Apenas 24 horas después de que la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, propusiera la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) a los 1.184 euros al mes (50 euros más que hasta ahora), la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha recordado la necesidad de que los gobiernos lleguen a cualquier tipo de acuerdo salarial en el entorno del diálogo social. En el caso del SMI, debe «fijarse y ajustarse a través de sistemas acordados en los que participen gobierno, trabajadores y empresarios«. La organización, que incluye estas exigencias en el Informe sobre Desigualdad Salarial que acaba de hacer público este jueves, insiste en la necesidad de que todos los agentes sociales participen en este tipo de decisiones, como la que ayer dio a conocer Trabajo. Tras la reunión mantenida este miércoles entre los responsables de ese Ministerio junto a los de la patronal (CEOE) y las organizaciones sindicales (UGT y CC OO), los empresarios están valorando la propuesta de SMI, aunque se muestran contrarios a ese incremento del 4,4% para este año , el más elevado de la franja ideada por el comité de expertos. La patronal está «analizando a nivel interno» esa subida de cara a una nueva reunión la próxima semana. Será el día 22 cuando los agentes sociales vuelvan a encontrarse para valorar la medida. Aunque diversas fuentes de los empresarios insisten en que el hecho de que el SMI haya subido un 50% en los seis últimos años, con los costes sociales asociados que elevan esa cifra al 60% hace inviable un acuerdo en este sentido. Los sindicatos, por su parte, han planteado un incremento del SMI para 2025 de entre el 5% y el 6%, para situarlo «más o menos» en 1.200 euros mensuales, ya que entienden que la subida del 4,4% propuesta por Trabajo no sitúa el SMI en el 60% del salario medio, como establece la Carta Social Europea.El informe de la OIT también señala el camino para alcanzar otro tipo de pactos, como el que se está gestando en torno a la reforma de la jornada laboral, que el Gobierno quiere bajar de 40 a 37,5 horas semanales. En este sentido, la organización pide también ajustar medidas laborales «a través de la negociación colectiva» , una de las reclamaciones de los empresarios para abordar el recorte de jornada frente a la generalización de la medida a todas las empresas por igual y en los mismos términos.También abordar las causas profundas de los bajos salarios, y cómo las políticas nacionales «deben reflejar el contexto específico» de cada país y abordar las causas de los bajos salarios, «como la informalidad, la baja productividad y la infravaloración de los empleos» en sectores como la economía de los cuidados.Ayer mismo la vicepresidenta Yolanda Díaz y el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, acordaron que el próximo 27 de enero se abordará en la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos (CDGAE) el acuerdo de diálogo social para la reducción de la jornada laboral.Menos capacidad de compraEl estudio de la OIT también refleja cómo a los trabajadores españoles les cuesta más recuperar el poder adquisitivo perdido por la inflación frente a los empleados de otros países desarrollado. En concreto, señala que los salarios reales promedios en el 2023 crecieron un 1,4%, mientras que en 2024 se estima que habrían alcanzado un crecimiento del 0,6%, un resultado 0,3 puntos porcentuales «por debajo del promedio que se espera que alcancen los países avanzados del G20». Señala que «estos resultados suponen una notable recuperación para España si se compara con el crecimiento negativo en el 2022, cuando el promedio real salarial cayó al -3,5% a causa de las elevadas tasas de inflación que impactaron negativamente en el crecimiento de los salarios nominales» en casi todos los países a nivel mundial.
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