Ha robado (y traficado) con cientos de coches de alta gama en los casi treinta años que lleva en España. Sus botines son millonarios, imposibles de cuantificar. Pero dormía hasta hace poco en una habitación de un piso compartido en el barrio de Pueblo Nuevo (Ciudad Lineal). Ivan Georgiev, búlgaro, cumplirá el próximo 13 de marzo 49 años. Solo sabe robar y lo hace cuando cae el sol, de ahí que se le conozca en el crimen organizado como el ‘Expreso de Medianoche’. En el Grupo de Tráfico Ilícito de Vehículos (TIV) de la Policía Nacional lo tienen catalogado como el más experto de estos delincuentes; fue detenido en la operación Zubia-Delta el pasado otoño y acabó con sus huesos en prisión. Pero, si no lo ha hecho ya, su salida a la calle mientras espera el juicio está a la vuelta de la esquina, que es lo que suele ocurrir en estos casos.La banda del Expreso es el epítome de lo que está ocurriendo entre los narcotraficantes del sur de España y los búlgaros dedicados a estos menesteres. Los que se dedican a mover droga en zonas como Andalucía necesitan todoterrenos que aguanten bien una buena embestida y una persecución por las dunas de las playas y demás terrenos difíciles. Si antes los preferidos eran los Dacia Sandero, ahora buscan trabajar con Toyota Land Cruiser y RAV 4, principalmente. «Los búlgaros trabajan a la carta, con coches grandes que gozan de una maniobrabilidad y capacidad para el almacenamiento. No forman parte de las organizaciones de traficantes de por sí; sino que los roban por encargo y ahora mismo conforman una pieza muy importante en el tablero del narco», explica a ABC Víctor P., inspector al mando de TIV, que depende orgánicamente de la Unidad Central de Drogas y Crimen Organizado (Udyco). Noticia Relacionada estandar No Cae un grupo criminal especializado en robar coches de lujo: 40 vehículos en el último semestre ABC Los detenidos, entre los que se encuentra el cabecilla, cuentan entre todos con más de 160 detenciones policialesUno de estos vehículos puede costar entre 60.000 y 70.000 euros en el mercado legal. Lo que se traduce en el pago de unos 20.000 o 30.000 por parte de los narcos por cada uno robado, aunque, claro, «esto no son ciencias exactas». Los investigadores han llegado a detectar citas entre ambas partes para estos negocios, como ha ocurrido con Georgiev y su clan. «Los mandan para la zona del Guadalquivir y Huelva. No los roban ellos mismos, porque la facilidad que tienen los búlgaros les sale más rentable», indican fuentes policiales.El Grupo TIV de la Policía Nacional lleva trabajando desde 1976 contra estas mafias. El mismo año de nacimiento del Expreso de Medianoche, lo cual es una mera casualidad, como es lógico. No son solo investigadores de robos de vehículos. Aquí lo que se persigue es el tráfico ilícito, grandes operaciones que, en el caso de la Comunidad de Madrid, fueron 14 en 2024, que se saldaron con 180 detenidos. Además, fueron recuperados 110 vehículos. De los 40.000 anuales sustraídos en España , aproximadamente cuatro de cada diez lo son en nuestra región, por delante de la provincia de Barcelona. En esto, Madrid también está a la cabeza. No son solo coches, sino también motos, «que tienen muy fácil salida en el mercado negro, por el tipo de piezas que utilizan», detalla el inspector de TIV.El Expreso de Medianoche y dos compinches, captados durante un robo ABCCasos como los de Georgiev son escandalosos. Convivía en una habitación, pared con pared, con su mano derecha, en un pequeño piso de la nada lujosa calle de Vicente Espinel; una vía pequeña que sale a Alcalá y solo conocida en todo caso por ser la cuna de Alejandro Sanz. Ese piso lo arrienda un compatriota que, según las fuentes consultadas, no sabía a lo que se dedican. No salían apenas de la casa. Solo una visita a la cafetería más cercana para ir a desayunar, algo de almuerzo y, tras preparar la jornada, paseo por los barrios más caros, ya de noche, a buscar objetivos. Tienen preferencia por Salamanca y Aravaca. «Cuando ven los coches que les interesan, les colocan un geolocalizador en los bajos o el parachoques», explican los investigadores. Lo que en el argot policial se le llama poner un ‘rabo’.Una vez los tienen en cartera, salen a robarlos. Aunque estén en garajes, que es en la mayoría de las ocasiones, son verdaderos expertos en manipular los dispositivos para abrir los ‘parkings’, captando la frecuencia del mando a distancia de un vecino. Estos delincuentes tienen entre 30 y 50 años, no madrugan, solo delinquen, aunque gastan una media de entre 150 y 200 euros al día, y no precisamente en literatura rusa: frecuentan locales de alterne, pues son organizaciones muy machistas. Entre juerga y juerga, son capaces de hacerse tres robos en una sola noche. Extremadamente escurridizoTrabajan en grupos de tres, como es el caso del Expreso de