Continúan las dudas en torno a la gran reforma del profesorado , que el Ministerio de Educación ha comenzado a abordar durante las últimas semanas y que llega con más de un año de retraso. El nuevo estatuto de la profesión docente busca modificar el plan de formación de los futuros maestros, el temario de las oposiciones o la definición de su carrera profesional. Es decir, cómo cambiará el oficio para una profesión que ejercen 810.863 personas en nuestro país. En el primer borrador de la reforma, al que ha tenido acceso ABC, se fijan diez grandes grupos de competencias para el profesorado a lo largo de 154 páginas. Las nuevas ‘funciones’ que deberán asumir los docentes se establecen en un documento marco en el se da un gran peso a cuestiones como el «bienestar», la «autoestima» o la «convivencia y los valores democráticos» . Por ejemplo, el Gobierno fija como función de los maestros que «promuevan la diversidad funcional, sociocultural, lingüística, económica, de género, sexual o religiosa, entre otras». Llama la atención el menor espacio que se dedica a las cuestiones puramente académicas, siendo el «área de acción socioeducativa integral» la que mayor grado de detalle presenta y más epígrafes ocupa. Se insiste en que, más allá de lo académico, los docentes deberán contribuir «al fomento de la salud, la gestión emocional y el autocuidado, tanto del alumnado como de los docentes». Una serie de competencias que se parecen más a las que en los centros educativos deberían ejercer otros grupos profesionales como los pedagogos o los psicólogos . En cuanto a los criterios de evaluación, el profesorado tendrá que tener en cuenta las «características del alumnado» y atender a cuestiones como «la autoeficacia, la autoestima , la autonomía y las relaciones personales». Noticia Relacionada De las escuelas-bosque a las «libertarias» estandar Si Ya hay más de 500: los colegios ‘antisistema’ no dejan de crecer Beatriz L. Echazarreta No toda pedagogía alternativa es igual, aunque abundan las pseudocienciasEl texto elaborado por el equipo de Pilar Alegría se ha presentado ante los sindicatos educativos aunque, según informan a este periódico, no ha hecho sino acrecentar las suspicacias que ya existían. Así lo expresa Mario Gutiérrez, presidente nacional de Educación del sindicato Csif que opina que el borrador es «puro humo»: «Ninguna de las funciones que marca el documento servirá para que la calidad de la enseñanza mejore en España», refiere. Según los sindicatos, el texto es «puro humo» y «no servirá para que la calidad de la enseñanza mejore en España»Este profesional hace hincapié en que la reforma que se quiere poner en marcha, no soluciona «ni uno de los problemas» que padecen en estos momentos los maestros de Primaria y los profesores de Secundaria. «Estos cambios se empezarán a notar en los p rofesionales que terminen sus estudios dentro de 20 años , si es que estas modificaciones se llegan a concretar en algún cambio significativo». En este sentido, desde Csif consideran que Educación «mira para otro lado» en lo que se refiere a las condiciones y las retribuciones básicas que perciben maestros de Primaria y profesores de Secundaria «pasándole la pelota a las comunidades autónomas». Mismo concepto, distinto término Además, estas fuentes sindicales explican que este nuevo marco de las competencias docentes «cambia el nombre a muchos conceptos que ya existen desde los años noventa». Esto es, si antes se empleaba el término «igualdad entre sexos» , ahora se habla de «igualdad de género» ; lo que antes se denominaba «educación medioambiental» ahora se llama «centro escolar sostenible» o desaparece lo «socioafectivo» sustituido por otros términos como «bienestar del alumnado y del docente» o «acción socioeducativa». «El cambio de nomenclatura en todos los planes de estudios será trabajoso, aunque, en la práctica, estas ideas ya estuvieran presentes en la formación de los docentes », zanja Gutiérrez. Este primer borrador es el resultado de la segunda Mesa de Negociación del Personal Docente no universitario, en la que también intervendrán las Comunidades Autónomas. Lo que aún falta por definir son todas las cuestiones relativas al desempeño docente, como las ratios en las aulas, la jornada laboral o la desburocratización.

Leave a Reply