Argüello a la ministra Redondo: «En la Iglesia católica no hay discriminación en la comunión a las personas homosexuales»

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Argüello a la ministra Redondo: «En la Iglesia católica no hay discriminación en la comunión a las personas homosexuales»

La ministra de Igualdad, Ana Redondo, se ha reunido este miércoles con el presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, durante una hora y veinte minutos para tratar la investigación iniciada por el Ministerio a siete diócesis por realizar unas supuestas terapias de conversión para gais y ante la decisión del obispado de Segovia de «negar la comunión a personas del mismo sexo que viven según el modo matrimonial». El encuentro ha transcurrido en un «ambiente de cordialidad y confianza».En el encuentro, solicitado por la ministra de Igualdad, han hablado sobre las llamadas «terapias de conversión». según informa el Ministerio, Redondo le ha trasladado a Argüello «su rechazo a las terapias de conversión, que se están aplicando en varias diócesis españolas». Además, le ha informado que «el Ministerio de Igualdad trabaja en un informe para valorar modificar el Código Penal y convertirlas en delito».Sobre la cuestión, Argüello ha respondido a Redondo que «se trata de una expresión imprecisa, amplia y no científica, que la Iglesia católica no apoya y que no se encuentra dentro del ámbito de su acción pastoral», según ha informado la Conferencia Episcopal. El presidente de los obispos también ha resaltado que «no se pueden tratar como ‘terapias de conversión’ todas aquellas que no sean ‘terapias afirmativas’». En ese sentido, ha hecho una alusión concreta al proyecto «Transformados», que, según explican las personas que lo realizan, «invita a la conversión a Cristo y a la propuesta de vida que surge del Evangelio y que se ofrece a todas las personas».Noticia Relacionada estandar No Igualdad investigará a las diócesis que imparten cursos y talleres de conversión sexual para personas LGTBI La denuncia ha sido efectuada por la Asociación Española contra las Terapias de ConversiónPor otra parte, la ministra y el presidente de la Conferencia Episcopal han podido compartir sus puntos de vista en relación a la cuestión sobre la distribución de la comunión a personas homosexuales. Por su parte, Ana Redondo ha mostrado «el rechazo del Ministerio de Igualdad a que la Iglesia esté negando la comunión a personas homosexuales que han contraído matrimonio y ha expuesto que se trata de un ‘acto discriminatorio’».Frente a ello, Argüello le ha explicado que «en la Iglesia católica no existe discriminación en este sentido ya que la norma básica para recibir la comunión, que es estar en gracia de Dios, afecta igualmente a todos los católicos, con independencia de cualquier otra condición, incluida la orientación sexual». Para el Ministerio, el encuentro «se enmarca dentro de la normalidad institucional, con el objetivo de generar una red en defensa de la Igualdad», por lo que ha planteado «la necesidad de integrar a la Iglesia en la defensa de los valores constitucionales de Igualdad». Redondo también ha insistido en la necesidad de «garantizar el respeto a las mujeres en la Iglesia como un imperativo constitucional y en actuar, en especial, contra la violencia de género». «Entendemos que esto es una situación inexplicable en el siglo XXI, en la que se debe avanzar», ha destacado la ministra. Por parte de la Iglesia han destacado en la coincidencia «en la importancia que los principios de libertad, igualdad y no discriminación tienen para nuestra sociedad constitucional».Más larga de lo previstoTal como marcaba la agenda del ministerio, Redondo había llegado en el coche oficial a las 9:30 a la sede de la Conferencia Episcopal Española, en la calle Añastro de Madrid. Allí la esperaban el presidente de la CEE, Luis Argüello, el vicesecretario para asuntos generales, Carlos López Segovia, y miembros de la oficina de comunicación de los obispos. La reunión , que ha durado una hora y veinte minutos, ha sido mucho más larga de lo previsto ya que, en principio y según su agenda, la ministra tendría que haber llegado al pleno del Congreso