La violencia política la sufren todos los partidos, en mayor o menor medida, contra sus sedes o algunos de sus representantes, pero el PSOE de Madrid ha querido poner el foco en las mujeres. En la ponencia marco que se llevará al congreso regional del partido, los próximos 1 y 2 de febrero en Leganés , y que se ha debatido este fin de semana en las agrupaciones locales, se subraya que «es fundamental combatir la violencia política contra las mujeres» y se adelanta que pondrán en marcha medidas para denunciarla y hacerle frente. «Los ataques que sufren las mujeres que se atreven a participar en cualquier ámbito de la esfera pública son inadmisibles y nos dotaremos de herramientas para denunciarlos y combatirlos», avisan los socialistas en el documento, que será la base del proyecto político del nuevo secretario general de los socialistas madrileños, Óscar López.En este documento que contiene la ponencia marco, en el que han participado 80 personas, bajo la dirección de José Manuel Franco, Fernando Fernández Lara y Cristina González, se afirma que «el PSOE debe ser un espacio seguro para la participación política de las mujeres». Noticia Relacionada Fulmina la etapa de Lobato en Madrid estandar Si El PSOE de Óscar López: más vertical, más agresivo y más antiAyuso Mariano Calleja En la ponencia marco de su congreso regional sitúa a Madrid como «punta de lanza de la ultraderecha» y fulmina la etapa de Lobato con un discurso más combativoEn ese sentido, los socialistas se comprometen a proteger y denunciar cualquier clase de acoso o agresión que sufra una mujer en cualquier contexto: «Garantizaremos la protección y los canales internos para denunciar posibles situaciones de acoso o violencia que se produzcan en su seno, en todos los contextos y en todos los foros en los que haya militancia socialista presente». Este alegato cobra fuerza tras el escándalo relacionado con Íñigo Errejón y la respuesta polémica que se ha producido dentro de Más Madrid, donde no se tomaron medidas, y limitadas, hasta que el caso se hizo público. El término de ‘violencia política contra las mujeres’ lo acuñó Irene Montero, cuando estuvo al frente del Ministerio de Igualdad. Desde ahí denunció el intento de «destrucción de la vida personal», su escrutinio o el cuestionamiento constante que sufrían las mujeres en política. Montero culpó a la derecha de buscar la ridiculización, la violencia política y la resistencia para frenar los avances del feminismo. El objetivo de esa violencia es, a su juicio, el «disciplinamiento de las mujeres» que deciden hacer política.En su intento por ampliar su espacio político perdido y recuperar la bandera del feminismo en Madrid, el PSOE hace suyo ese concepto y lo convierte en bandera ideológica propia, con un lenguaje muy parecido al de la exministra Montero.En su documento sobre la ponencia marco del congreso regional, el PSOE subraya que «es fundamental seguir sumando voces de mujeres a la militancia del PSOE-M», con el fin de dotarse «de un espacio de trabajo intergeneracional en el que las mujeres de todas las edades estén activas e intercambien saberes». «Para ello necesitamos hacer un esfuerzo importante en coordinación con las Juventudes Socialista, para conseguir hacer »atractiva« la participación de las mujeres más jóvenes. Los socialistas identificaron, en un comunicado del año pasado, la ‘violencia política’ que estaban sufriendo con «manifestaciones de odio» de sectores de la derecha y de la extrema derecha«, que »vienen precedidas del discurso de odio que, desde que Pedro Sánchez llegó al Gobierno en 2018, los dirigentes del PP y de Vox han ayudado a instalar en las instituciones y en los medios de comunicación««Llamamientos a usar todas las vías contra el Gobierno, acusar al Ejecutivo de ilegítimo día sí y día también o frases como ‘el que pueda hacer que haga’, pronunciada por Aznar, fomentan estas actitudes», avisan desde el PSOE. «No son Alberto Núñez Feijóo ni los dirigentes del PP los autores materiales de todos estos hechos, pero sí tiene la posibilidad de mandar parar las máquinas del odio».A lo largo de la ponencia marco de su congreso regional, el PSOE de Madrid se habla del «odio» en una decena de ocasiones. Los socialistas identifican a Ayuso con toda una «estrategia» relacionada con el odio, advierten de la «fortaleza del ecosistema de crispación y de odio» que se vive en Madrid, y denuncian los discursos de odio relacionado con los inmigrantes y con las personas LGTBI.
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