Se había relacionado científicamente la endometriosis , enfermedad inflamatoria sistémica crónica caracterizada por la presencia de tejido similar al endometrio fuera del útero, con la depresión, la ansiedad y los trastornos alimentarios. También estudios anteriores la habían señalado como factor de riesgo para sufrir enfermedades cardiovasculares o muerte súbita. Ahora, una nueva investigación liderada por la Universidad de Barcelona (UB) relaciona la aparición de la patología con haber padecido experiencias traumáticas o acontecimientos estresantes durante la vida. En concreto, las evidencias del estudio muestran que esta dolencia parece estar estrechamente vinculada al trauma por contacto , es decir, aquellos casos en los que existe una interacción física directa entre la víctima y el abusador, como por ejemplo en maltratos físicos o agresiones sexuales. Según la investigación, publicada en la revista ‘JAMA Psychiatry’, esta relación «sería independiente de la predisposición genética a padecer la enfermedad». Según subrayan los autores del estudio, los resultados podrían ser de ayuda de cara a mejorar la detección de la enfermedad, que afecta a 190 millones de mujeres en edad reproductiva en todo el mundo. Dora Koller , primera autora del artículo e investigadora del Departamento de Genética, Microbiología y Estadística de la Facultad de Biología de la UB, explica que «si bien los traumas psicológicos se han asociado con la endometriosis, hasta ahora había poca información sobre el papel del tipo de trauma y la predisposición genética». «Estos resultados desafían los paradigmas establecidos al descubrir los mecanismos genéticos compartidos que vinculan la endometriosis con el trastorno de estrés postraumático y otros tipos de traumas, al tiempo que proporcionan nuevos conocimientos sobre cómo los diferentes tipos de eventos traumáticos se asocian con la enfermedad», comenta Koller , que también es investigadora en el Departamento de Psiquiatría de la Yale School of Medicine .Según señala la experta en declaraciones a ABC, los resultados del estudio ayudarán a avanzar hacia la detección precoz de la enfermedad y «darán un giro en el diagnóstico». «Hasta ahora se llega al diagnóstico teniendo en cuenta los síntomas básicamente ginecologicos pero es muy importante darle un enfoque más global y tener en cuenta también la salud mental de la afectada, si ha sufrido experiencias traumáticas durante su vida«, apunta Koller.Noticias relacionadas estandar No Salud al Día Cómo reconocer los síntomas de un quiste de ovario a tiempo, un compañero silencioso M. LUNA estandar No Va a Urgencias por un dolor causado por la endometriosis y su médico la envía a casa por fumar: «No estás tan mala» Jorge HerreroLa experta subraya, en este sentido, la «importancia de analizar a estas pacientes de una forma global». «Las mujeres que la padecen pasan muchos años sin un diagnóstico y eso les afecta a su salud mental porque conlleva mucho estrés que a veces es complicado resistir. De ahí el vínculo que señalaba un estudio anterior nuestro entre la enfermedad y la aparición de cuadros de estrés«, apunta Koller.En el trabajo también ha participado Marina Mitjans , investigadora del mismo departamento, del Instituto de Biomedicina de la UB (IBUB), del Instituto de Investigación Sant Joan de Déu (Irsjd) y del área de Salud Mental del CIBER (Cibersam). El resto de los autores forman parte de la Universidad de Bergen ( Noruega), el Instituto Karolinska (Suecia), la Universidad de Oxford (Reino Unido), la Harvard T.H. Chan School of Public Health (Estados Unidos) y el Hospital General de Massachusetts (Estados Unidos).La investigación se ha basado en análisis observacionales y genéticos de datos de 8.276 mujeres con endometriosis y 240.117 controles inscritas en el Biobanco del Reino Unido (UK Biobank), una base de datos biomédica que contiene información genética, de estilo de vida y de salud anónima, así como muestras biológicas de personas del Reino Unido. Las participantes en el estudio y las mujeres integrantes de la muestra de control fueron sometidas a un cuestionario para evaluar su salud mental. «Diagnóstico que amenace la vida»«Nuestro estudio muestra que las personas con endometriosis tenían más probabilidades de haber experimentado ciertos eventos traumáticos en comparación con las personas sanas», destaca Dora Koller . Por ejemplo, las personas con endometriosis tenían una probabilidad un 17% mayor de haber