El clima político en Italia alcanza gran tensión tras el anuncio de que la primera ministra, Giorgia Meloni, y tres ministros de su Gobierno, están bajo investigación judicial. Meloni está siendo indagada por complicidad y malversación de fondos por la Fiscalía de Roma, en relación con el caso de la repatriación del general libio Osama Almasri, jefe de la policía judicial de Trípoli, que fue detenido en Turín el 18 de enero y liberado dos días después, para ser repatriado en un avión militar italiano por los servicios secretos, a pesar de una orden de arresto emitida contra él por la Corte Penal Internacional por crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra.El general libio es una figura clave del Gobierno de unidad nacional en Trípoli. Almasri es también señalado como el responsable de las prisiones de Trípoli, donde inmigrantes y disidentes han sido víctimas de torturas sistemáticas, abusos sexuales y otros crímenes atroces, según informes de Amnistía Internacional y otras organizaciones. Junto a Giorgia Meloni, también recibieron la notificación de la investigación judicial el ministro de Justicia, Carlo Nordio, el de Interior, Matteo Piantedosi, y el subsecretario del Gobierno, equivalente a ministro de la Presidencia, Alfredo Mantovano, responsable de los servicios secretos. Noticia Relacionada estandar Si Italia reanuda el traslado de inmigrantes a Albania después de dos fracasos Ángel Gómez Fuentes Una nave militar partió de Lampedusa con 49 inmigrantes rescatados en el Mediterráneo por patrulleras italianasLa noticia fue dada a conocer por la propia Giorgia Meloni en un video publicado en las redes sociales, mostrando el documento notificado por la Fiscalía. «La noticia de hoy es ésta», comenzó diciendo Meloni: «El fiscal Francesco Lo Voi, el mismo que ha fracasado en el proceso contra Matteo Salvini por secuestro de personas [en referencia al caso de la ONG Open Arms], acaba de enviarme un aviso de garantía por los delitos de complicidad y malversación de fondos en relación con el asunto de la repatriación del ciudadano Almasri. Presumo que la investigación es consecuencia de la denuncia que fue presentada por el abogado Luigi Li Gotti, un ex político de izquierda muy cercano a Romano Prodi (ex primer ministro y expresidente de la Comisión Europea). Li Gotti es conocido por haber defendido a los arrepentidos del calibre de Buscetta, Brusca y otros mafiosos», sentenció Meloni.«No me dejo chantajear» Tras el anuncio de que es investigada, la primera ministra lanzó una advertencia a la magistratura, al igual que ya lo hizo en otras ocasiones contra los llamados «poderes fuertes»: «Creo que lo que era válido ayer es válido hoy, no me dejo chantajear, no me dejaré intimidar, es posible que por eso sea impopular entre aquellos que no quieren que Italia cambie y que sea mejor. Pero también, y sobre todo por esto, quiero seguir mi camino en defensa de los italianos, especialmente cuando está en juego la seguridad de la nación. Con la cabeza en alto y sin miedo». Estas palabras de Giorgia Meloni han sido interpretadas por los medios italianos como una dura respuesta a la magistratura, al ver en la investigación judicial un ataque contra ella y el Gobierno con una motivación más política que puramente legal. La liberación del general libio Osama Almasri fue justificada por el Gobierno por razones de seguridad tras la liberación ordenada por el Tribunal de Apelación de Roma. «Mejor expulsarlo que dejarlo libre deambular por el territorio nacional», dijeron Meloni y el ministro del Interior, Mateo Piantedosi. Sin embargo, según la Asociación Nacional de Magistrados, la liberación del general libio fue fruto de una inercia consciente del Ministerio de Justicia. Medios italianos señalaron, citando fuentes del Ejecutivo, que la decisión de liberar a Almasri obedeció a «razones de Estado». Italia mantiene un acuerdo de cooperación con Libia, firmado en el 2017, bajo el Gobierno de Paolo Gentiloni, de izquierda, para controlar los flujos migratorios en el Mediterráneo. Meloni ha seguido al pie de la letra aquel acuerdo y hace todo lo posible con Libia para no arriesgarse a una represalia que pudiera incluir la liberación masiva de migrantes o incluso amenazas contra ciudadanos italianos en territorio libio. Para Roma, Libia es de gran importancia geoestratégica, además de ser fuente de gas y petróleo. La noticia de la investigación a Giorgia Meloni y a tres ministros muy importantes de su Gobierno ha supuesto un terremoto político. El vicepresidente Antonio Tajani ha manifestado: «Parece una venganza de los magistrados». La líder de la oposición, Elli Schlein, ha pedido que Meloni «se debería presentar mañana en el parlamento para aclarar las cosas». La tormenta política se produce justo cuando se arrastra desde hace meses gran tensión entre la magistratura y el Gobierno por la reforma de la justicia, que está ya en su recta final. La clave de la reforma es la separación de las carreras -fiscales y jueces-, a la que se opone la mayoría de los magistrados.
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