No se sabe quién prendió la chispa del primer incendio que ha desatado el apocalipsis de fuego de Los Ángeles . Pero sí se conocen las condiciones que están haciendo imposible su control. El viento es el primero. Y, en el caso de esta zona no son unos vientos normales, aunque allí sean unos viejos conocidos. En California les llaman ‘vientos del diablo’ o de Santa Ana y cuando llegan los meses más fríos del año se multiplican. Son secos, cálidos y soplan desde tierra adentro hacia el mar, por lo que son capaces de convertir cualquier llama en un gran incendio. Este fenómeno ha coincidido además con una borrasca bastante intensa que se está encargando de bombearlos con fuerza. Pero más allá de estos fenómenos meteorológicos, las condiciones climáticas en el estado de California eran las peores para que saltara una chispa, según advierte un estudio científico de la Universidad de California, publicado en la revista Nature Reviews. En este trabajo se concluye que el verdadero culpable es el llamado latigazo hidroclimático . Con este nombre se definen los cambios bruscos que pasan en poco tiempo de una meteorología intensamente húmeda a otra más seca.Esto es lo que ha sucedido en California. Tras años de grave sequía , docenas de ríos atmosféricos inundaron el estado con precipitaciones récord en el invierno de 2022-23, sepultando pueblos de montaña con nieve, inundando valles con lluvia y nieve derretida y provocando cientos de corrimientos de tierra. Noticia Relacionada estandar No Los bomberos de Los Ángeles, al límite: el viento les complica aún más la lucha contra los incendios descontrolados AFP Las fuertes rachas que están azotando la ciudad hacen aún más difícil la extinción de los fuegos, que ya ha dejado 16 muertos según el último balanceFruto de esas precipitaciones, California se tapizó de hierba y maleza. Aunque el color verde del paisaje duró poco. El pasado verano hubo temperaturas extremas de calor y la que debería ser temporada de lluvias en este comienzo de año ha continuado siendo extremadamente seca. Los incendios se han encontrado una abundancia de vegetación que arde como la yesca.Esponja atmosféricaEste fenómeno no es un hecho aislado y está aumentando en todo el mundo, aseguran los investigadores de la Universidad de California. «Las pruebas demuestran que los latigazos hidroclimáticos ya han aumentado debido al calentamiento global, y que mayores temperaturas provocarán incrementos aún mayores», afirma el autor principal, Daniel Swain, científico del clima de la UCLA y de Agricultura y Recursos Naturales de la UC. Los registros meteorológicos mundiales muestran que el latigazo hidroclimático ha aumentado entre un 31% y un 66% desde mediados del siglo XX, incluso más de lo que los modelos climáticos sugieren que debería haber ocurrido. Lo que indicaría que el cambio climático lo está acelerando, explican. Uno de los principales factores es la «expansión de la esponja atmosférica», es decir, la creciente capacidad de la atmósfera para evaporar, absorber y liberar un 7% más de agua por cada grado centígrado que se calienta el planeta.«Las pruebas demuestran que los latigazos hidroclimáticos ya han aumentado debido al calentamiento global, y que mayores temperaturas provocarán incrementos aún mayores» Daniel Swain Científico del clima de la UCLA y de Agricultura y Recursos Naturales de la UC«El problema es que la esponja crece exponencialmente, como el interés compuesto en un banco», dijo Swain. «El ritmo de expansión aumenta con cada fracción de grado de calentamiento».Gestión del agua Las consecuencias globales del latigazo hidroclimático no son sólo las inundaciones y las sequías, sino el mayor peligro de que se produzcan fluctuaciones entre ambas, como el ciclo de floración y quema de matorrales que se riegan en exceso y luego se secan en exceso, y los corrimientos de tierras en laderas sobresaturadas donde los incendios recientes han eliminado las plantas con raíces que tejen el suelo y absorben la lluvia. Según Swain, cada fracción de grado de calentamiento acelera el creciente poder destructivo de las transiciones.Muchos estudios anteriores sobre el latigazo climático sólo han tenido en cuenta el lado de la ecuación correspondiente a las precipitaciones, y no la creciente demanda de evaporación. Una atmósfera más sedienta extrae más agua de las plantas y el suelo, exacerbando las condiciones de sequía más allá de la simple falta de precipitaciones. «El efecto esponja atmosférico en expansión puede ofrecer una explicación unificadora de algunos de los efectos más visibles y viscerales del cambio climático, que últimamente parecen haberse acelerado», afirma Swain. Esa aceleración, y el aumento previsto de los ciclos hidrológicos de auge y recesión, tienen importantes implicaciones para la gestión del agua.¿Qué se puede hacer?En muchas regiones, los diseños tradicionales de gestión incluyen desviar las aguas de las inundaciones para que fluyan rápidamente hacia el océano, o soluciones más lentas como permitir que la lluvia se filtre a la capa freática. Sin embargo, los investigadores señalan que, por sí solas, cada opción deja a las ciudades en una situación de vulnerabilidad frente a la otra cara del latigazo climático.Se prevé que los latigazos hidroclimáticos aumenten sobre todo en el norte de África, Oriente Medio, el sur de Asia, el norte de Eurasia, el Pacífico tropical y el Atlántico tropical , pero la mayoría de las demás regiones también notarán el cambio. «Traerán uno de los cambios globales más universales en una Tierra que se calienta», concluye el investigador de la Universidad de California.
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