De un mercado en Ferrol a la gala de los Oscar: noventa años de éxito para las patatas Bonilla

¿Qué ha sucedido para que las patatas Bonilla, que vieron la luz en un mercado ferrolano hace casi cien años, vayan a estar presentes en la gala estadounidense de los Óscar? Este año, los asistentes disfrutarán de su picoteo a cargo de la firma coruñesa. Y no será fruto de la casualidad o de una campaña de marketing especialmente exitosa; ni tampoco la primera vez que el público de ultramar tendrá contacto con las famosas latas metálicas de la marca. En 2019, las patatas fritas incursionaron en la oscarizada ‘Parásitos’, de Bong Joon-ho, después de que el director coreano las conociese y decidiese cederles una aparición en su película. Y más recientemente, a finales del pasado año, tuvieron una aparición estelar en ‘prime time’ cuando la presentadora Oprah Winfrey las incluyó en su lista de productos favoritos (‘Oprah’s Favorite Things’). Esta vez, integrarán el catering en las fiestas de antes y después de la ceremonia de premios, que se celebrará el próximo 3 de marzo.La historia de la firma la empezó a escribir en 1932 Salvador Bonilla, un hombre de mirada práctica que desarrolló recetas de patatas y churros que ofrecía en un modesto puesto del mercado ferrolano. Desde el principio, sus clientes apreciaron la consistencia y el sabor del producto hasta el punto de que el trabajo de Bonilla llamó la atención no solo de los vecinos, también de otros comerciantes emplazados en el mercado o que visitaban la urbe. Con el tiempo, se despertaron intereses fuera del mercado local: bares, tabernas y, posteriormente, críticos y chefs empezaron a indagar en el origen y en la preparación de aquel crujido característico. Y comenzó a extenderse la fama del «sabor Bonilla».En 1949, se muda con su familia a La Coruña y establece su primera churrería en la calle Orzán de la ciudad herculina. De nuevo, el furor en torno al sabor y la textura de sus aperitivos no tardó en esparcirse y el hijo de Salvador, César, comenzó a encargarse de más tareas del negocio. Ambos freían, noche sí y noche también, kilos y kilos de patatas que luego envasaban en latas rectangulares de 1kg, precursoras de las cilíndricas de hoy. César distribuía el producto en bicicleta y, con el tiempo, empezó a utilizar su icónica moto Guzzi, que hoy se conserva en la fábrica. La churrería se acabaría desplazando a la calle Galera, donde sigue actualmente. Y tres décadas más tarde, en 1988, la primera factoría de la marca abrió sus puertas en Arteixo. Esto marcaría un periodo de expansión para la empresa: en las cuatro décadas siguientes abriría seis locales más en La Coruña, pasando la compañía a manos de los herederos de César.Aquella etapa sería, también, el trampolín que catapultaría el producto fuera de España. En 2014, gozando ya de un renombre considerable, las patatas Bonilla comienzan a venderse en algunos locales de París, y la Maison Balmain de moda incorpora su característica lata en su campaña de primavera-verano. Dos años después, en 2016, aterrizan en el mercado coreano y gozan de una gran acogida. Seguramente, este hito contribuyó a que Bong Joon-ho decidiese incluirlas en una escena de ‘Parásitos’. Aquello supuso el verdadero despegue global de la marca, lo que la puso en el foco mediático de todo el mundo. Aquello fue en 2019; y, el pasado noviembre, su aparición estelar en el programa de Oprah, en la que los colaboradores llegaron a probar y comentar en directo el sabor de las patatas, terminó de consolidar su fama.MÁS INFORMACIÓN estandar No ‘Bonilla a la vista’ Las patatas fritas españolas que arrasan en Estados Unidos gracias a Oprah Winfrey Pilar VidalBonilla ha estado presente en más eventos internacionales: la tienda londinense Fortnum & Mason incluyó una lata de estas patatas en su cesta de pícnic ‘The King of Picnics’, diseñada especialmente para celebrar la entronización de Carlos III de Inglaterra en 2023. Y, de vuelta en Corea del Sur, el calado de la marca es tal que en varias ocasiones distintos grupos de música han mostrado sus productos en los escenarios o han posado con ellos en publicaciones para sus redes sociales. Así que, aprovechando el tirón de los últimos años, Bonilla será una de las 32 marcas mundiales cuyos productos estarán presentes en los Oscar de este año.