Los inspectores critican el retraso del pago de IRPF a los mutualistas: «Algunos habrán fallecido cuando tengan que presentarlo»

La maniobra del Ministerio de Hacienda de retrasar hasta el año 2028 las compensaciones que por sentencia judicial les corresponden a cientos de miles de antiguos afiliados a las extintas mutualidades laborales, con el objetivo de dilatar en el tiempo su impacto en las arcas del Estado ha desencadenado una oleada de críticas desde todos los flancos a la que este miércoles se han unido también los propios funcionarios de la Agencia Tributaria a través de la Asociación de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE).«El nuevo procedimiento cambia, sin ningún motivo, este derecho mediante la imposición de una carga administrativa absolutamente infundada e innecesaria, de tal forma que a muchos de los mutualistas afectados se les retrasará el momento de presentar la correspondiente solicitud y, en el peor de los casos, habrán fallecido cuando tengan que presentarla», denuncia un comunicado difundido este miércoles por el colectivo.Los inspectores cuestionan el cambio de criterio de la Agencia Tributaria, que el pasado mes de abril dispuso un canal exprés para tramitar las solicitudes de devolución de los mutualistas que les abría la puerta a sustanciar el trámite mediante la presentación de un sencillo formulario. El sistema, que ha sido aplaudido por los afectados y por las asociaciones de asesores fiscales, permitió la devolución en tiempo récord de más de 1.300 millones de euros a los afectados, correspondientes a la declaración de IRPF de 2023 y a las cuantías que les correspondían por los ejercicio no prescritos.La extrema agilidad del mecanismo y el monto importante de las devoluciones realizadas es el que parece haber aconsejado al Ministerio de Hacienda suspender la operativa de este canal y sustituirlo por otro mucho más farragoso que obligará a los mutualistas a reclamar en la declaración de la Renta de cada ejercicio, desde este año hasta 2028 las compensaciones aún no recibidas, de modo que su percepción no se sustanciará de forma íntegra hasta ese ejercicio, cuando el sistema anterior permitía dejar el contador a cero en 2024 y en 2025 como muy tarde.