Ferran Torres y Dani Olmo tuvieron la merecida oportunidad de la titularidad; cuando la televisión enfocó al VAR antes de empezar el partido uno de los árbitros se había puesto en el fondo de pantalla de su ordenador el lema de «Respeta al árbitro», como si el respeto no tuvieras que ganártelo. Julián Álvarez, dos remates en un minuto y el segundo fue gol, tras ganarle la espalda a Pedri. Pese al brillante inicio de su equipo, Simeone en chándal, un chándal gris, dos tallas grande, era un mal presagio.Barcelona 4 – 4 At. Madrid Ida de la semifinal de la Copa del Rey Barcelona Szczesny; Kounde, Cubarsí, Íñigo Martínez, Balde; De Jong, Pedri; Lamine Yamal, Dani Olmo, Raphinha; y Ferran Atlético Musso; Llorente, Giménez, Lenglet, Javi Galán; Giuliano, De Paul, Gallagher, Barrios; Julián Álvarez y Griezmann Goles 0-1, m.1: Julián Álvarez; 0-2, m. 6: Griezmann; 1-2, m. 19: Pedri; 2-2, m. 21: Cubarsí; 3-2, m. 41: Íñigo Martínez; 4-2, m. 74: Lewandowski; 4-3, m. 84: Llorente; 4-4, m. 90+3: Sorloth Árbitro Hernández Hernández (Comité Canario) amonestó a Javi Galán, Diego Simeone, Giménez, Barrios y Sorloth.Qué bien salía el Atlético de Madrid desde atrás, con finura, ha mejorado mucho en esta faceta del juego. Muy maduro el equipo, clarividente Julián Álvarez que dio a Griezmann la asistencia del segundo. Tec pudo aguantar un poco más antes de vencerse en el uno contra uno pero tampoco es que el gol fuera su culpa. El partido se jugaba a lo que quería Simeone y era un planteamiento consciente, trabajado en todos sus aspectos.Ferran se quedó sólo ante Musso en un uno contra uno clarísimo y que el delantero remató con gran impericia e inocencia. Ni siquiera el portero tuvo que estar sobresaliente para evitar el gol. Poco a poco el Barça regresó del extravío inicial y el Atleti no encontraba tantas facilidades para salir con el balón jugado. Los jugadores locales se hacían entre ellos dos gestos con las manos: el de pedir calma y el de tocarse la cabeza con el índice reclamando inteligencia. En el 18 una mezcla de ambas se concentró en el pase de la muerte de Koundé, paciente, tenso, para que Pedri rematara a placer el primero de su equipo. El toque con el exterior con que Lamine Yamal habilitó a Koundé fue de una delicadeza de otra galaxia. En poco menos de un minuto Cubarsí empató de cabeza a la salida de un córner y Simeone con las manos en los bolsillos -del chándal- miraba al cielo.El Barça tomó posesión de la noche y el extravío cambió de bando. El talento y la luz que hacen falta para reponerse de un 0 a 2 en cinco minutos son superiores al pecado de haberte dejado agujerear. Ataques locales largos, intencionados. Lamine Yamal, que llevaba algunos partidos como medio ausente, volvió a marcar las diferencias con la sutileza de su gran clase. El Atleti se volvió vulgar con el balón y le duraba poco, pero no estaba lejos de volverse a adelantar con cualquier contra. De todos modos, quien estuvo a punto de volver a marcar fue Ferran, que volvió a fallar lo que un delantero titular del Barça no puede desaprovechar. El partido se jugaba casi totalmente (82 % a la media hora) en campo visitante. De Jong defendía bien hacia adelante, impidiendo girar a los de Simeone. Íñigo Martínez en el 40, fotocopia del segundo de Cubarsí, marcó el tercero. En los dos dio la sensación de que un portero como Oblak habría podido hacer más. El Atleti estiró la presión tras el descanso y tuvo el empate en un par de ocasiones antes del minuto 50. Pedri tuvo el cuarto, pero se equivocó al intentar rematar con el pie en lugar de usar la cabeza, y no es una metáfora. Griezmann falló lo que tampoco puede fallar un jugador de su salario y ante el intercambio de golpes peligroso, estéril y que podía empañar la gesta de sus chavales, Flick cambió a Dani Olmo y a Ferran, muy mediocres ambos, por Gavi y Lewandowski. El Atleti presionaba, ahogaba al Barça. No le dejaba progresar. Lamine Yamal tras una fantástica jugada hasta la línea de fondo le sirvió en bandeja el cuarto a Lewandowski. Llorente marcó el tercero en el 83, rebajó la euforia local, y Sorloth le acabó haciendo al Barça, con el empate a 4, lo mismo que el Barça le había hecho remontando el 0 a 2. Todo por decidir entre dos equipos que saben cómo hacerse daño.
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