La robótica y la inteligencia artificial se ponen ahora al servicio de niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA) , retraso madurativo, con limitaciones en su capacidad motora, cognitiva o relacional, alteraciones del neurodesarrollo o dificultades derivadas de un daño cerebral. Estos avances tecnológicos pertenecientes a un proyecto pionero de la Comunidad de Madrid facilitan la atención temprana y sirven de apoyo a los terapeutas de la región que atienden a estos menores, mejorando su trabajo gracias a que permite facilitar el aumento de la motricidad y capacidades cognitivas.En total, 30 menores de entre 4 y 10 años se están beneficiando de esta iniciativa desarrollada por la startup madrileña Inrobics. Este dispositivo humanoide, llamado Robic, ha sido especialmente diseñado para interactuar y trabajar aspectos como la expresión oral y corporal, la psicomotricidad y el autoconocimiento. Todo esto se pudo demostrar este lunes en la visita que realizó la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, al colegio concertado Gaudem de la capital, especializado en la integración de alumnos con necesidades especiales y que colabora en la aplicación de este programa también en su centro de atención social de Vallecas. Durante la comprobación del funcionamiento de este robot , que cuenta con inteligencia artificial integrada, se le pudo realizar preguntas, lo que permite así reforzar el lenguaje y la socialización de los menores.Este método pionero de la Comunidad de Madrid ha permitido que una niña con trastorno autista de este mismo centro que cuenta con importantes dificultades en el habla comenzara a mostrar habilidades comunicativas tras entablar contacto con Robic.Noticia Relacionada estandar Si Récord de trasplantes: más de 1.000, un 13% sobre el año 2023 y uno de cada cinco pacientes vino de otra región Sara Medialdea Se han reducido las listas de espera un 33 por ciento en los trasplantes de corazón, un 30 por ciento en los de pulmón, un 18 por ciento en hígado y un 10 por ciento en riñónEste sistema de tele-rehabilitación, que cuenta con la participación de la Consejería de Digitalización, tiene como objetivo servir de apoyo a los terapeutas para conseguir que los niños se vinculen a los tratamientos, al tiempo que se facilita su monitorización y seguimiento y se potencia la continuidad del trabajo de las familias en los domicilios. Su uso está indicado tanto en colegios como en centros de atención social.Robic utiliza dispositivos como cámaras 3D y sensores que le permiten obtener las variables fisiológicas de cada usuario. A partir de esa información, se diseñan las intervenciones y se prescriben las actividades más adecuadas dentro de un catálogo del propio programa. Se crea así una rutina de acompañamiento e interacción con los menores para la estimulación física y cognitiva que redunda en una mejora de la motivación de los pacientes y en la optimización de los profesionales.Esta rutina se basa en un juego terapéutico en el que se entrenan aspectos como la concentración, se emplean refuerzos positivos y se monitoriza a los menores, que cuentan con la posibilidad de continuar estos mismo ejercicios clínicos en casa a través de un avatar virtual.El programa también ofrece un sistema de evaluación de resultados avanzado para analizar los datos y comprobar el rendimiento y el progreso de cada uno de los pacientes, pudiendo así optimizar su plan de rehabilitación. Se incluye además la formación tanto de los trabajadores como de las familias y la organización de sesiones de tratamiento dirigidas a que los usuarios y sus tutores se familiaricen con la tecnología.Las experiencias llevadas a cabo hasta el momento, según señala la Comunidad de Madrid, han demostrado que este tipo de tecnología ayuda a mejorar la estimulación y la participación en las terapias, favorece la consecución de rutinas diarias, influye en el aprendizaje motor y en la capacidad del cerebro para formar nuevas conexiones neuronales y promueve la actitud positiva ante el esfuerzo y la frustración.
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