Un consorcio liderado por la inversora estadounidense BlackRock ha alcanzado un acuerdo para adquirir la filial de una compañía de Hong Kong que opera los dos puertos en ambos lados del Canal de Panamá. La operación dejaría en manos estadounidenses la gestión portuaria en las dos entradas al Canal, en un momento en el que Donald Trump ha defendido la necesidad de que EE.UU. recupere el control del paso marítimo, que cedió a Panamá en 1999. Una de las justificaciones de Trump para ello es que China «opera» el Canal, en referencia aparente a que los puertos están gestionados por CK Hutchison, un conglomerado radicado en Hong Kong, bajo soberanía del gigante asiático.El consorcio liderado por BlackRock incluye a la firma suiza Terminal Investment y desembolsará 23.000 millones de dólares por Hutchison Port Holdings y Hutchison Port Group Holdings, una operación por la que tomará el control de 43 puertos en 23 países. Entre ellos, los de Balboa y Cristóbal en las entradas del Canal del Panamá por el Pacífico y por el Caribe, pero también de otros en México, Australia, Pakistán, Holanda o Egipto. La operación, que ahora debe ser aprobada por el Gobierno de Panamá en lo referente a los puertos del Canal, no incluye a los puertos de la compañía en China.Noticia Relacionada estandar No La irrupción de Trump agita el tablero energético global Adrián Espallargas La apuesta del nuevo presidente de EE.UU. por el petróleo y el gas introduce un elemento de incertidumbre en la transición renovable en todo el mundoBlackRock informó de la adquisición tanto a la Administración Trump como al Congreso, según aseguró una fuente cercana a la operación a ‘The Wall Street Journal’. Según Frank Sixt, director ejecutivo de CK Hutchison, la operación es el resultado de un «proceso competitivo con varias ofertas», según dijo en un comunicado. «Quiero enfatizar que la transacción es de naturaleza puramente comercial y totalmente desligada de informaciones políticas relacionadas con los puertos de Panamá», añadió.Pese a esa afirmación, es imposible no advertir el calado político de la operación. El control del Canal de Panamá ha sido una de las insistencias de Trump desde antes de llegar a la Casa Blanca, dentro de una nueva ambición expansionista que incluye la intención de adquirir Groenlandia, de anexionar Canadá o de convertir Gaza en un resort turístico bajo control de EE.UU.De todas estas apuestas, la de recuperar el Canal es la que ha sido tomada con más seriedad. El primer viaje del secretario de Estado de Trump, Marco Rubio, contó con una parada en Panamá. Allí advirtió a su presidente, José Raúl Mulino que Panamá debía acabar con la influencia de China sobre el Canal o enfrentarse a represalias de EE.UU.La operación podría ser suficiente para que Trump no vaya adelante con su amenaza de quedarse con el Canal, que fue construido por EE.UU. a principios del siglo XX y que fue entregado al país caribeño en la década de 1970 por el entonces presidente Jimmy Carter, en un acuerdo muy criticado por el multimillonario neoyorquino.

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