Economista, 74 años, Santiago Niño Becerra no acepta que se le hagan fotografías para esta entrevista y aporta, en blanco y negro, una de su colección.—¿Dejará el fútbol de depender de la élite, algún día?—Una de las personas que más conoce el fútbol desde su perspectiva económica es Florentino Pérez . En 2001, en su primer mandato, dijo que el Real Madrid es como Walt Disney, pero aún sin explotar. ¿Qué encierra esta frase? Una realidad: el mundo del fútbol produce fútbol y vende espectáculo. El negocio está en el desarrollo de ese espectáculo. Él lo vio enseguida. ¿Usted cree que esa frase es aplicable al Terrasa C.F?—Me va a hablar de la Superliga—De ahí la idea de la Superliga, sí. La frase de Florentino es aplicable a clubes como el Barcelona, la Juventus, al Liverpool…a grandes clubes, con capacidad de mover una gran cantidad de dinero. Para obtener beneficios es necesario invertir cantidades ingentes de dinero. Y eso sólo pueden hacerlo los grandes clubes.—¿Y por qué ninguno de los grandes, salvo el Barcelona, le compra la idea?— Los clubes ingleses ya son sociedades anónimas. La idea de no serlo es muy bonita, tiene una carga romántica muy elevada pero no casa con la realidad económica actual. En su arranque, había cuatro clubes ingleses que sí estaban de acuerdo con la Superliga. El problema que tiene esta idea es que encierra un problema político.—¿Sólo político?—Claro. Imagine que cada semana pudiera ver un City- Real Madrid o un PSG- Juve. En PPV, por supuesto. ¿Quién vería al Celta? Y generaría un problema político. Yo creo, y lo digo como opinión muy personal, que la idea de la Superliga fue orillada por sugerencias políticas.—No parece haberle frenado mucho al presidente Pérez —Porque, desde la perspectiva económica, es una muy buena idea.—Comunicados anti CTA al margen ¿es el más inteligente del negocio?—Es un empresario como la copa de un pino. Donde se ha metido, ha funcionado. Es una de las personas con mayor visión de negocio en el fútbol.—Como la de convertir al Real Madrid en una SAD, algo impensable hasta hace no mucho.—Analice, por ejemplo, el caso del Chelsea. Pasaba sin pena ni gloria por la Premier, hasta que Abramovic empezó a meter dinero. O piense en Moto GP. Ducati no era nadie hasta que la compró Volkswagen. Empezó a funcionar de otra manera y ahora arrasa. Creo que la conversión en sociedad anónima es inevitable.—Se va a liar. Muchos años abanderando la resistencia.—Puede haber resistencias románticas. Como las hay en el Barça, en el Athletic o en Osasuna. Yo les entiendo, pero los tiempos te llevan a eso. La única alternativa sería que Elon Musk se hiciera socio de Madrid o Barça y aportara, como tal, una enorme donación. Pero eso es bastante raro. Insisto, la conversión de estos clubes es inevitable.—Siempre quedará Arabia o Qatar.—En eso hay bastante de ‘sportswashing’, lavar su imagen política a través del deporte. Pero da para lo que da. El PSG se ha gastado un dineral en jugadores y no ha ganado una Champions, aún. Puedes tener 11 figuras extraordinarias pero lo difícil es conectarlas.—¿Hacia dónde va el fútbol español?—Toda mi vida, hasta llegar a la Universidad, he estado en siderurgias, una actividad que requiere inversiones enormes. Nadie se extrañaría de que Acerinox invirtiera 200 millones en una instalación. Pero cuando el Madrid se gasta 200 millones en Mbappé, la gente se escandaliza. ¿Por qué? Mbappé es un bien de capital. Como una colada continua en una siderurgia. —Seguro que en su vida le han comparado con muchas cosas pero con esta…—La colada continua posibilita que esa siderurgia genere acero. Mbappé posibilita que se genere esa producción que provoca espectáculo. Yo lo veo normalísimo, porque aplico una mentalidad empresarial.—Tendrá que haber un límite.—Seguirá siendo así mientras se genere la cantidad de negocio que se genera. Y creo que tal y como está constituido el fútbol en España, y pasa igual en Francia y en el Reino Unido, con todos los equipos que hay en el saco, el modelo no es viable. La salvación del fútbol está en la Superliga. O algo parecido a eso.—Como llevarse una Supercopa a Arabia, por ejemplo.—La gente no lo acepta. Eso sí que no tiene sentido. —El dinero se lo da. Es lo que usted me está diciendo.—Entonces, lo convertimos en una subasta.Noticias relacionadas estandar Si Hinchas Pedro Piqueras: «El Madrid no sabe vivir las derrotas» María José Hostalrich estandar Si Hinchas Carlos Sobera: «Le tengo que decir a Ancelotti, que no me toque más las narices levantando la ceja» María José Hostalrich—¿Tiene solución el F.C.Barcelona?—Mi opinión es que sí, si se convierte en SAD. Se da entrada a un par de socios potentes y se resuelve la situación. De no ser así, no sé.—Siempre que los socios sean solventes y no como alguno de los que pasó por allí.—Hay inversores e inversores. No engañan. Quieren rentabilidad, en forma de beneficios o de imagen. Algún inversor potente, con cara y ojos, seguro que estaría dispuesto. Estoy convencido.—Si el Barça no fuera un club de fútbol ¿habría quebrado?—Es que si se aplicara la ley de sociedades anónimas a los clubes de fútbol, ni uno solo sobreviviría. Ni uno. Todos entrarían en concurso de acreedores. Pero interesa que haya un número de personas interesadas en algo que no tenga consecuencias políticas, como el fútbol. Con esto, siempre se hará la vista gorda.—¿Deberíamos flexibilizar el ‘fair play’ financiero?—Hace unos años, en la F1, se limitó el presupuesto de las escuderías y el número de pruebas que cada una de ellas podía hacer. Bien, pues siguieron ganando las mismas. Existe una dinámica que lleva las cosas a una evolución natural. El ‘fair play’ puede estar muy bien pero los que generan negocio van a ser los mismos.—Bajemos al barro. Su piloto de cabecera.—En motociclismo, Marc Márquez . En Fórmula1, me gusta mucho Verstappen—Va usted sobre seguro.—Hombre, cuando Verstappen empezó nadie daba un duro por él. Le llamaban de todo. Una vez, a Enzo Ferrari le preguntaron por el porcentaje de éxito de un piloto y cuál era el del coche, a la hora de ganar carreras. Para él, el coche era el 60% y el piloto 40%. Un buen piloto, con un mal coche no hace nada. Y a un buen coche le pone un mal piloto y no hace nada tampoco.—Bueno, igual si la máquina es muy buena, algo sacamos.—A mí me da la moto de Márquez y no sacamos nada. Y yo voy en moto, no crea.
Leave a Reply