. Esta dualidad crea un juego de unión y fuga que enriquece la experiencia. Un ejemplo de esta dinámica se encuentra en la interacción entre ‘L’ou del caos’ (1988) de Brossa, un poema-objeto que combina un huevo y una manivela, y una foto de Madoz que presenta un paraguas abierto al revés, capturando tanto vulnerabilidad como resistencia. Ambos objetos, aunque diferentes en medios y ejecución, exploran l a fragilidad inherente a lo cotidiano y su capacidad para sorprendernos.La galería Prats Nogueras Blanchard no solo actúa como contenedor, sino como cómplice en este diálogo. La disposición de las piezas enfatiza sus correspondencias, invitando al público a trazar conexiones entre ellas. La luz tenue, los fondos neutros y la ausencia de barreras físicas permiten que el visitante se sumerja en este universo compartido. El diseño expositivo, a cargo de Emiliana Studio, realza la sensación de continuidad entre las obras, a la vez que respeta su individualidad. Cada rincón de la galería se convierte en un espacio de descubrimiento, donde las perspectivas de unión y fuga entre los artistas se revelan en su máxima expresión.’Juegos reunidos’ no es solo una exposición, sino una invitación a redescubrir el mundo a través de los ojos de dos maestros. Madoz y Brossa nos retan a mirar más allá de lo evidente, a encontrar poesía en lo cotidiano y a jugar con las posibilidades infinitas del lenguaje visual y verbal. Chema Madoz y Joan Brossa ‘Juegos reunidos’. Galería Prats Nogueras Blanchard. Barcelona. C/ Méndez Núñez, 14. Hasta el 25 de enero. Cuatro estrellas.En esta conjunción única de fotografía y poesía-objeto, el espectador se convierte en participante activo, uniendo las piezas de este universo analógico. Como decía Brossa, «la poesía es un juego donde, bajo la realidad aparente, aparece otra insospechada». En esta exposición, esa realidad insospechada se revela con una claridad fascinante, dejando una impresión duradera en todos los que la visitan.

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