La cumbre informal de los dirigentes europeos en Bruselas debía concentrarse inicialmente en el acuciante problema de la defensa y la seguridad, como un asunto que preocupaba enormemente antes de la vuelta al poder de Donald Trump, pero que después de la toma de posesión del extravagante empresario se había vuelto urgente. La reunión no ha llegado a ningún resultado concreto, puesto que no era ese el objetivo, aunque la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, ha señalado la dirección y ha propuesto que se pueda volver a flexibilizar las reglas fiscales para facilitar las inversiones en defensa. Los dirigentes europeos estaban buscando los fondos para el rearme y Von der Leyen entiende que «para momentos extraordinarios es posible aplicar medidas extraordinarias» y volver a revisar las reglas fiscales «para invertir a escala nacional». Es decir que, a falta de consenso para llevar a cabo este esfuerzo de forma conjunta, el dinero para esos proyectos de refuerzo de la defensa europea saldrá de los presupuestos nacionales, en forma de deuda en muchos casos, cuando la economía de los mayores países (Alemania y Francia) está prácticamente en coma y la guerra de Ucrania a nuestras puertas.Noticia Relacionada Reunión en Bruselas estandar Si La Unión Europea busca financiación para reforzar su política de defensa Enrique Serbeto | Corresponsal en Bruselas Los jefes de Estado o de Gobierno se reúnen en Bruselas en un cónclave informal al que están invitados el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, y el primer ministro británico Keir StarmerEl presidente del Consejo Europeo, António Costa , que se ha inventado este formato como parte de su programa para volver más ágiles las reuniones, dijo a su llegada que su intención era «mantener un debate franco, abierto y libre en torno a tres cuestiones principales», que son en primer lugar definir las prioridades militares que la UE debe desarrollar por sí misma, después saber cómo garantizar la financiación necesaria para ello y finalmente reforzar las asociaciones existentes, es decir, la OTAN .La respuesta a la primera pregunta la tienen que dar los militares y, para ver cómo mantener en pie la Alianza Atlántica con un presidente como Trump al frente del socio mayoritario, decidió invitar al secretario general de la OTAN, Mark Rutte, y al primer ministro británico, Keir Starmer, primer inquilino de Downing Street en participar en una cumbre europea después del Brexit.«No se parte desde cero»«Es la primera vez que nos reunimos en un encuentro dedicado exclusivamente a la defensa, pero no partimos de cero», dijo Costa recordando una primera reunión informal sobre el tema que ya tuvo lugar en marzo de 2022 en Versalles, bajo la presidencia francesa y en la que ya quedó claro que los europeos deben ser conscientes de la necesidad de asumir mayor responsabilidad en este campo. «Espero que este debate abierto logre una discusión estratégica que proporcione a la Comisión Europea y a la alta representante nuestra orientación política para el próximo libro blanco sobre defensa, y allane el camino para las decisiones que tenemos que tomar en los próximos meses», afirmó el portugués.La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, lanzó un mensaje en la misma dirección: «Europa debe ser capaz de garantizar la seguridad de las personas. Eso significa más inversión en nuestra defensa y seguridad colectivas. Significa aumentar la producción y una cooperación más profunda entre todos nosotros. Ya no estamos en una encrucijada sino que sabemos que este es el camino que debemos tomar».En vísperas de la cumbre, Polonia y los países bálticos habían difundido un documento en el que se proponía que la propia UE gastase al menos 100.000 millones de euros en defensa en los próximos tres años, sin excluir la compra de material militar a «aliados de la OTAN no pertenecientes a la UE», es decir, a Estados Unidos. