El Espanyol y Muñiz Ruiz ponen la Liga patas arriba

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El Espanyol y Muñiz Ruiz ponen la Liga patas arriba

Primero fue la desidia del Madrid, luego la incapacidad de Muñiz Ruiz e Iglesias Villanueva, y finalmente la suerte del Espanyol. Todo lo que podía salir mal, le salió mal al Madrid en Cornellá. Derrota inesperada y tres puntos menos dónde nadie se lo imaginaba.Hay platos de coliflor cocida más tentadores que los primeros cuarenta y cinco minutos de Cornellá . Salió el Madrid en modo resaca de Champions y, además, se encontró enfrente diez camisetas blanquiazules en campo propio, bien ordenaditas y generosas en la ayuda al compañero. Así iba a ser complicado que los de Ancelotti le metieran el cuchillo a la mantequillaUn solo disparo a puerta del Madrid en la primera mitad, de Bellingham, en el 39. Centrado y sin mucha fuerza, fácil para Joan García. Y otro del Espanyol, de Jofre, en el 18, atrapado sin problemas por Courtois. Problemas que sí puede tener Ancelotti con la lesión de Rudiger. Fue el sobresalto de la noche. Y veremos por cuánto tiempo. En el minuto 15, una llegada por banda de Jofre acabó en centro del extremo perico que intentó taponar Rudiger. Lo hizo con el típico saltito y en la caída notó un latigazo en la parte posterior de su pierna derecha. El alemán espero a que se acabara la acción, que no tuvo peligro ninguno, y se fue al suelo mientras sus dedos palpaban esa zona de los isquios.No hubo opción a probar si estaba en condiciones de continuar o no. Cambio y Asencio al campo. Así que el Madrid, a la espera del tiempo de baja que tenga Rudiger, se asoma al derbi y a la eliminatoria contra el City con una defensa con Lucas, Tchouaméni y Asencio , además de Fran García o Mendy. Vamos, un extremo y un pivote reconvertidos a lateral derecho y a central, respectivamente; y un chaval del Castilla que apenas lleva dos meses con el primer equipo. Doble mortal y tres tirabuzones para Ancelotti. Cierto es que, aparte del disparo de Bellingham entre palos, hubo otro de Vinicius que acabó en la red. Fue en el 21, pero Muñiz Ruiz decidió que en el fútbol un rival puede agarrar del cuello a un delantero, pero ese delantero no puede quitárselo de encima con un empujón. Así que como el gallego debió ser matemático en otra vida, entendió que el orden de los factores no alteraba el producto. El producto de elegir la decisión cobarde. Se pasó por el forro el penalti de Pol Lozano a Kylian, pero sí señaló la falta del francés cuando el disparo de Vinicius ya estaba en la portería de Joan. El brasileño se preguntaba por qué, como lo hacía el universo madridista. Queda el consuelo de que no era un castigo a esa indumentaria naranja en camiseta, pantalón y medias, más botas de color rosa fucsia. Hay outfits en el fútbol moderno que ni siquiera pasan por la cabeza de Ágatha Ruiz de la Prada. Del vestuario salió Mbappé todavía indignado, preguntando al cuarto árbitro si él había sido también de ciencias, como Muñiz Ruiz, o de letras. Nadie con dos luces podía entender su decisión, pero la pelea no estaba ahí. El Madrid se estaba dejando dos puntos en Cornellá y el Espanyol iba a pelear ese empate como si fuera el último plato de macarrones con tomate en un comedor escolar. Joan y la madera salvan al EspanyolEl plan perico no cambiaba. Estar bien juntito atrás y salir a correr cuando hubiera alguna opción. Que la había, con Tchouaméni encendiendo cerillas y Asencio echándole agua, pero eran contadas. No así las llegadas del Madrid, que subió claramente la intensidad.En el 50, doble ocasión. Zurdazo de Bellingham y parada de Joan. En el rechace, Mbappé fusiló al portero catalán, pero su mano derecha y el palo escupieron el balón fuera de la portería. En el 61, Muñiz Ruiz saldó con una amarilla una patada criminal de Romero. Tacos a la altura del gemelo, sin opción de disputar el balón. Mal el gallego y pero en el VAR. Allí estaba Iglesias Villanueva , un árbitro con menos personalidad que una bolsa de Gublins, en la hierba y en las Rozas. En el 76, llegada al área, recorte y punterazo de Rodrygo. Otra vez la madera al auxilio de Joan, que un minuto después le sacó una mano prodigiosa a Mbappé. Olía el Madrid la sangre, pero la sangre fue propia. En el 85, una falta mal sacada por Modric propició un contragolpe del Espanyol que acabó en centro de El Hilali y remate de Romero, que debía llevar 24 minutos expulsado, al culo de Valverde y de ahí a la red de Courtois. El Espanyol y Muniz Ruiz ponen la Liga patas arriba.

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