Los aledaños del Santiago Bernabéu han vivido este martes una situación insólita. El día comenzó con una fuga de gas que cortó parte del paseo de la Castellana y acabó con una reyerta en la que participaron alrededor de cuarenta miembros de grupos de feriantes, que dejó 11 heridos, cinco de ellos acuchillados, y 31 personas detenidas por la Policía Nacional . «Es alucinante. Nunca hemos visto algo igual», determinan, aún sorprendidos, residentes de este barrio.Ni vecinos, ni exalumnos, ni trabajadores del propio colegio San Agustín -donde estos días se llevan a cabo las fiestas de este centro educativo-. Ninguno se puede explicar que se haya producido esta pelea en la propia puerta de este inmenso edificio. Sin embargo, hay asegura que ya se notaba que algo extraño iba a suceder. «Ya a media tarde el ambiente comenzaba percibirse raro. Había mucha gente merodeando, sobre todo mujeres, y algún que otro Mercedes», cuenta Luis, un vecino y trabajador de la zona.Lo que se vio después parece sacado de una película. Gritos, golpes con barras de hierro, sillas de las terrazas volando por los aires y calles cortadas por los cuerpos de seguridad. Los vecinos, que grababan desde sus balcones y ventanas, no conseguían articular más que un: «¡Que alguien llame a la policía!». A los segundos, las primeras sirenas comenzaron a escucharse en la calle del Padre Damián.Noticia Relacionada estandar No La Pradera más tranquila deja 40 detenidos y 320 actas por botellón Á. García Varios agentes de paisano impidieron una reyerta durante la noche del martes, con un saldo de dos varones detenidos, de 18 y 25 añosAunque todo parezca haber vuelto a su cauce normal en la zona y el único ruido molesto sea el de las obras de estadio del Real Madrid, el susto aún continúa entre los residentes del barrio de Chamartín que estuvieron presentes durante este suceso. Hay quien aún teme que algo parecido vuelva a producirse por la zona: «Si mis hijos fueran a este colegio, me plantearían llevarlos a las fiestas».El San Agustín, por su parte, ha anunciado este martes la anulación del vínculo con la empresa contratada para el suministro de atracciones para estos festejos. Sin embargo, las actividades programadas hasta el sábado continuarán con lo previsto hasta ahora. 20 años sin conflictos«Salí a correr y vi muchos coches de policía pasar, ahí pensé que algo gordo estaba pasando», cuenta Margarita, vecina y exalumna del San Agustín, a este periódico. Lo que ella no sabía en ese momento es que una reyerta multitudinaria que además dejó más de una decena de heridos estaba teniendo lugar a apenas unos metros del centro privado en el estuvo matriculada durante añosAdemás, le resulta sorprendente que todo estuviera relacionado con las atracciones que se colocan en el patio de este edificio para estos festejos anuales organizados por el colegio. «El ambiente siempre ha sido bueno. O no me he dado cuenta de lo contrario», explica la joven. «La feria se lleva colocando aquí 20 años y nunca había sido conflictiva», relatan a este periódico algunos empleados del San Agustín que se encontraban en un corrillo a las puertas del mismo comentando lo sucedido horas antes. Sin embargo, lo que más les preocupa es que sea el colegio el que acabe saliendo perjudicado: «Es una pena que se lleve mala fama por algo en lo que no tiene nada que ver».
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