Carlos Alcaraz cedió un set en su camino hacia los octavos de final del Abierto de Australia este viernes en su victoria ante Nuno Borges por 6-2, 6-4, 6-7 (3) y 6-2 en dos horas y 55 minutos. Nada de lo que preocuparse porque el murciano tiene tenis, fondo de armario y cabeza para replantearse esta circunstancia y resolverla de inmediato. La derecha y el saque están funcionando de maravilla y se va ajustando también el porcentaje de nivel que hay que sacar contra cada rival, con cada vez más expectativas hacia su propio desempeño, y más cerca de las rondas que lo acercan al título del domingo 26.Borges no era aquel jugador del Conde de Godó 2023 que perdió por 6-3 y 6-1. Ha crecido el portugués, y lanzó una buena estrategia y muy buenos puntos, pero no le alcanzaron para donde está ya instalado desde hace un tiempo Alcaraz. Tranquilo y convencido de la efectividad de su juego, el murciano no se dejó sorprender, ni avasallar, y dominó los dos primeros sets cuando tocaba, aunque el ordenado juego de Borges, 27 años y 33 del mundo, obligara a jugar más puntos y juegos de los que quería. En el tercero, un enfado, errores, una bola de set levantada, pruebas, calma y soluciones olvidándose del ‘tie break’ perdido. Nada más, que este torneo es muy largo y hasta Novak Djokovic se ha dejado ya dos sets en el camino, Sinner otro y Medvedev ha sido despedido en segunda ronda.Le gustó a Alcaraz volver a la Rod Laver después de dos incursiones en la Margaret Court porque prefiere priorizar el descanso y jugar de día, que la pista grande y el espectáculo de la noche. Se movió de maravilla desde el fondo y volvió a sentirse a gusto con el servicio, 84 % de puntos ganados con el primer golpe y nueve ‘aces’. Es verdad que se disparó la cuenta de errores, cincuenta, pero está todo bajo control, 54 ganadores: «Estoy muy contento con mi nivel. Podría ser mejor. Cometí muchos errores que no debería haber cometido. Pero de todos modos, en general, estoy contento y tengo cosas que mejorar de cara al próximo partido».Es la segunda vez que Alcaraz alcanza los octavos de final en Melbourne, con su techo en los cuartos de 2024 cuando perdió contra Alexander Zverev: «La última vez que jugué aquí perdí, tenía muchas ganas de jugar aquí y conseguir otra victoria en la Rod Laver», dijo el español, sonriente tras el triunfo que lo acerca a ese récord de completar los cuatro ‘grandes’ antes de los 22 años. «Es un privilegio sentir el cariño aquí en Australia. Intento jugar un tenis diferente, eso es lo que me hace disfrutar jugando al tenis, lo que me hace sonreír en la pista. Y también entretener a la gente, hacerla feliz», completó. Además, ya avisó de que si gana el Abierto de Australia, el tatuaje conmemorativo será un canguro. Es el decimotercer español que alcanza esta ronda en el Grand Slam australiano, en una lista que lidera Rafael Nadal, con 15, David Ferrer (9), Roberto Bautista y Tommy Robredo (5), Nicolás Almagro (4), Pablo Carreño, Juan Carlos y Fernando Verdasco (3), Carlos Moyá y Manuel Orantes (2).En la siguiente ronda, Alcaraz se enfrentará al británico Jack Draper o al australiano Aleksandar Vukic.
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