Las mafias albanesas pisan fuerte en Galicia y ya se atreven a alijar con lanchas en sus rías

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Las mafias albanesas pisan fuerte en Galicia y ya se atreven a alijar con lanchas en sus rías

Las cifras del balance anual de incautaciones a las organizaciones de narcotraficantes pueden bailar en función de si se le concede el ‘copyright’ galaico a alijos frustrados en alta mar que se sospechaba que estaban destinados a colarse por la costa gallega. En cualquier caso, todos los cálculos sitúan entre 12 y 15 las toneladas de cocaína con sello gallego intervenidas en Galicia o incautadas a sus organizaciones en 2024. El narcotráfico gallego parece incombustible y la ‘fariña’ sudamericana sigue siendo la droga reina. Pero las mafias extranjeras cada vez pisan más las rías: dos organizaciones albanesas distintas han intentado colar 2,2 toneladas de cocaína por la costa gallega en el arranque de 2025.«Son cifras mareantes», reconocen fuentes policiales que llevan años batiéndose en primera línea contra estas organizaciones. El balance de 2024 registra cifras similares al volumen de incautaciones de los años precedentes. Pero yendo al detalle, el año recién acabado destaca por dos cuestiones: muchas de esas toneladas fueron incautadas en alta mar y se pudo detener a dos históricos que llevaban años bajo el radar policial pero que nunca han llegado a ser condenados por narcotráfico.Noticias de narcotráfico estandar No Narcotráfico Nueve detenidos por intentar colar una tonelada de cocaína por el Puerto de Vigo Jesús Hierro estandar Si El caso del narcosubmarino Poseidón hace agua pero cerca a un eterno investigado Jesús HierroEl listón estaba alto. En diciembre de 2023, la Policía Nacional protagonizaba la mayor aprehensión de cocaína en la historia de Galicia. Y eso es mucho decir. En la Operación Tonara intervinieron en La Coruña 7.500 kilos de cocaína que se habían colado por el Puerto de Vigo camuflados entre lomos de atún congelado. Fueron detenidos una veintena de supuestos integrantes de dos organizaciones de origen balcánico. El golpe se completó con la incautación de otras 3,4 toneladas de polvo blanco en el puerto de Valencia.Globales y sofisticadosEn el siglo XXI no es fácil definir lo que es narcotráfico gallego y lo que no. Los históricos capos eran sobre todo ‘lancheros’, que aliados con mafias colombianas se encargaban de alijar en tierra la cocaína que otros importaban de tierras americanas. Pero los traficantes, también los gallegos, son cada vez más globales. La tradicional colaboración con grupos sudamericanos se ha sofisticado. Y también hay ya mafias extranjeras sin vinculaciones con organizaciones gallegas operando en las rías. O produciendo cocaína ‘in situ’ en laboratorios de Galicia y del resto de la Península Ibérica. Aparte está la lotería de que se decidan por un puerto u otro para introducir la en Europa. Los 7.500 kilos intervenidos en la Operación Tonara estaban en una nave de Cambre (La Coruña) EFEEn Galicia, el más ‘caliente’ es el de Vigo, pero en España por encima destacan los de Barcelona, Valencia y Algeciras. «Claro que hay organizaciones en Galicia, pero hay un ‘modus operandi’ global, son itinerantes y van buscando puertos. Hoy prueban Vigo, mañana Málaga y pasado Algeciras», explicaba hace poco a ABC Fernando Iglesias, el máximo responsable del Servicio de Vigilancia Aduanera en Galicia.Tras el duro golpe de la Operación Tonara a finales de 2023, las organizaciones pronto se repusieron. Ya en enero, la policía sorprendía al gallego David Currás con 500 kilos de cocaína a bordo de una planeadora a 50 millas de las islas Canarias. En febrero, y también en la costa canaria, se interceptó otra embarcación semirrígida con casi 4.500 kilos de polvo blanco. Un presunto narco gallego, José Manuel Costa Hermida, formaba parte de aquella tripulación. Eran los entremeses de lo que estaba por venir.Porque en 2024 coleaba aún un sonado fracaso policial de 2023. En marzo de ese año aparecía en medio de la ría de Arousa el segundo gran narcosubmarino trasatlántico localizado en Europa. Pero en las entrañas de ‘Poseidón’ –así lo bautizaron los propios traficantes– no quedaba ni un gramo de droga. Los investigadores no llegaron a tiempo para atajar los 4.000 kilos de cocaína que se sospecha que transportaba.El narcosubmarino ‘Poseidón’, en la Illa de Arousa, tras ser localizado en la ría ya sin droga alguna EFENo se sabe todavía a día de hoy quién es el principal responsable del cargamento del ‘Poseidón’. Pero las Fuerzas de Seguridad del Estado siguieron la pista a dos organizaciones autóctonas por haber salido en busca de la cocaína del narcosubmarino para colarla por la costa gallega. Una de ellas vinculada, supuestamente, al entorno de Sito Miñanco; la otra, a Juan Vidal Padín, ‘El Burro’, un presunto traficante gallego en el punto de mira desde hacía dos décadas que nunca había caído.La operación contra El Burro se desencadenó en abril del año pasado. La Guardia Civil había detectado movimientos de lanchas que iban y venían desde la zona donde se ubicaba el