Carles Puigdemont ha despejado este miércoles las dudas creadas ayer por la portavoz de Junts en el Parlamento de Cataluña, Mònica Sales, sobre la posibilidad de que la formación independentista se oponga a la condonación de una parte de la deuda de la Generalitat de Cataluña, contraída a través del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) y que asciende a 17.104 millones de euros, en el trámite de su tramitación en el Congreso. El presidente de Junts ha dejado claro que, aunque seguirán pidiendo la quita total, unos 73.000 millones, es mejor «algo» que «nada».Noticia Relacionada estandar Si Junts ve insuficiente la quita de 17.104 millones: «Queremos la condonación total de los 73.000» Daniel TerceroJunts no tumbará, por lo tanto, la decisión que se acuerde hoy en el Consejo de Política Fiscal y Financiera sobre diluir 83.252 millones de euros de deuda autonómica en las espaldas de las cuentas de la Administración General del Estado, en una maniobra de la ministra María Jesús Montero que se ha interpretado en clave política para contentar a los socios independentistas del Ejecutivo del PSOE y lanzarse como candidata a las próximas elecciones regionales en Andalucía. El pacto que se cierre hoy en el Consejo se ratificará en la Cámara Baja y es ahí donde Junts tiene la llave, ya que PP y Vox han avanzado que no están a favor de la quita.Sin embargo, Puigdemont ha cerrado la puerta a perder esta oportunidad de empaquetar parte de la deuda catalana al conjunto de los españoles. Lo ha hecho en un largo apunte en su cuenta de X saliendo al paso de la interpretación que dieron lugar las palabras de Sales, que ayer abrió la puerta a que Junts votase «no» en el Congreso. «Junts ha pedido siempre la condonación de toda la deuda. Que ahora se perdone una parte es mejor que no se perdone nada, pero seguimos manteniendo que la administración catalana debe liberarse de todo este problema que el Estado le cargó encima», ha dejado negro sobre blanco el presidente de Junts.«Manipulación informativa»Puigdemont ha criticado a los medios de comunicación y las redes sociales de internet, así como a «determinados periodistas o portavoces políticos», acusándolos de «manipulación informativa» por sostener que su partido no quiere que se condone «una parte» de la deuda de la Generalitat. «O les falla la comprensión lectora, o les sobra mala fe», ha escrito, rectificando, en parte, las palabras de Sales, que ayer sí planteó sobre la mesa que Junts votase «no» en el Congreso a una quita ‘solo’ de los 17.104 millones de euros para la Generalitat y más de 83.000 millones para la suma de las 17 comunidades autónomas, porque «el café para todos» no es la opción de su partido.En cualquier caso, el expresidente de la Generalitat, fugado de la Justicia desde 2017 y socio preferente del Gobierno de Pedro Sánchez, ha reiterado que, desde su punto de vista, el problema fundamental es «la financiación de Cataluña, que sí afecta directamente a la vida de nuestros conciudadanos», es decir, «es el propio sistema, que es injusto e insuficiente», así como la no ejecución de las inversiones acordadas en los presupuestos por parte del Ejecutivo «y en cambio ejecuta mucha más en Madrid de la que inicialmente había acordado».En esta línea, y tras preguntarse por qué nadie ha pedido explicaciones de las razones por las que en la operación de la quita autonómica «se perdona el 50% de la deuda en Andalucía y sólo el 20% en Cataluña», Puigdemont ha insistido en que Junts está «trabajando» con el PSOE y el Gobierno para que la Generalitat «tenga más recursos a través del llamado techo de gasto» y ha advertido: «¿Sería erróneo decir que quien se opone a un reparto más justo de este techo no quiere que la Generalitat tenga más dinero?».Por último, ha cargado indirectamente y sin citarlos contra ERC y el PSC, por considerar que no acompañan a Junts en la Cámara Baja en la defensa de un reparto más justo del techo de gasto, y al señalar que «se critican con razón las falsedades que esparce la ultraderecha», pero «el problema es que las falsedades que esparcen portavoces políticos y mandarines mediáticos alineados con el bloque gubernamental quedan impunes»; pero «son tan o más nocivas que aquellas».
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