Medianoche, y normalmente dejan ‘enfriar’ los vehículos y les cambian las matrículas, aunque, si el encargo les corre mucha prisa, esa misma mañana u horas después los trasladan al sur de la Península. Este capo búlgaro cuenta con multitud de antecedentes y ha estado en prisión varias veces, por pertenencia a organización criminal, falsificación de documentos y, cómo no, sustracción de vehículos. Tiene familia, mujer e hijo, pero residen con más opulencia en la Costa del Sol. «Realizarle seguimientos es muy complicado. Alguna vez, con un dispositivo de ocho vehículos policiales, no duramos más de dos calles, se perdía, aunque no es peligroso», reconoce el inspector. No hace uso de la violencia porque sabe que nuestro Código Penal es especialmente blando con los robos con fuerza y las sustracciones de vehículos, así que mejor no arriesgarse. Solo en la última operación contra él han arramplado con 40 coches y todoterrenos. Cuando les practiquen la investigación patrimonial, se encontraran con que han blanqueado el dinero especialmente en ladrillo, en su país de origen. En otra operación del año pasado, bautizada Carwar, se recuperaron algunos de Ucrania y solo en ella detuvieron a 50 personas.En Canillas, los agentes del TIV son una decena. El más veterano, el oficial Adolfo, lleva quince años allí. Es una biblia andante de este tipo de criminalidad, enfatizan sus colegas: «Es un referente para todos nosotros». El trabajo que hacen es muy complejo, con intervenciones telefónicas, numerosos viajes al extranjero, canalización de información con policías, jueces y fiscales de otros países, especialmente con la sede de Interpol, en Lyon (Francia). Su reconocimiento internacional, después de casi medio siglo de vida, es indiscutible: los españoles son considerados mundialmente los mayores expertos en identificación de vehículos. Como en todo, la experiencia es un grado.De Madrid a GambiaNo todo este submundo gira en torno a los búlgaros. Los clanes marroquíes se dedican en la actualidad al robo de coches para mandarlos a Argelia, Marruecos, Gambia o Mauritania en contenedores marítimos. Lo hacen enteros, sin maquillarlos (cambiarles, por ejemplo, la documentación y las placas) ni despiezarlos. Tienen querencia por aquellos que son de construcción francesa, de gama media (unos 30.000 euros), porque son los más fáciles para darles salida allí, detallan los expertos, desde Renault a Peugeot. Un coche robado y despiezado en un taller clandestino ABCEn Madrid, estas redes magrebíes se mueven mucho por la zona sur, los conducen hasta Algeciras o Alicante, y desde esos puertos salen a sus destinos. Aunque nadie quiere reconocerlo, en esos puestos fronterizos, hay más de uno y dos empleados sobornados por las redes ilegales. Los delincuentes marroquíes viven más integrados en distritos como Moratalaz y municipios del sur de Madrid, incluso tienen algunos negocios de hostelería y discotecas destinados a compatriotas. Pero los 10.000 o 14.000 euros que se llevan por cada unidad robada no les vienen nada mal como extra. Un ejemplo es la operación Formentor, en la que trasladaron 40 coches a África.El tercer grupo lo conforman gente del interior del continente negro que, aprovechando que en nuestro país pasan más desapercibidos entre sí por sus rasgos, consiguen la documentación de compatriotas y adquieren turismos por el sistema de ‘renting’. A cambio de un pequeño porcentaje, estos compinches ceden sus carnés de identidad. Crean una empresa y, a través de ella, alquilan esos coches; mientras dura el contrato, no pagan las cuotas y, cuando los dueños se quieren dar cuenta, están ya en los países de origen de las mafias, que delinquen también a la carta. «Este tipo de casos está incrementándose», significan el Grupo de TIV a este periódico. Cómo no, los españoles no nos quedamos atrás. En la actualidad, en Madrid hay un grupo nacional muy potente. Compran vehículos siniestrados en desguaces de fuera de España, sobre todo de Alemania. Lo que les interesa no es el chasis ni el vehículo en sí, sino su documentación. La utilizan para un coche del mismo modelo en nuestro país que acaben de robar por la calle. Y así los hacen pasar por uno de importación. Estos delincuentes, asentados entre Getafe y Fuenlabrada, anteriormente se ganaban la vida como butroneros, expertos en robos con fuerza en establecimientos y reventando cajas fuertes.El éxito de Grupo de Tráfico Ilícito de Vehículos de la Udyco Central se basa en la constancia, no hay atajos. La coordinación con otras plantillas de la Policía Nacional es fundamental. «Nos ponemos en contacto con los grupos provinciales cuando pedimos colaboración. Nos pasa, por ejemplo, que sabemos que un coche va a salir de España por algún puerto o frontera, y necesitamos que esos compañeros nos ayuden», ejemplifica el inspector Víctor P.

Leave a Reply