narcosubmarino y una nave de su propiedad. En los registros se incautaron dos planeadoras. Y aunque los investigadores descartan que sean las lanchas con las que se acometió la descarga del ‘Poseidón’, esas embarcaciones acercan por primera vez a El Burro al banquillo. Eso sí, por contrabando –estas lanchas son consideradas género prohibido– y no por narcotráfico: en los registros de sus propiedades no se encontró ni un sólo gramo de droga.Operación HaliaSiguiendo un recorrido cronológico por las principales intervenciones del año, en mayo estalló la Operación Halia. Sin duda, uno de los principales golpes contra los narcos en Galicia en 2024, año que pese a mantener el volumen de incautaciones precedentes, no destacó por la desarticulación de ninguna gran organización. El cerco a Vidal Padín y también la Operación Halia, en la que la Guardia Civil ‘cazó’, entre otros, al gallego Pablo Quiroga, son excepciones en un año pobre en cuanto a la caída de estructuras criminales.La Operación Halia se cobró una veintena de detenciones en Pontevedra, La Coruña y Madrid, donde disponían de un laboratorio para adulterar la cocaína. En cuanto a las incautaciones, la Guardia Civil les intervino 50 kilos de coca, 1.700 de hachís y 10.000 pastillas de éxtasis. Pero lo que destaca de la Operación Halia es el decomiso de tres millones de euros en efectivo y el embargo de bienes por un valor de 10 millones de euros , entre cuentas bancarias, casas de lujo en la comarca pontevedresa de O Salnés –de donde son los supuestos líderes– y barcos. Atacar el patrimonio amasado por los narcos a costa de la salud pública es uno de los grandes objetivos de la policía. En este caso, señalan a Quiroga y a sus colaboradores por importar cocaína en veleros del Caribe hasta Galicia.La Operación Halia intervino a la organización unos tres millones de euros en efectivo Guardia CivilEn el último tercio del año hubo un redoble de grandes alijos que, supuestamente, tenían Galicia como destino. En noviembre, interceptaron al oeste de Canarias un pesquero de bandera panameña con 4.000 kilos de cocaína que una organización pretendía colar, presuntamente, por la costa gallega. Un mes más tarde, y también cerca de Canarias, ‘cazaron’ otro pesquero cuyo probable destino iba a ser el Puerto de Vigo. Esta sacudida de grandes alijos en los estertores del año no es casual. «Son los meses más propicios, más o menos de noviembre a febrero, para navegar desde Sudamérica hasta Europa», destaca a ABC el gerente de la Fundación Galega contra o Narcotráfico. «Y si las condiciones meteorológicas son las mejores, pues hay más intentos», insiste Alonso.«Son los meses más propicios, más o menos de noviembre a febrero, para navegar hasta Europa, y hay más intentos» Fernando Alonso Fundación Galega contra o NarcotráficoPesqueros, contenedores con droga camuflada entre mercancía legal, lanchas, narcosubmarinos y hasta laboratorios ‘in situ’. Los métodos para abastecer el continente europeo de ‘fariña’ son múltiples y la vía gallega sigue siendo, aunque ni mucho menos exclusiva, «una de las predilectas», según recalca Alonso. Las estadísticas oficiales destacan a Andalucía, Canarias, Cataluña y la Comunidad Valenciana como las autonomías con mayor volumen de incautaciones. En los dos últimos casos, por la importancia de los puertos de Valencia y Barcelona. Y en el de Canarias, porque la mayoría de intervenciones en alta mar son conducidas hasta allí. Pero Galicia, un escalón por debajo en cuanto a volúmenes, sigue ahí. Y sus organizaciones, discretas y cada vez mejor conectadas, no desfallecen. Pero si 2024 fue intenso, el arranque de 2025 está siendo frenético. Y con protagonismo balcánico. Pisan fuerte: hace dos semanas se incautaron en el Puerto de Vigo 1.100 kilos de coca que una banda albanesa intentó introducir en un contenedor. Y otra organización del mismo país esta semana se ha atrevido con la descarga –frustrada– de tonelada y media en narcolancha, método hasta ahora reservado a organizaciones autóctonas, bien conocedoras de la idiosincrasia geográfica de las rías. «Tienen todo invadido, son muy osados», destacan fuentes policiales, que temen sobre todo la violencia que caracteriza a las bandas del Este.La Guardia Civil traslada al juzgado de Vilagarcía a un detenido en el último golpe a los narcos albaneses EP La amenaza de la violencia de las organizaciones del Este Hace años que las organizaciones balcánicas operan en la Península. Su ‘modus operandi’ habitual es el ‘gancho ciego’, intentar colar la droga en contenedores camuflada entre mercancía legal. A veces por puertos españoles –también gallegos– y otras veces portugueses. Pero el último gran golpe policial en Galicia confirma que los albaneses ya se atreven también a alijar en las rías con narcolanchas, especialidad hasta ahora reservada a narcos autóctonos. «Los propios gallegos creen que quieren desplazarlos», dicen a ABC fuentes policiales. Eso sí, por ahora necesitan del apoyo local: en al última operación cayeron siete albaneses pero también un gallego como supuesto colaborador.

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