La cubierta del buque-escuela Juan Sebastián de Elcano fue escenario en la mañana de este sábado de la emotiva despedida de los Reyes a la Princesa Leonor , quien zarpó a bordo del bergantín goleta de la Armada desde el puerto de Cádiz para completar su formación como guardiamarina en el XCVII crucero de instrucción, que la llevará en los próximos cinco meses a recorrer 17.000 millas náuticas y visitar ocho países. Los actos de despedida y de la Heredera comenzaron a las nueve de la mañana en la iglesia del convento de Santo Domingo, donde se encuentra la patrona de Cádiz, la Virgen del Rosario, ‘la galeona’. Desde el muelle principal del puerto de la ciudad, donde se encontraba el Juan Sebástián Elcano, los 76 guardiamarinas recorrieron en formación de a tres los 400 metros que separaban la embarcación del templo. Ni había mucha gente por la calle cuando el pater del velero, el capitán Luis Antonio Checa , comenzó a oficiar una ceremonia en la que encomendó a los guardiamarinas a ‘la galeona’ y a la Virgen del Carmen, cuyo escapulario cuelga del cuello de la mayoría de ellos, para que les proteja durante las 17.000 millas náuticas que recorrerán durante su instrucción. A ella se encomendaron y se encomendarán para tener buena mar y buenos vientos. Al terminar la misa, los guardiamarinas iniciaron el recorrido de vuelta hasta Elcano por unas calles donde los vecinos comenzaban a darse los buenos días. Algunos de ellos vivían este día como uno más, otros sentían curiosidad por ver a la Princesa Leonor. A los gaditanos se sumaron otras gentes llegadas desde Barbate o Sevilla , también desde Madrid. «Es un día histórico porque está la Princesa, que no puede ser más guapa y formal» Una asistente, de 86 años«Yo he venido para ver partir el Elcano, como hago cada año», afirmó una señora desde el público, de 86 años, quien apuntó que este año lo recordará «especialmente»: «Es un día histórico porque está la Princesa, que no puede ser más guapa y formal ». Destacó el «talante» de la Heredera. También su «seriedad y frescura». «A España le vendrá muy bien una Reina como ella, la pena que tengo es que no la voy a ver reinar», lamentó. Durante los últimos días previos a su partida, los gaditanos se han deleitado al ver a la Heredera pasear por las calles de su ciudad luciendo el uniforme 14 botones de la Armada, caminando en formación junto a sus compañeros guardiamarinas. Le han lanzado piropos – «¡Guapa! ¡Guapa!» –, a los que la Princesa contestaba con una sonrisa y han disfrutado al verla sentada en algunas de las terrazas de las calles aledañas al Ayuntamiento o entrando en el primer bar que ella y sus compañeros encontraban nada más pisar tierra firme. La Princesa Leonor se embarca en el Juan Sebastián de Elcano ABCNueve mujeres de 76 guardiamarinasNo es coincidencia que en las imágenes de los últimos días se haya visto a la Princesa en formación únicamente con compañeros: de los 76 guardiamarinas que se encuentran embarcados en Elcano, nueve son mujeres . Según informaron desde la Armada, las nueve comparten de dos en dos –y una de tres– camareta, un habitáculo minúsculo donde tienen unos armarios muy estrechos donde colgar los uniformes y unos baúles en los que guardan sus pertenencias como pueden. Deberán dejar estas estancias ordenadas antes de las ocho de la mañana, que es cuando comenzarán las clases cada día, ya que, a bordo del buque, además de poner en práctica los conocimientos adquiridos hasta ahora, seguirán recibiendo clases teóricas en una estancia multidisciplinar que hay en el velero.Los piropos, aplausos y vítores a los guardiamarinas y la Princesa Leonor se repitieron en este último recorrido por tierra firme en la península. La Unidad de Música de Elcano amenizó el camino de vuelta, que fue en procesión, con cuatro marineros de la dotación portando una réplica de ‘la galeona’, que les acompañará durante toda la singladura. Eran las 10:15 de la mañana cuando los guardiamarinas pasaron desde el muelle el portalón de Elcano. Nada más pisar cubierta, lo primero que hicieron fue girar sus pasos hacia la izquierda y, mirando a popa, saludaron a la bandera. La Princesa lo hizo a las 10:25. En ese momento, a bordo de nuevo en el Elcano, –uno de los barcos más grandes y antiguos del mundo y que más años ha navegado y más millas ha recorrido– ella y sus compañeros fueron conscientes de que no regresarán a la península hasta el próximo 3 de julio, cuando, según el programa de la Armada, llegarán a Gijón. Volverán a pisar tierra firme dentro de seis días, cuando después de su primera travesía arribarán a Santa Cruz de Tenerife , donde permanecerán tres días hasta que salgan hacia Las Palmas de Gran Canaria. Después de dos días, emprenderán la singladura más larga, que durará tres semanas, hasta que lleguen a Salvador de Bahía (Brasil). Después: Montevideo (Uruguay), Punta Arenas y Valparaíso (Chile), El Callao (Perú), Ciudad de Panamá (Panamá), Cartagena de Indias y Santa Marta (Colombia), Santo Domingo (República Dominicana) y Nueva