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que antes fue ministra de Defensa de Alemania, ha dicho varias veces que la UE debería estudiar la posibilidad de gastar unos 500.000 millones de euros adicionales en defensa durante la próxima década y países como Francia están de acuerdo, pero a condición de que se priorice a la industria europea para cimentar su independencia y autonomía en vez de reforzar a los fabricantes norteamericanos.Por ahora -y es posible que Trump todavía no se haya informado bien- los norteamericanos están haciendo buenos negocios en Europa en este campo. El informe del expresidente del Banco Central Europeo Mario Draghi sobre la competitividad de la economía comunitaria constata que el 63% de todos los pedidos de defensa de los ejércitos europeos se realizaron a empresas estadounidenses y otro 15% a otros proveedores extraeuropeos. La industria comunitaria apenas se queda con poco más del 20% de los gastos de defensa.Noticia Relacionada estandar No Bruselas se abre a rebajar las reglas fiscales para aumentar el gasto militar La presidenta de la comisión plantea ampliar el mandato del Banco de Inversiones Europeo (BEI) y Antonio Costa pide no esperar al nuevo presupuesto para actuarEspaña, que ha sido criticada indirectamente por ciertos dirigentes como el socialdemócrata alemán Olaf Scholz por ser de los gobiernos menos cumplidores en el compromiso de aumentar el gasto militar, ha apoyado junto a otros países la propuesta de que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) financie gastos militares. Por ahora, sus estatutos prohíben rigurosamente que intervenga en la fabricación de cualquier tipo de armamento que no sea defensivo, porque el dinero que puede prestar viene de inversores de todo el mundo que podrían no estar de acuerdo ante determinadas operaciones, lo que pondría en duda su inmejorable calificación crediticia. Von der Leyen también ha dicho que eso se puede revisar teniendo en cuenta «la situación de urgencia».Dinamarca acepta la deuda En fin, hasta la siempre frugal Dinamarca ha abogado por abrir el cajón de la deuda común europea para financiar gastos militares, teniendo en cuenta que Trump ha puesto sobre la mesa -y de qué manera- la cuestión de la isla de Groenlandia, bajo la soberanía de Copenhague. «Es necesaria más cooperación política en la UE. Tenemos que actuar más deprisa», ha dicho la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, que propone «analizar con otra mirada» la propuesta de deuda europea para financiar el rearme.El último dirigente en incorporarse al Consejo Europeo, el nuevo primer ministro belga, Bart de Wever, que había tomado posesión justo dos horas antes de que empezase la reunión y que viene precisamente a poner orden en las desastrosas finanzas del país, también ha dicho claramente que va a aumentar los gastos militares.De hecho, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, que participó en el almuerzo junto a los miembros del Consejo Europeo, había declarado la víspera a un semanario alemán que si bien Berlín ha hecho mucho desde el comienzo de la guerra en Ucrania, él considera que dado el tamaño de su economía, «obviamente será necesario que haga más». Rutte ha dicho abiertamente que los europeos «debemos prepararnos para la guerra y esta es la mejor manera de evitarla» y eso incluye ir sensiblemente más allá del 2% del PIB ya acordado en el seno de la Alianza en el primer mandato de Trump. Según Rutte, no se ha definido todavía cuánto más allá «pero puedo asegurarles una cosa: será mucho, mucho, mucho más del 2%». El problema que nadie ha resuelto todavía es ver de dónde saldrá ese dinero y a quién se comprarán las armas.En una u otra decisión estará la espada de Damocles de las exigencias del norteamericano, que da la impresión que utiliza ambas cosas para mezclarlo con sus propios objetivos, de modo que las negociaciones sobre defensa pueden acabar revueltas y muy probablemente para mal con las de los aranceles comerciales.Presencia del Reino UnidoEn otros tiempos, los europeos habrían utilizado al Reino Unido para resolver las discrepancias con Estados Unidos, aprovechando sus tradicionales relaciones privilegiadas, pero la situación es tan diferente ahora que es al revés, que el primer ministro británico es el que viene a Bruselas para tratar de protegerse de lo que pueda decidirse en Washington, cinco años después de que el país decidiera salir de la Unión Europea.Ya estaba previsto que esta primavera se celebre la primera cumbre formal entre la UE y el Reino Unido, que sería el primer paso para tratar de reconstruir algunos de los viejos mecanismos de cooperación perdidos por el Brexit. Esa reunión tendrá lugar en su día, pero por el momento la urgencia de la situación ha aconsejado que Keir Starmer participase excepcionalmente en la cena de anoche junto a los miembros de la UE.
Leave a Reply