Madrid, Barcelona y Sevilla estuvieron entre las ciudades más divertidas para los amantes del rock’n’roll cuando el género daba sus primeros pasos en España en la segunda mitad de los sesenta; pero más excitante aún era Mallorca, que se convirtió en lugar de peregrinación para muchos ídolos anglosajones del género. Los grupos autóctonos más famosos eran los míticos Javaloyas (fundados en 1952), Los Beta, Los Bohemios, The Four Winds And Dito y también los Z-66 , la primera experiencia musical del que años más tarde se convertiría en uno de los baladistas más famosos de España, Lorenzo Santamaría.En 1967, el manager de los Animals y de Jimi Hendrix , Mike Jeffery, un enamorado de la isla, adquirió allí tres salas de fiestas: Zhivago (el antiguo Toltec) Haima (en Cala Mayor) y un local en la zona de Gomila al que bautizó Sgt. Pepper’s en honor a los Beatles, que decidió inaugurar por todo lo alto llevando a Hendrix para dar allí un concierto (tenía planes para actuar también en Madrid, pero se canceló y eso es otra historia). Fue entonces cuando se produjo el memorable encuentro con nuestro protagonista.«La sala se inauguró oficialmente con Hendrix, pero en realidad abrió tres semanas antes y nosotros habíamos estado actuando allí cada noche», recuerda Santamaría. Al día siguiente de su concierto volvimos a tocar, y en un momento dado él entró rodeado de chicas rubias (risas). Al cabo de un rato nos preguntó si podía subir al escenario para tocar unos blues con nosotros. Yo me acojoné, porque era muy admirador suyo, me parecía una bestia. A nuestro guitarrista casi le da un infarto para seguirle (risas), pero fue muy bonito. Es un honor haber sido el único cantante español que ha actuado con él».Noticia Relacionada estandar Si ‘Rock Bottom’: el paraíso balear de Robert Wyatt antes de caer a los infiernos Nacho Serrano La cineasta valenciana María Trénor estrena este viernes su película de animación sobre la vida del legendario artista británicoEn sus tiempos con Z-66 vivió anécdotas increíbles con otras leyendas como Eric Burdon , pero la historia de Lorenzo con el grupo terminó como en las películas: su discográfica le persuadió para dejarlo asegurándole que le iría mejor en solitario, y a pesar de sus reticencias iniciales, acabó mordiendo el anzuelo. «Los conjuntos estuvieron de moda hasta 1970, cuando empezó la ola de los solistas. La compañía estuvo meses machacándome con eso, pero yo no quería dejar la banda, me gustaba estar con ellos. Estuve un mes meditando en una finca de un tío mío, y al final me dejé convencer».Su primer disco tuvo una repercusión razonablemente buena, pero en 1975 publicó ‘Para que no me olvides’, cuya canción titular llegó a la cima de las listas de ventas y abrió una etapa de enorme popularidad, breve pero intensísima. Consiguió otro número uno con ‘Si tú fueras mi mujer’ unos meses después, y el fenómeno fan se desató a lo loco. Era un baladista romántico de éxito, joven, atractivo, tenía pasta y las mujeres no paraban de perseguirle. «Lo cierto es que me lo pasé bomba, no te lo voy a negar», ríe el artista. «Pero en esa época me casé, y mi mujer no pudo soportar el asedio de las fans y se acabó divorciando de mí». Santamaría añoraba los viejos tiempos, y aunque a partir del éxito de ‘Para que no me olvides’ «fue muy difícil volver atrás», en 1978 intentó tomarse la revancha lanzando el disco ‘Quise ser una estrella del Rock & Roll’. «No vendió nada», confiesa. «Mi público ya era otro.Y a partir de ahí, bandazos, bandazos…».MÁS INFORMACIÓN Tripis, cámara, acción: «Live in Maui», el concierto más psicodélico y desconocido de Jimi HendrixLa carrera de Santamaría tropezó con esos altibajos durante las cuatro décadas siguientes (no su vida personal, ya que en 1990 se volvió a casar con la actriz Nuria Hosta, que hoy sigue siendo su esposa) pero su mayor hit, ‘Para que no me olvides’, hizo honor a su nombre y siguió escuchándose hasta el punto de que hoy en día, cuando se cumple medio siglo de su lanzamiento, acumula más de cien millones de reproducciones. «Desde la pandemia estoy llenando los teatros, estoy alucinando», asegura el cantante. «La gira se supone que es una despedida, pero si esto sigue así, yo estoy dispuesto a morir con las botas puestas».GIRA LORENZO SANTAMARÍAMADRID: 20 DE ENERO (Teatro Rialto a las 20h, entradas desde 27 euros)A CORUÑA: 9 DE FEBREROVALLADOLID: 14 DE FEBREROPALMA DE MALLORCA: 21 DE FEBREROBARCELONA: 6 DE JUNIOALICANTE: 14 DE NOVIEMBRE
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