presenciado una muerte súbita, una probabilidad un 16% mayor de haber sufrido una agresión sexual en la edad adulta y una probabilidad un 36% mayor de haber recibido un diagnóstico que amenazara su vida.Para explorar la conexión entre los diferentes tipos de trauma, los investigadores realizaron un análisis de clase latente, una herramienta de investigación que desentraña grupos ocultos en un conjunto de datos. «Un mayor número de casos de endometriosis se podían relacionar con traumas emocionales, físicos y sexuales», apunta Koller.Los análisis genéticos de la investigación consistieron principalmente en un estudio de asociación del genoma completo (GWAS) de la endometriosis y también un análisis de la interacción entre los eventos traumáticos y el riesgo poligénico de endometriosis , un enfoque que evalúa el impacto combinado de múltiples variantes genéticas en el desarrollo de una enfermedad, en lugar de centrarse en un solo gen. Los resultados de estos análisis han revelado que la enfermedad se correlaciona genéticamente con varias situaciones asociadas al trauma, siendo la evidencia más sólida la vinculada con el trastorno de estrés postraumático y el maltrato infantil . «El trauma infantil —por ejemplo, sentirse odiado por un miembro de la familia cuando se era niño y haber sido maltratado físicamente por la familia— también se relacionó con la endometriosis, lo que destaca el papel potencial de las experiencias adversas tempranas en la configuración del riesgo y la progresión de la endometriosis», subraya la investigadora.Otras relaciones inferidas genéticamente incluyeron situaciones relacionadas con la existencia de alguien que pudiera llevar a las participantes del estudio al médico durante su infancia. Según Koller, este aspecto sería «especialmente importante» en el caso de la endometriosis, ya que tener cuidadores que garanticen el acceso a la atención médica durante esta etapa de la vida puede influir en la resiliencia ante el estrés y en el comportamiento de búsqueda de esta atención, reduciendo la probabilidad de un diagnóstico y un tratamiento insuficiente. «Es posible que las personas que carecen del apoyo de los cuidadores tengan menos probabilidades de defender su salud», apunta la investigadora.Correlaciones entre genes y ambienteLos resultados también muestran que la relación entre el riesgo genético de endometriosis y los traumas no parece deberse a una interacción directa entre genes y ambiente, sino que se explicaría por correlaciones entre genes y ambiente. Es decir, por ejemplo, personas con cierta predisposición genética podrían ser más propensas a experimentar o recordar ciertos eventos traumáticos, lo que podría influir en su riesgo de desarrollar endometriosis. Koller subraya que «basándonos en la reclasificación propuesta por Hugh Taylor (también coautor del estudio actual) de la endometriosis como una enfermedad sistémica crónica con manifestaciones fuera del tracto reproductivo, nuestros hallazgos destacan cómo los traumas de la infancia y la edad adulta pueden contribuir a la patogénesis de la endometriosis con mecanismos que parecen independientes de su predisposición genética».Estudio anterior que la vincula a la depresiónLos vínculos identificados entre la endometriosis y los eventos traumáticos coinciden con un estudio anterior del mismo equipo de investigación que relacionaba la enfermedad con la depresión, la ansiedad y los trastornos alimentarios. Estos hallazgos combinados ponen de manifiesto la importancia de evaluar la salud física y mental de los pacientes con endometriosis. «Aunque será necesario confirmar los resultados en otras cohortes, los resultados sugieren que podríamos diseñar programas de detección temprana de la endometriosis teniendo en cuenta no solo factores genéticos, sino también antecedentes de traumas físicos u otros factores de riesgo. Esto ayudaría a identificar y tratar la enfermedad de manera más integral y efectiva», apunta Koller. «Es importante avanzar hacia un diagnóstico más temprano para mejorar la calidad de vida de estas pacientes», concluye la investigadora.
![Un estudio relaciona la endometriosis con haber sufrido maltrato infantil o agresiones sexuales Un estudio relaciona la endometriosis con haber sufrido maltrato infantil o agresiones sexuales](https://ayuser.org/wp-content/uploads/2025/02/endometrio-RTA0A6MFs4ziV3iJll8rieP-758x531@diario_abc-pcf6Wu.jpeg)
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