York (EE.UU.).Noticia Relacionada Juan Sebastián de Elcano estandar No Seis meses, 17.000 millas y 16 puertos: así será la intensa travesía de la Princesa Leonor Pablo Amigo La Heredera inicia este sábado un intenso viaje de 140 días en el mar en el que recibirá formación sobre navegación y los valores de la ArmadaPoco antes de las 11:00, hora prevista para la llegada de los Reyes, el sol se abrió paso entre el cielo nublado y la niebla se había disipado, que era una de las preocupaciones de los oficiales a bordo de Elcano, que temían la poca visibilidad a la hora de partir. También fue un alivio para las más de 250 embarcaciones que despidieron a los guardiamarinas desde la bahía de Cádiz. Desde allí les desearon «buena mar». Pero antes, desde la cubierta de Elcano la dotación se preparó para recibir con honores a Felipe VI a bordo de Elcano. El muelle de Cádiz presenció entonces algo que solo ocurre cuando el Rey sube a la cubierta: los marineros subieron a los cuatro palos de Elcano y esperaron a Don Felipe y Doña Letizia enganchados con arneses a las escaleras de cuerdas . Doña Letizia saluda a los asistentes al zarpado del Juan Sebastián de Elcano EPRobles llegó tarde por la nieblaA las once en punto, los Reyes subieron a la embarcación. Saludaron a la bandera y, toda la tripulación en formación, siete vivas a España y 21 cañonazos precedieron al himno de España. Hubo aplausos y más vivas al Rey desde el muelle, mientras Don Felipe y Doña Letizia saludaron a las autoridades militares y civiles que les recibieron a bordo, entre ellos el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno. La ministra de Defensa, Margarita Robles , no pudo estar en el inicio del acto porque el avión con el que viajaba desde Madrid no pudo aterrizar en el aeropuerto de Jerez debido a la niebla. Llegó a las 11:11 y recibió abucheos por parte de los familiares de la tripulación, que gritaron «¡Fuera! ¡Fuera!» . La Reina dedicó un saludo desde la cubierta a todos los familiares de los guardiamarinas, que les aplaudieron de nuevo. Doña Letizia estaba visiblemente emocionada. Los Reyes se dirigieron al interior del barco, donde se despidieron de la Princesa en la intimidad. Mientras tanto, los guardiamarinas tuvieron cinco minutos para bajar al muelle y decir adiós a sus familiares. Hubo abrazos, besos y alguna lágrima. En total había 1.600 familiares . Allí, los sentimientos de alegría y orgullo se mezclaban con otros como la tristeza, la añoranza y la pena. Este combinado de emociones también se podía ver en la cara de los Reyes: felices por ver a su primogénita integrada en una tripulación y una vida que le gusta y le hace feliz mientras cumple con sus obligaciones como Heredera, pero al mismo tiempo sintiendo cierta nostalgia al verla crecer. Orgullosos también al contemplar que la Princesa Leonor se hace cargo de su destino.Dos padres emocionados Don Felipe y Doña Letizia, además de Reyes, fueron dos padres que no ocultaron su emoción ante la despedida de su hija para completar su formación militar AgenciasLa despedida de los ReyesAntes de abrazar a la Princesa por última vez y subir al Vigía, el patrullero de la Armada desde donde siguieron la partida de Elcano en alta mar, los Reyes se dirigieron a los 76 guardiamarinas. «Queremos desearos buena mar, buenos vientos y sobre todo que aprovechéis esta etapa fundamental en vuestra formación como marinos, como militares. Y también en vuestra proyección por el mundo como españoles. Representáis a una Armada con un legado de siglos que debéis honrar y recordar. Y también representáis a una Armada del siglo XXI», les dijo el Rey. «Recordad siempre que lleváis el prestigio y la imagen de España sobre vuestros hombros y también recordad que sois guardiamarinas de la Armada española. Deseo, deseamos la Reina y yo, que lo disfrutéis. Y que llevéis el pabellón bien alto por los mares y por los puertos a los que arribéis», concluyó. «Recordad siempre que lleváis el prestigio y la imagen de España sobre vuestros hombros y también recordad que sois guardiamarinas de la Armada española» Felipe VI A los guardiamarinas en el Juan Sebastián de ElcanoMinutos después, desde el muelle y junto al resto de familiares, Don Felipe y Doña Letizia vieron como el buque-escuela iniciaba las maniobras para zarpar. La Unidad de Música seguía tocando a bordo durante una despedida llena de solemnidad. Porque Cádiz despedía a los guardiamarinas en un día histórico donde se dijo adiós también a la Princesa. Hubo más aplausos, miradas de orgullo y lágrimas. Los guardiamarinas saludaron a sus familiares con las gorras del uniforme en la mano. Los Reyes estaban muy emocionados . El Rey hizo fotos con su móvil. Y Doña Letizia lanzó besos a su hija, quien no paró de sonreír desde el barco. Don Felipe reconoció que era un momento «muy emotivo» , mientras Doña Letizia estaba a punto de soltar alguna lágrima, como «otras madres», dijo porque, como recordó, «son muchos meses sin verla».
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