Alrededor de dos minutos de larga ovación para Aitana Sánchez-Gijón , que salía al escenario a recoger el Goya de Honor de manos de su «amiga y compañera Maribel Verdú». Visiblemente emocionada, la actriz, una vez ha tenido el galardón entre manos, ha ofrecido un discurso inspirador y muy reivindicativo en el que ha dedicado palabras tanto a otros compañeros del gremio como a las mujeres del cine y se ha detenido para enviar un mensaje de «no a la guerra». Este lo lanzaba recordando «a Marisa Paredes , que como ya dijo en una gala de estos premios, no hay que tener miedo a la cultura. Hay que tener miedo a la ignorancia, a la mentira, al fanatismo, ¡a la guerra! Y me gustaría añadir, y Marisa estaría de acuerdo conmigo, que hay que tener miedo a los nuevos imperialismos y a las limpiezas étnicas».Aitana Sánchez-Gijón ha recordado sus inicios, con su primera profesora de teatro, «Alicia Hermida», explicando que «desde que empecé en este camino, mi escuela principal y constante fue el trabajo. Formo parte de ese exiguo porcentaje de actores que pueden vivir de esto, por eso quiero dedicar este premio a quienes siguen contra viento y marea luchando por su vocación. ¡Va por vosotros!». Fotogalería | las mejores imágenes de la ceremonia ABCLa actriz ha puesto en valor la importancia que para ella tiene tanto el cine como el teatro: «Si tengo más herramientas para desarrollar mi trabajo es por todos los teatros que me he pateado durante años por todo el país. Disfruto más del trabajo de mis compañeros que del mío propio y me lleno de asombro y agradecimiento ante el talento ajeno, porque es fuente de aprendizaje inagotable». Es aquí que ha querido enviar otro mensaje especial y sentido, en este caso a las mujeres: «Permitidme que de los más de 40 directores con los que he tenido la fortuna de rodar, mencione a cuatro directoras únicas». «Cada vez somos más. Están cambiando las cosas y sois muchas más. Actrices, directoras, productoras, ayudantes de direccional, operadoras de cámara… ¡Ya va siendo hora, compañeras!», dijo levantando el premio. La dedicatoria más especial ha ido dirigida a su familia, a sus hijos, Teo y Luna, y a su madre, Fiorella. «Ti amo», le refería en el idioma natal materno, el italiano.Maribel Verdú, emocionada entregando el GoyaLa actriz ha entregado el premio a Aitana Sánchez-Gijón visiblemente emocionada. «Este para mi no es un Goya de Honor. Es un Goya de Amor». Maribel Verdú ha repasado algunos de los grandes éxitos protagonizados por la que considera «amiga» y ha destacado «ese compromiso y generosidad al encarnar el papel de presidenta de la Academia de Cine». Explicaba que «nunca me había hecho tanta ilusión entregar un premio a alguien porque nos conocemos desde que éramos pequeñas y compartíamos este sueño de «vivir otras vidas».Maribel Verdú ha continuado dedicando unas bonitas palabras a Sánchez-Gijón: «Eres luz y talento. Eres la compañera perfecta, cómplice y leal. Esto no te lo dan por lo que yo te quiero o admiro. Esto te lo dan por lo que la gente te quiere y te admira».
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