a las 10:30 y, sin embargo, ha salido de la sede de la Conferencia Episcopal veinte minutos más tarde.Ni la ministra ni el presidente de los obispos han hecho declaraciones a los medios que esperaban a las puertas de la sede al finalizar el evento. Redondo -que sostenía unos documentos en su mano izquierda y en la derecha una gran bolsa dorada con un presente que le han ofrecido los obispos- ha salido acompañada por Argüello y algunos de sus colaboradores. Tras una breve conversación, se han despedido con cordialidad y la ministra ha abandonado el lugar en el coche oficial, que le esperaba bajo los soportales de la entrada, resguardado de la fina lluvia que ha caído en Madrid durante todo el tiempo que ha durado la reunión.El encuentro se ha celebrado tras la petición de la propia ministra, quien ya lo anunció el pasado viernes en el programa ’59 segundos’ de Televisión Española. Afirmaba entonces que lo sucedido en Segovia es «claramente y abiertamente inconstitucional» y sostenía que de acuerdo al artículo 14 de la Carta Magna «no se puede discriminar a un ciudadano LGTBI y exigirle que opte o bien por su fe o bien por su condición sexual», en alusión a la negativa de un párroco, respaldada por la diócesis, a darle la comunión a una pareja gay casada civilmente y a un alcalde socialista de un pueblo cercano, también homosexual y que convive con su pareja. La ministra instaba a los afectados a denunciar la situación ante el Tribunal Constitucional.Argüello y la ministra en la puerta de la sede de la Conferencia Episcopal a la salida de la reunión Navarro ParejaSin embargo, desde fuentes cercanas a la Conferencia Episcopal calificaron de «injerencia» la declaración de la ministra y niegan por completo sus argumentos. «El comunicado de la diócesis de Segovia ya dejaba claro que la negativa a que recibieran la comunión nada tiene que ver con su condición sexual, sino al hecho de que convivan como pareja, lo cual también impide el acceso al sacramento a las personas heterosexuales, como el caso de los divorciados vueltos a casar», explican a ABC. «En ningún momento se trata de homofobia ni discriminación hacia los homosexuales, sino la aplicación de la doctrina católica para defender el carácter sagrado de la eucaristía», añaden.Otro de los temas que la ministra lleva en cartera son las supuestas denuncias sobre terapias de conversión de las que acusa a siete diócesis: Madrid, Getafe, Alcalá de Henares, Barcelona, Sigüenza-Guadalajara, Valencia y Málaga. A partir de un informe de la Asociación Española contra las Terapias de Conversión, y una reunión con el presidente de la entidad, Saúl Castro, la semana pasada el Ministerio abrió un expediente para analizar las denuncias y «estudiar las acciones a impulsar en el marco de sus competencias».Sin embargo, las diócesis, que no han recibido ninguna denuncia en ese sentido, han negado la existencia de este tipo de terapias e incluso han mostrado su rechazo hacia estas prácticas, «en línea con la posición del Vaticano». De igual forma han explicado que lo que el ministerio considera «terapias de conversión» son en la práctica «charlas de personas que hablaron de su conversión a la fe».Incluso el obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla, a través de una publicación en la red social X negaba que existan las ‘terapias de conversión’ y defendía que la Iglesia pueda «acompañar pastoralmente a personas con inclinaciones homosexuales».«Lo que llaman ‘terapia de conversión’, en realidad, no existe. Es tan solo un ‘constructo ideológico’ del marxismo para impedir a la Iglesia acompañar pastoralmente a las personas con inclinaciones homosexuales, ayudándoles a vivir la virtud de la castidad. Por otra parte, resulta irónico que quienes defienden la libertad para cambiarse de sexo –hormonas y cirugías incluidas–, prohíban a los homosexuales solicitar libremente lo que ellos califican como ‘terapia de conversión’. Es una demostración palmaria de que no creen en la libertad, de la que tanto alardeaban; además de ser una prueba más de la falta de libertad religiosa que estamos padeciendo», aseguraba Munilla en X.

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