La lucha de unos padres por recuperar la tutela de su bebé

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La lucha de unos padres por recuperar la tutela de su bebé

Una cuna, un carrito, biberones, ropa, muñecos y otros utensilios relacionados con la crianza, e incluso ecografías de un bebé aún son visibles en el piso en el que Yumara Oliver (19 años) y Abdel Tahiri (32 años) viven desde hace unos meses en el Casco Histórico de Toledo. Esta joven pareja sigue esperando desde hace más de dos meses recuperar a su hija, Yliana, nacida el pasado 6 de diciembre en el hospital de la ciudad. Les fue arrebatada de sus brazos tres días después por el servicio de Menores y Familia de Bienestar Social del Gobierno de Castilla-La Mancha en esta provincia.Así lo narran a ABC estos padres primerizos que, pese a su difícil situación, hablan con entereza de todo lo que llevan vivido a lo largo de estas semanas. «Nuestra hija nació un viernes por la noche y sólo pudimos disfrutar de ella un fin de semana. El lunes una trabajadora social llegó a la habitación del hospital y dijo que no nos la podíamos llevar, enseñándonos una orden del servicio de Menores de la Junta, que es quien la tutela». Abdel relata ese duro trance ante la mirada resignada de la madre, que ese día sufrió un ataque de ansiedad por la noticia recibida, una decisión de la que no habían tenido constancia hasta ese momento.Noticia Relacionada estandar No ¿Cómo es posible que el Supremo retire la custodia de un bebé a sus padres antes del nacimiento? Carlota Fominaya Analizamos la sentencia con José Luis Cembrano, abogado y vocal de la Asociación Española de Abogados de FamiliaDe ahí, a Yliana se la llevaron a una incubadora y a los pocos días, el 12 de diciembre exactamente, se fue a vivir con una familia que forma parte del programa de acogimiento familiar de la Consejería de Bienestar Social . Sus padres biológicos, durante este tiempo, tan sólo la han podido ver en tres ocasiones, puesto que una resolución del servicio de Menores les permite únicamente estar con su bebé una hora al mes en las dependencias de su delegación en Toledo, y siempre bajo la supervisión de técnicos de la Junta.«Con tan poco tiempo, casi ni podemos verla despierta porque muchas veces llega dormida. Además, uno de los días, que se hizo caca y empezó a llorar porque creíamos que tenía hambre, no nos dejaron ni siquiera cambiarle el pañal ni darle el biberón, ya que nos decían que el bolso del bebé se había quedado en el coche», dicen ambos enojados, que han puesto una queja por esta situación.La resolución de la Administración autonómica, aparte de ese régimen de visitas tan estricto, con el que los progenitores no están conformes, argumenta la decisión de retirarles la tutela de su hija por la situación de «falta de apoyo económico, familiar, de vivienda y de capacidades marentales» de Yumara , obviando en todo momento al padre de la criatura. Sin embargo, el principal motivo que hay detrás, según los informes de ese departamento, es que la madre fue igualmente una niña tutelada desde los nueve años hasta su mayoría de edad, a causa del maltrato y abandono que sufrió por parte de sus padres.«Todo lo que dicen sobre mí no debe influir en mi maternidad, más bien al contrario, ya que puedo demostrar que soy una madre como otra cualquiera. Sólo se basan en informes de hace tiempo, sin conocer a la persona que soy ahora», asegura Yumara, que estuvo tutelada por los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Toledo , al igual que sus tres hermanos. Esta joven ha crecido en una casa de acogida junto con su hermana mayor, que en la actualidad tiene 22 años.Hace un año y medio, tras salir de ese centro, conoció a Abdel por unos amigos en común y desde entonces mantiene una relación estable con él, que trabaja en el casino de Toledo y, además, hace horas como camarero extra en la terraza de Caracena del Casco Histórico. Es en este barrio donde llevan viviendo desde el inicio de su relación y ahora, desde hace unos meses, están instalados en un piso de alquiler, donde nos reciben.«Como puedes ver -comenta Abdel- tenemos vivienda, yo tengo dos empleos, tengo a mis padres y hermanos cerca, ya que viven repartidos entre Andalucía y la Comunidad Valenciana y Yumara tiene el apoyo de su hermana mayor, que vive con nosotros, por lo que es falso todo lo que dicen en la resolución». En su casa, como cualquier familia primeriza, tenían todo preparado desde antes de que Yliana viniera al mundo , a la que esperaban con mucha ilusión.Sin embargo, todo se truncó tras el nacimiento. La decisión parece irrevocable y ahora se encuentran inmersos en un proceso judicial para recuperar a su bebé. El juzgado de instrucción número 1 de Toledo investiga el caso tras admitir a trámite la denuncia de los progenitores interpuesta por su abogado, Julián Sánchez Rojas , quien cree que en la resolución de la Junta puede existir una presunta prevaricación .Técnicas de los servicios sociales locales de Toledo han transmitido a la pareja que uno de los programas previstos por la Consejería de Bienestar Social para estas situaciones, que se llama ‘Caminar en Familia’, está inactivo, sin dotación alguna. Se trata del programa cuya aplicación reclamó el abogado en su denuncia en el juzgado de lo penal como medida cautelar.De hecho, según informan a este diario, Yumara y Abdel han asistido a todas las citas a las que los han convocado en la Delegación de Bienestar Social, a todas las visitas para ver a su hija y han mantenido ya cuatro entrevistas (la última de ellas el pasado miércoles antes de atendernos) con las asistentes de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Toledo, en el marco de un plan de intervención establecido también por el servicio de Menores y Familia, que no realizó ningún estudio previo de la pareja antes del nacimiento de la niña.Los servicios sociales municipales barajan la posibilidad de que se cambie la situación de la menor de «desamparo» a «riesgo», como propuso el abogado Sánchez Rojas en su denuncia, con el fin de que se pudiese realizar un seguimiento de los padres in situ, lo cual permitiría a la niña estar en su casa. El «desamparo», según explican, implica una retirada inmediata de la tutela, mientras que una situación de «riesgo» contempla una gama de opciones en la que los progenitores no tienen por qué perder tan drásticamente el vínculo con su hijo.«Caso judicializado»De momento, desde Bienestar Social insisten en que «el caso está judicializado». «No podemos dar datos para proteger a la menor», manifestó esta semana en una rueda de prensa la misma consejera, Bárbara García Torijano , quien, preguntada por los periodistas sobre este asunto, quiso dejar claro que «son los profesionales técnicos los que deciden qué es lo mejor para los menores, que en este caso fue la retirada de la bebé con una familia de acogida».«Es un trabajo que se hace con mucho rigor y nunca es fácil», afirmó García Torijano, que reiteró que «cualquier decisión es siempre por el bien de los menores». Mientras tanto, Yumara y Abdel seguirán luchando a la espera del siguiente informe que se haga a los tres meses del inicio del seguimiento de su caso, que será el 20 de abril. Pero la última palabra la tendrá el titular del juzgado de Instrucción número 1 de la ciudad de Toledo .«Nos sentimos como delincuentes», reconoce con pesar Abdel, que no entiende cómo se ha llegado a este punto. «Es una decisión injusta porque cuando esperas durante nueve meses para ser padres y, justo cuando llega ese momento y estás preparado, te lo quitan de las manos y es muy triste», abunda el padre de Yliana. «La que menos culpa tiene en todo esto es nuestra niña, a la que están castigando sin ver a sus padres», expresa entre lágrimas Yumara, que se derrumba al final de la conversación con una última frase lapidaria: «Es como pasar de un sueño a una pesadilla».

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