Puigdemont suspende las conversaciones con el PSOE y exige una reunión urgente en Suiza

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Puigdemont suspende las conversaciones con el PSOE y exige una reunión urgente en Suiza

Bloqueo legislativo para presionar al PSOE pero sin ruptura total. El expresidente de la Generalitat y líder de Junts, Carles Puigdemont, ha anunciado este mediodía que su partido suspende «las negociaciones sectoriales » que mantienen con el PSOE, una forma de presionar al partido de Pedro Sánchez por la vía del bloqueo legislativo hasta que los socialistas resuelvan, ha venido a decir el fugado, la cuestión de fondo, es decir, si «hay o no hay conflicto político en Cataluña». Para tratar de superar el abismo que ahora separa a los dos socios de legislatura, Puigdemont ha ordenado convocar una reunión « urgente » con el PSOE en Suiza.Lo ha hecho después de reunir a la dirección de su partido en Waterloo y un día después de que en la mesa del Congreso PSOE y Sumar decidiesen aplazar la decisión sobre la admisión a trámite de una PNL del partido independentista para forzar al presidente Pedro Sánchez a someterse a una cuestión de confianza. La opción de aplazar la decisión permite a los partidos implicados ganar tiempo para encontrar una salida al callejón en el que se habían situado, más después de que desde el Gobierno se anunciase que no pensaban someter al presidente a una cuestión de confianza que se considera como una excesiva humillación. Puigdemont ha valorado la decisión de la Mesa, que aunque no desbloquea nada sí permite ver, ha explicado, que «el PSOE ha entendido que esto no era una simple amenaza»: «Han entendido que el riesgo de ruptura era real. Han rectificado. No han tomado una decisión, pero no la han rechazado como anunciaron».Pese al paso dado por el PSOE, el hecho de no haberlo dado, para ser más precisos, «seguimos donde estábamos», ha añadido el expresidente, motivo por el que ordena un bloqueo legislativo para evitar «que el aplazamiento de ayer se alargue». Como primera consecuencia, Junts no se negociará los Presupuestos Generales del Estado o no apoyará las convalidaciones de dercretos, una de las vías usadas precisamente para sortear sus aprietos parlamantarios: «Que no nos busquen». De alguna forma, con la decisión de ayer del PSOE, y la de hoy de Junts, una suspensión reversible y matizada, ambos partidos ganan tiempo. De entrada, porque la suspensión o ruptura, como ha explicado el propio Puigdemont, no es completa y, por ahora, se limita al Congreso. Así, por ejemplo, las conversaciones para el traspaso de las competencias en inmigración, la amnistía o el catalán en Europa no se detienen.Sí quiere Puigdemont que se produzca un cambio, un elemento «destascador» que acabe con el actual bloqueo y que se pretende pueda cuajar tras el encuentro «urgente» en Suiza de la mano del verificador. «Seguimos dónde estábamos. Nuestra propuesta para comprobar si el Congreso mantiene su confianza en el presidente se mantiene. Lo que no se puede hacer es reconocer en el acuerdo de Bruselas (que permitió la investidura de Sánchez) que hay un conflicto histórico, político, y por otra parte cuando el mismo partido gobierna en Cataluña (PSC) dice que el conflicto no existe. Esta contradicción no se ha resuelto», ha apuntado el expresidente.La ruptura aplazada con el PSOE no implica en ningún caso que crezcan las posibilidades de apoyar una hipotética moción de censura de PP y Vox. Puigdemont ha recordado que una moción implica la propuesta de investir un presidente alternativo, algo que Junts no piensa hacer de la mano de Feijóo y Bascal.. Si con el PSOE la confianza está bajo mínimos, ha recordado, todavía lo es más con el PP y Vox, partido este último detrás de las acusaciones particulares contra los líderes independentistas.Uno de los asuntos que ha quebrado la confianza en Junts con el PSOE es la percepción de que una cosa es lo que los negociadores plantean en las conversaciones en Suiza y otra lo que se acaba aterrizando. Prueba de ello es la andanada lanzada hoy contra el ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska, que hoy mismo señalaba que en la negociación sobre el traspado de las competencias de inmigración hay «puntos rojos», como el control de fronteras .Noticia Relacionada estandar Si Junts amenaza con cerrar la vía suiza y avisa: «Iremos por libre» Juan Fernández-MirandaLa negativa del PSOE a tramitar la cuestión de confianza, decisión ahora en suspenso tras el aplazamiento de la mesa, hubiese conducido a una rotura total de la relación con Junts, ya muy deteriorada tras los incumplimientos que denuncia el independentismo. La presencia del catalán en Europa, la aplicación efectiva de la amnistía, el cumplimiento de las de las inversiones en Cataluña presupuestadas pero no ejecutadas o el traspaso integral de las competencias en inmigración son los asuntos más concretos que alega Junts.En este escenario, la cuestión de confianza se planteaba, y se sigue planteando, por parte de los de Puigdemont como una manera de poner el contador a cero en una relación que permitió en su momento la investidura de Pedro Sánchez tras la generales de julio de 2023 y que se mantuvo, con sus altos y bajos, a partir de las sucesivas reuniones mantenidas en Suiza.

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