El Atlético de Madrid ha sido siempre un equipo capaz de lo mejor y lo peor, de tocar el cielo con los dedos y bajar al infierno. A menudo, la duda era si el equipo ganaría la liga o podría pagar las nóminas de los jugadores. Un defensa central argentino de los años 60 contaba que nunca sabía si la paga le daría para irse de vacaciones a su país.Con Jesús Gil el caos y la incertidumbre se dispararon. Tras un doblete, el club fue intervenido judicialmente y bajó a segunda. Afortunadamente, el hijo no tiene nada que ver, sus formas y la manera de gestionar han resultado antagónicas a las del padre. De la mano del Cholo ha conseguido una estabilidad deportiva e institucional que han aupado al Atleti entre los mejores equipos del mundo, con un futuro esperanzador.Decir esto no es contradictorio con haber criticado al entrenador cuando sus planteamientos nos parecieron ultradefensivos o a la directiva por muchas razones. Este año se puede competir por ganar todas las competiciones.El lanzamiento al aire de la moneda, en la eliminatoria copera frente al Marbella, salió de cara, con un único gol de «El principito». Demasiada falta de contundencia en el área contraria. La nota más positiva fue la ilusión que despertó el partido en una ciudad maravillosa, paraíso estival de multitud de colchoneros, que tuvo que pedir prestado el estadio de la capital de la Costa del Sol, la Rosaleda, para llenarlo con aficionados de ambos equipos. El saque de honor lo hizo la hija del inolvidable Radomir Antic.Solo dos entrenadores, Ricardo Zamora y Helenio Herrera, consiguieron dos ligas consecutivas. Marcel Domingo estuvo a punto de emularlos, pero se quedó en el segundo intento, con un partido final increíble, jugado en el Vicente Calderón, frente al Barcelona. Si ganaba cualquiera de los dos, sería campeón de liga. Solo si empataban (cosa que sucedió), resultaría campeón el Valencia.Ojalá que el «míster» actual, o cualquier otro, consiguiese igualar o superar los triunfos consecutivos de sus predecesores en el cargo, hace ya demasiados años. Tantos que Aparicio, Gabilondo, Campos, Silva, Mújica, Carlsson, Escudero o Larbi Ben Barek son para la mayoría de los colchoneros solo nombres de antiguos jugadores, ajados en fotos amarillentas. Pero leyendas inolvidables que perdurarán en el tiempo.A pesar de su enorme potencial, veremos hoy cuál de las dos caras muestra el equipo ante el Osasuna.
Leave a Reply